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Iglesias de madera de la parte eslovaca de los Cárpatos

Iglesias de madera de la parte eslovaca de los Cárpatos

Prešov, Žilina, Banská Bystrica y Košice (Eslovaquia)

Madera como factor común


Eslovaquia es un país mayoritariamente católico romano, en gran parte debido a la influencia que pertenecer al Reino de Hungría tuvo sobre su población. Existen, no obstante, minorías greco-católicas de origen bizantino y protestantes que tuvieron su auge en la época de las luchas de religión. Esta triple presencia religiosa se trasladó a una de las arquitecturas vernáculas más apreciadas del centro de Europa: la construcción de iglesias de madera en los Cárpatos. Estas iglesias de madera se relacionan con sus similares al otro lado de las fronteras polaca y ucraniana, lo que también se traduce en la confesión y estilo de cada una. Si vamos de oeste a este, arrancaremos con un predominio total de las greco-católicas para ir pasando a un espacio compartido por las católicas y las protestantes. La mayor parte de las cincuenta iglesias de madera del país están en la región de Presov y fueron construidas entre los siglos XVI y XVIII. Una selección de ocho de ellas disfrutan de una protección especial.

Exterior de la iglesia de Tvrdošín

El catolicismo romano es por tanto la religión mayoritaria desde que se fundó la primera diócesis en el siglo XI. Los católicos fueron los primeros en importar la tradición de construir iglesias en madera, probablemente por la influencia que llegó del otro lado de los Cárpatos, de Polonia. La de Hervartov, construida seguramente en la segunda mitad del siglo XV, fue la primera. Se asemeja mucho a una iglesia de piedra, de hecho el suelo es de este material. Así, tiene un estilo gótico muy vertical, algo que no veremos en las iglesias de las demás religiones. El altar de Hervartov es original del siglo XV, pero las pinturas son ya del XVII. Del mismo siglo XV de Hervartov es la iglesia de Tvrdošín, que no obstante fue bastante remodelada en estilo renacentista en el siglo XVII. Destaca el cielo estrellado en su techo.

Los greco-católicos son en Eslovaquia anteriores a los católicos. Llegaron del este y se convirtieron en una minoría que luchó por mantener sus ritos bizantinos con el paso del tiempo. Lo consiguieron legalmente en el siglo XVII cuando firmaron la unión de Uzhhorod, por la cual su Iglesia pasó a formar parte de la órbita del papado. Con los comunistas, eso sí, fueron forzados a depender del patriarcado de Moscú, ortodoxo. Los greco-católicos son los tradicionales constructores de iglesias de madera en los Cárpatos, así que no sorprende que sean los que más iglesias de madera tienen. El estilo es muy similar a las tserkvas de Ucrania y Polonia. La de Bodružal es prototípica: tres cuerpos, cada uno coronado con torres a distinta altura y una pequeña cúpula con forma de cebolla y un interior con frescos centrados en el iconostasis. La de Ruská Bystrá tiene solo dos cuerpos y la de Ladomirová fue construida sin usar un solo clavo.

Interior de la iglesia de Kežmarok

En 1681, la sociedad eslovaca estaba muy agitada. Las ideas protestantes habían calado en la población, pero el Reino de Hungría no los reconocía. Para aplacar los ánimos, el Congreso de Sopron concedió el derecho a los seguidores protestantes de las confesiones de Augsburg y Calvino para construir sus propios templos. Esto se fijó en los artículos 25 y 26 de este congreso, por lo que a estas iglesias se las denomina articulares. También se fijaron restricciones sobre la localización y construcción de estas iglesias. Esto marcó su estilo, bastante tosco en líneas generales. Solían ser construidas en poco más de un año y en los interiores se pintaban trampantojos simulando columnas y cortinajes. La primera fue construida en Kežmarok, pero en unos años se quedó pequeña. Así, se inició una nueva en 1717, que fue un proyecto casi transnacional por el dinero que llegó del extranjero. El interior aloja hasta a 1.500 personas y en él destaca su techo pintado con un cielo azul lleno de nubes y figuras religiosas. La de Hronsek es de 1725 y el uso de entramados en su exterior sugiere que fue diseñada por arquitectos alemanes o nórdicos.

Košice, la ciudad más poblada del este de Eslovaquia, es la puerta de entrada idónea a este territorio. Podemos ver la mayor parte de iglesias en la región de Presov, asegurándonos ver las más relevantes de cada religión. Desde Košice parte una carretera principal que pasa por las ciudades de Presov y Poprad. De esta arteria principal salen carreteras secundarias hacia el corazón de los Cárpatos, en las localidades de Bardejov y Svidnik. Un poco más al oeste está la región histórica de Spiš, muy turística, donde se encuentra la iglesia articular de Kežmarok. Toda esta región es muy tradicional, rural, poco densa en población y montañosa gracias a los Tatras, sección de los Cárpatos.

Fotos: SchiDDKarl Gruber

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