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Santuario My Son

Santuario My Son

Quang Nam (Vietnam)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 21 12, 2015
  • Category:

La excepción hinduista


En el sudeste asiático, de mayoría budista, están localizados algunos de los mejores conjuntos arqueológicos hinduistas del mundo, como Angkor Wat en Camboya o Prambanan en Indonesia. Los viet, etnia dominante de Vietnam, no fueron hinduistas en ningún momento, por lo que no abundan ruinas similares en Vietnam. Sin embargo, la alargada forma de este convulso país ya nos indica que hubo excepciones en el país, territorios que tienen un origen diferente. Los champa reinaron en la zona intermedia del país, allí donde el país llega a medir de ancho tan poco como 50 kilómetros. Aquí, los champa dejaron su legado religioso en distintos sitios, entre los que sobresalen las ruinas de My Son. Este conjunto de templos hinduistas no es ni mucho menos tan espectacular como otros. Además, ha sufrido muchos daños a lo largo de los siglos. Sin embargo, suponen un legado único de la cultura champa, que se desvaneció en el siglo XIX al ser conquistados por los viet. Dicho esto, My Son cuenta por añadido con el encanto de la mezcla de piedras y jungla de sitios similares como Angkor Wat.

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Detalle de un templo de My Son

Poco queda de los champa hoy, diezmados sucesivamente a lo largo de los últimos siglos. Sin embargo, esta etnia procedente de zonas malayas reinó en su día frente al empuje de las etnias procedentes de China. Parece que fue Bhadravarman I el fundador de My Son, que complementaba a la capital política Tra Kieu y la económica del puerto de Hoi An, la mejor ciudad en la que se puede apreciar el diseño urbano champa. El hijo de Bhadravarman, Sambhuvarman, resistió el empuje del norte y logró un acuerdo de cierta pleitesía a cambio de independencia. El apogeo de los champa queda reflejado en las estructuras de My Son levantadas entre los siglos IX y X.  Sin embargo, los viet recuperaron su empuje y los champa fuero cediendo terreno. La desaparición efectiva de su reino llegó en el año 1832. Hoy día, los champa son una minoría étnica repartida principalmente entre Camboya y Vietnam, donde se contabilizan poco más de 150.000 individuos.

Apenas cuentan con derechos, especialmente en cuanto a la práctica religiosa. El tema de la religión es particular en los champa. Si uno viaja a Camboya, pensará que son musulmanes, pues esta religión fue penetrando poco a poco en el grupo étnico. Sin embargo, los champa de Vietnam conservaron su legado hinduista. Este legado es el presente en My Son, dedicado en concreto a Shiva. Las ruinas cubren un valle de unos dos kilómetros de longitud plagado con unos 70 templos religiosos y funerarios. Los expertos han dividido estas estructuras en siete estilos arquitectónicos distintos, aunque el uso del ladrillo rojo es casi pleno: solo uno está construido con piedra. Numerosas estelas con escrituras en sánscrito y champa antiguo son el mayor testimonio de esta civilización.

Vista de varios templos de My Son

Vista de varios templos de My Son

La zona de My Son fue arrebatada de los champa bastante antes de que los viet conquistaran todo el territorio actual. Sobre el siglo XV, My Son cayó en el área de influencia viet y, por tanto, budista. Como otros templos en el sudeste asiático, My Son permaneció varios siglos bajo la jungla, pasando paulatinamente al olvido colectivo. Así fue hasta que fue redescubierto por los colonos franceses en 1898. Ellos fueron los responsables de su estudio y la restauración que se hizo en 1938. Una lástima que, unos años después, el vietcong utilizara la zona como refugio y los estadounidenses decidieran llevar a cabo un bombardeo en alfombra. Este bombardeo se llevó por delante numerosos templos. A pesar de las restauraciones posteriores, el de aquel infausto día es básicamente el aspecto que hoy queda de My Son. Por eso conviene ser consciente de su pasado reciente y no esperar fastuosos templos. Incluso hoy, varios edificios se mantienen a pie a duras penas y pueden terminar colapsando por la humedad y tifones de la zona.

Visitar My Son no es complicado. Se encuentra a 70 kilómetros de Da Nang, la ciudad más importante de la zona central de Vietnam, y su aeropuerto. Desde allí hay excursiones organizadas o directamente se puede contratar a un taxista para todo el día. Además, en Da Nang se encuentra el Museo de la Escultura Champa, perfecto complemento para My Son. La visita a las ruinas lleva una mañana incluyendo el viaje, o más si nos acercamos a un lago casi virgen en el que se ofrecen rutas en kayak. La zona central de Vietnam es la que más tifones sufre, lo que sin duda puede arruinar el viaje. La época seca y más aceptable en cuanto a temperaturas va de enero a abril. No obstante, como los viajes a Vietnam suelen incluir otras zonas del país, es imposible acertar en esta cuestión por los distintos climas que tiene un país tan alargado.

Foto: Nam-ho Park / J Duval

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