Bosque escondido
Durante la última etapa del periodo terciario, justo antes de la aparición del ser humano, el sur de Europa era muy distinto a lo que vemos ahora. El ambiente era mucho más húmedo y abundaban los bosques tropicales de laurisilva. Este tipo de bosques han desaparecido en casi todos los puntos del mundo, pero sobreviven en las islas de Madeira, Azores y la Gomera. Esta última es la segunda isla más pequeña de las Canarias. De forma redonda, en una meseta en el centro de su territorio esconde el Parque Nacional de Garajonay. En este Parque, al bosque de laurisilva se añade una habitual neblina. Esto aumenta el carácter misterioso de estos bosques llenos de historia. Son fundamentales para entender el pasado. Además, reclaman su conservación por contener multitud de especies endémicas, tanto en flora como en fauna.
Como el resto de las Canarias, Gomera tiene origen volcánico. Sin embargo, de las siete islas es la que menos actividad presenta. Hace ya dos millones de años que la isla está tranquila. Esto ha permitido que la erosión trabaje sin sobresaltos durante mucho, mucho tiempo, formando barrancos y crestas muy agudas. Todo el litoral está forrado de acantilados de hasta 300 metros cortados de raíz cuando un riachuelo desemboca en el mar. La parte más apreciable se encuentra al norte, en una espectacular zona basáltica denominada Los Órganos. El centro de la Gomera es mucho más plano. En esta meseta es donde se encuentra el Parque de Garajonay, que tiene su punto más alto en el pico del mismo nombre, a 1.487 metros. El centro de la isla presenta una inversión térmica que produce mares de nubes. Esto, junto a los numerosos riachuelos, genera una humedad ideal para la laurisilva.
El Parque Nacional de Garajonay fue nombrado como tal en 1981. Ocupa una parte del centro y del norte de la isla. El 70% del mismo es laurisilva. Además, destacan fayas, brezos, laureles y helechos. Hay 34 especies endémicas de la Gomera solo en flora. Parte de esta flora sufrió mucho en 2012 con un amplio incendio que afectó tangencialmente a Garajonay. En cuanto a la fauna, dentro del Parque destacan dos palomas endémicas de las Canarias, la turqué y la rabiche. Lo mismo sucede con unos cien invertebrados. Fuera de Garajonay es de mucha importancia el lagarto gigante de La Gomera. Este lagarto se creía extinto hasta que en 1999 un vecino de la isla declaró haber visto uno. Profesores de la universidad de La Laguna se aprestaron a encontrarlo y lo consiguieron. Identificados en una pequeña zona, su supervivencia está siendo apoyada del mismo modo a como se reintrodujo el lagarto de la isla de Hierro. Ahora se es moderadamente optimista.
No se sabe mucho de la procedencia de los gomeros, pero es posible que procedan del norte de Marruecos, de Xauen. La isla empieza a aparecer en los mapas en el siglo XIV. Estos gomeros son entonces sus únicos habitantes. Suyo es el famoso silbo gomero, un ejemplo de comunicación único en el mundo. Los gomeros utilizan sus dedos y su boca para transmitir potentes silbidos que se transmiten hasta a tres kilómetros de distancia. El código detrás del silbo estaba en peligro a comienzos del siglo XX. Ahora está protegido y se enseña en las escuelas. En cuanto a los colonos llegados de España, se considera que nunca conquistaron como tal la isla: fueron asimilando a su población poco a poco. No quiere decir que no hubiera tensiones, pero los gomeros nunca pudieron plantear una verdadera oposición. Con Hernán Peraza hubo rebeliones por su trato y finalmente fue asesinado. Esto inició un periodo tumultuoso que su viuda, Beatriz de Bobadilla, resolvió pidiendo ayuda a Pedro de Vera, conquistador de Gran Canaria. La vida no ha cambiado mucho desde entonces. La economía es muy agrícola de autoconsumo para sus apenas 22.000 habitantes. Solo el turismo ha animado esta relajada isla.
Aunque no es la principal isla Canaria para el uso de playas, la tranquilidad de Playa Santiago se está perdiendo paulatinamente. Aquí es donde se ha construido el reciente aeropuerto que conecta a la isla internamente con otras islas, no con el continente. Aun así, es más habitual llegar en barco desde Tenerife hasta San Sebastián de la Gomera, la capital. La mayor parte de la gente no pernocta en la Gomera, pero es buena idea hacerlo en alguna de las casas rurales cerca de Garajonay. En el Parque, la ocupación principal es el trekking. Hay multitud de senderos y propuestas para todos los niveles. Hay trekkings guiados que son interesantes para entender la historia del bosque y de la isla. Además del silbo, Gomera tiene otras tradiciones como el baile del tambor o el salto con pértiga en los barrancos. El vino blanco tiene su propia denominación de origen desde hace poco tiempo.
Foto: jmbaud74 / Allan Harris
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