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Ecosistema y Paisaje Cultural Arcaico de Lopé-Okanda

Ecosistema y Paisaje Cultural Arcaico de Lopé-Okanda

Ogooué-Ivindo y Ogooué-Lolo (Gabón)

Río de primates


El río Ogooué ocupa toda la llanura central del país de Gabón gracias a su gran cuenca, que al llegar al océano le convierte en el cuarto río africano por volumen de agua en desembocadura. El Ogooué recoge toda el agua de una zona densamente tropical. Por su valle han transitado históricamente multitud de culturas que vieron en sus aguas y orillas la única manera de trasladarse. Los bantúes lo recorrieron contra corriente, por ejemplo, para asentarse luego en el Congo y el sur de África. En la cuenca del Ogooué hay zonas donde el bosque tropical es muy reciente y apareció solo al acabar la última glaciación. Tanto es así, que algunas partes aún presentan un ecosistema más propio de la sabana arcaica. Este es el caso del Parque Nacional de Lopé-Okanda, en el mismo centro de Gabón. Además de un patrimonio natural desbordante gracias a su biodiversidad, en esta zona encontraremos asentamientos humanos desde el Paleolítico hasta la Edad de Hierro.

Orilla del río Ogooué en el Parque Nacional Lopé-Okanda

La selva se formó hace apenas unos 15.000 años, por lo que es relativamente joven y no ha tenido tiempo de desarrollar apenas endemismo. La mayor parte del Parque es bosque tropical, pero según caminamos hacia el norte la pluviosidad se reduce. En esta parte, alrededor del río Ogooué, lo que encontramos es sabana. Se ha mantenido así no solo por causas naturales, sino porque las culturas que han vivido en la cuenca del río han mantenido la frontera entre ambos ecosistemas a base de que quemas controladas del terreno. Lopé-Okanda fue la primera reserva natural de Gabón en 1946 y fue nombrada Parque Nacional en el año 2002. Sus principales amenazas son la tala descontrolada para la exportación y la caza furtiva. Ambas actividades son perseguidas, pero la capacidad del gobierno gabonés es limitada.

La biodiversidad de Lopé-Okanda es su mayor tesoro. Contiene una gran variedad de habitats en la transición de la jungla a la sabana, sobre todo en flora. Se han registrado unas 1.500 especies de plantas vasculares, aunque se estima que existen el doble. Esta variedad de habitats también ha obligado a algunos animales a adaptarse. Algunos como el búfalo enano o el elefante de bosque han evolucionado a un menor tamaño para poder caminar entre los tupidos bosques entre la sabana y la jungla. Además de las 400 aves que existen en Lopé-Okanda, los mamíferos son lo más destacado. En particular, la enorme variedad de primates que existe. Aquí veremos gorilas de llanura, chimpancés y multitud de mandriles, que se agrupan como en ningún otro lugar: se han llegado a ver a más de mil individuos juntos. Más especiales aún son el colobo negro, uno de los primeros colobos, y el cercopiteco de Gabón, endémico del país e identificado por primera vez hace no muchos años. Fuera de los primates podremos ver a los esquivos leopardos. Más aún lo es la rana Werneria iboundji, una de las más raras del mundo: solo se han localizado algunos individuos en un territorio de apenas diez kilómetros cuadrados.

Paisaje de sabana en Lopé-Okanda

El territorio del Parque está siendo analizado por arqueólogos desde el año 1987. Las orillas del río Ogooué, especialmente las zonas elevadas, han sido habitadas desde hace 400.000 años. Se han identificado refugios, evidencias de trabajo del hierro y unos 1.800 grabados en la roca. Además de la migración aguas arriba de bantúes y pigmeos, en dirección contraria llegó al océano la cultura Tshitolian hace 14.000-5.000 años. Actualmente, la zona sigue siendo habitada por multitud de etnias agrupadas en tribus. Se estima que hay unas 2.000 personas viviendo dentro del Parque. Con la llegada de la colonización se construyó una carretera y un tren a orillas del río para la explotación maderera, con lo que se levantaron aldeas en los mismos lugares.

Aunque la infraestructura turística de Gabón es muy limitada, existen safaris por el Parque Nacional. Un punto de partida idóneo es la villa de Lopé, donde hay opciones de alojamiento. Hasta allí podremos llegar desde la capital Libreville en tren, transporte privado e incluso en avioneta, pues un hotel cuenta con una pista de aterrizaje. Desde Lopé se realizan distintas caminatas para observar la fauna, aunque no es tarea sencilla. Una experiencia aún más especial consiste en llegar hasta la estación de investigación de Mikongo. La regenta la Zoological Society London y podemos compartir durante unos días la vida diaria de los investigadores, ayudándoles en sus labores. A Lopé-Okanda conviene ir en la estación seca, de mayo a septiembre, aunque en general es una zona menos lluviosa que otras regiones de Gabón.

Fotos: Bernardjbdodane

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