Italia en poco espacio
Si continuamos el mar Tirreno hacia el sur desde la famosa costa amalfitana entramos en Cilento, una región histórica con un ambiente mucho más apacible. Menos turístico, en Cilento hay sin embargo un catálogo completo para quien se acerque al sur de Italia: playas casi vírgenes, estribaciones montañosas de los Apeninos, pueblecitos medievales y antiguas ciudades históricas como Paestum y Velia. Estas dos ciudades fueron parte de Magna Grecia, las colonias griegas del sur de Italia. Este era su límite con los etruscos y luego fue territorio de la antigua Lucania. Funcionó ante todo como una ruta comercial de intercambio cultural en la que estos pueblos, más luego los romanos, circularon en los valles entre la costa y las montañas. Al inicio de la Edad Media, la zona quedó prácticamente despoblada, pero se recuperó con el mismo rol más adelante, cuando en uno de sus valles, el de Diano, se levantó en 1306 la Cartuja de Padula, el segundo mayor monasterio de Italia.
Cilento significa a este lado del Alento, uno de los ríos que vertebra la región. Actualmente, este nombre se identifica con una región más amplia que llega hasta el golfo de Policastro en el sur. Esta sección de los Apeninos se conoce como montes Alburni y tiene su techo en el monte Cervati, con 1.898 metros. Hacia el oeste limita con el mar Tirreno y hacia el este las montañas caen sobre el valle de Diano, una de las pocas llanuras amplias que hay en todo el abrupto Cilento. Un Parque Nacional protege todo el territorio de la especulación inmobiliaria desde 1991, aunque lo hace en dos partes bien diferenciadas. La zona de la costa es la continuación de la amalfitana y tiene características parecidas, con muchos acantilados y grutas. Son especialmente bonitas las zonas de Punta Licosa en el norte y el cabo Palinuro en el sur. La otra parte del Parque es la interior, donde las montañas protegen una importante biodiversidad. En medio de un bosque típicamente mediterráneo se mueven lobos, nutrias y gatos monteses, entre otros.
Cilento fue parte de Lucania, una nación histórica que estaba centrada sobre todo en la región italiana de Basilicata. Los lucani llegaron a esta zona en el siglo V a.C. Para entonces ya existían Paestum y Velia, dos colonias griegas fundadas sobre el VII a.C. La primera era un importante puerto y la segunda fue hogar de una escuela filosófica que tuvo entre sus miembros a Parménides. Lucania se alió y batalló contra Roma alternativamente. Se adhirieron a la causa de los cartagineses en la segunda Guerra Púnica y la jugada les salió mal: la zona fue arrasada y tuvo un declive puntual. Paestum era parte de Lucania, pero en esta guerra apoyó a Roma y el favor fue bien devuelto. Velia no perteneció nunca a Lucania y por entonces ya había pasado a estar voluntariamente bajo dominio romano. Tras el fin de Roma, el territorio sufrió su mayor crisis, aunque en el Medievo fue recuperando su rol como eje de comunicaciones.
Las ruinas de Paestum se encuentran entre las mejor conservadas del mundo griego en Italia. Se conserva una muralla de cinco kilómetros con torres defensivas y en el interior están las tres joyas de la ciudad, los tres templos dóricos: Hera, Atenea y Poseidón. Ese es el orden en que fueron construidos entre los siglos VI y V a.C. El último estuvo claramente inspirado en el Partenón. Al sur hay una necrópolis de periodo lucanio que incluye una tumba con espectaculares e intrigantes frescos como el de la tumba del nadador. Las ruinas de Velia son menos abundantes, pero su muralla tiene ladrillos griegos e incluye una puerta de la época, la Rosa. Por último, la Cartuja de Padula es un colosal monasterio que tiene en su interior el mayor claustro del mundo, soportado por 84 columnas. Una famosa escalera de mármol en espiral lleva a una gran biblioteca. El estilo dominante es el barroco.
Un viaje por Cilento seguramente arranque desde Salerno en el norte. Lo primero que veremos son las ruinas de Paestum, donde en un museo local guardan los frescos de la necrópolis. Agropoli es la ciudad más grande de la costa, pero es más recomendable alojarse en algún pueblo medieval como Castellabate, con playas casi vírgenes. Siguiendo por el interior llegaremos a las ruinas de Velia y luego a Vallo della Lucania, donde están las oficinas del Parque Nacional. Ahí nos podremos informar de las rutas de senderismo. Una recomendable es el asequible ascenso al Monte Alburno, en el norte del Parque. Atravesando las montañas podemos alojarnos en el apacible pueblo de Laurino, cuya carretera nos lleva al valle de Diano. Aquí podremos acabar el itinerario visitando la Cartuja. Todo Cilento es famoso por su gastronomía, con la mozzarella como producto estrella y una denominación de origen vinícola. En verano se celebran las sagras, festivales gastronómicos.
Fotos: Oliver-Bonjoch / Velvet
Comentarios recientes