Alpes románticos y funcionales
La región cultural y geográfica de Salzkammergut no tiene correspondencia política en Austria, pero allí todo el mundo entiende a qué territorio nos referimos. Se sitúa en el norte de Austria, en la unión de tres estados. Incluye el área montañosa que parte de Salzburgo hacia el este y llega hasta el pico Dachstein, a 2.995 metros, segundo en altura de los Alpes calizos del norte. Desde los picos se extienden montañas, lagos y bosques hasta el Danubio. La zona está vertebrada por el río Traun, que durante mucho tiempo fue el único medio para llegar al corazón de esta zona: el lago Hallstatt. Este pequeño lago tiene un pequeño pueblo homónimo en sus orillas que conforma una de las postales más famosas y espectaculares de los Alpes austríacos. Salzkammergut no es solo una región bella y pintoresca, sino muy histórica. Su nombre procede de la sal que se ha extraído en sus minas desde hace siglos y que fue una de las fuentes principales de ingresos para los Habsburgo.
Postal clásica de Hallstatt al amanecer
Salzkammergut es una región repleta de agua. Además del río Traun, que se embalsa cada pocos kilómetros como ocurre en Hallstatt, hay multitud de lagos glaciares. Estos recogen las aguas del deshielo de las inmensas montañas que dominan el entorno. Estas montañas no sobrepasan los 3.000 metros, pero teniendo en cuenta que el valle está a unos 500 metros, la sensación es de vértigo. Al sur del lago Hallstatt se eleva el macizo calizo de Dachstein, que ocupa una superficie de 20×30 kilómetros y se extiende en tres estados. En la cara norte, el macizo tiene los glaciares más al norte y al este de los Alpes, pero están en retroceso y es posible que en unas décadas desaparezcan. En la cara sur, el macizo tiene una fuerte caída vertical. Dachstein se formó en el Triásico. Su antigüedad y su caliza han ido generando un rico sistema de cuevas. Esto incluye algunas de las más grandes del país, como la Mammuthhöhle, con más de sesenta kilómetros de longitud, y la impresionante cueva helada de Rieseneishöhle.
La sal benefició a los Habsburgo, pero su historia empieza muy atrás. De hecho, Hallstatt da nombre a una de las más ricas culturas de la Edad de Hierro temprana de Centroeuropa. La datación cubre entre el 800 y el 450 a.C., por lo que hablamos de culturas célticas y protocélticas. En 1846, Johann Georg Ramsauer descubrió un cementerio prehistórico que cubre esta etapa y una parte de la Edad de Bronce, más anterior aún. Junto a los restos encontrados en diversas minas sabemos que aquí se abrieron algunas de las primeras minas de sal del mundo y que comerciaron con lugares tan lejanos como la península ibérica o Irlanda. Además, aquí se encontró una de las herrerías más antiguas del mundo. La ciudad a la orilla del lago, Hallstatt, no tiene una fundación concreta, pero se sabe que en 1311 su poder económico ya era grande gracias al comercio de la sal. Las minas fueron controlas directamente por los Habsburgo en el siglo XVI. En 1595 construyeron una tubería de cuarenta kilómetros de largo con árboles ahuecados. A través de esta tubería se transportaba la sal en forma de salmuera a las zonas más llanas.
Macizo alpino de Dachstein al amanecer
Hasta 1890, la única manera de llegar aquí era en barco, pues el estrechísimo valle apenas dejaba espacio físico y este era ocupado por pequeños cultivos. Es entonces cuando se construye una carretera que impulsa el ya incipiente turismo. La ciudad tiene un corazón gótico con añadidos de barroco tardío, estilo predominante con el que se reconstruyó parte de la ciudad tras un incendio en 1750. La silueta del pueblo a orillas del lago ha inspirado a artistas y escritores desde que en el siglo XIX fuera puesta de moda por escritores de la Biedermeier, especialmente Adalbert Stifter. Esta corriente romántica centroeuropea tiene origen austriaco. En el pueblo, una plaza triangular distribuye estrechas calles con estrechas casas de entramado que se encaraman en el lago. La iglesia católica del siglo XV corona la postal del lago con su aguja barroca.
Toda esta región es uno de los corazones turísticos de los Alpes austriacos gracias a sus pueblos de postal, paisajes alpinos y los muchos deportes y actividades relacionados: rafting, trekking, ciclismo, espeleología, alpinismo, esquí, balnearios e incluso buceo en los lagos. A Hallstatt es mejor ir en coche. No hay que perderse el museo de la ciudad, donde se guardan los restos arqueológicos de la cultura protocéltica del cementerio y las minas. Todo Hallstatt está entregado al turismo y se ofrecen paseos en barca, un mirador por encima del pueblo, paseos por el centro, etc. También se pueden visitar las minas de sal, aún activas, pero con pocos trabajadores. El pico Dachstein se coronó por primera vez en 1832 y es una cumbre habitual para los alpinistas, tanto que a veces hay aglomeraciones. Para coronarlo, la mejor ruta es ir a Gosau y enlazar varios lagos hasta empezar la zona más dura.
Fotos: ::ErWin / Klaus Krumböck
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