La grieta de los Balcanes
Bobotov Kuk no es el pico más alto del montañoso país de Montenegro, pero sí es el más simbólico. Sus 2.532 metros fueron coronados por primera vez por el cartógrafo y explorador austriaco Oscar Baumann, famoso por recorrer Tanzania y Kenia. El pico había estado en terreno otomano mucho tiempo, por lo que no fue conocido por los alpinistas hasta mediados del siglo XIX. Tras su ascenso, la zona empezó a llamar la atención de geógrafos, geólogos y botánicos. La mejor vista del Bobotov Kuk se tiene desde el oeste, donde un precipicio de dos kilómetros de ancho y 400 de caída antes de llegar al valle de valle Skrka enmarca un pico piramidal. Desde la cumbre se ve buena parte del país y de su principal cordillera: las montañas Durmitor. Esta zona combina una orogenia kárstica y una alta humedad que ha generado grandes glaciares en el pasado. Ambos aspectos juntos han producido maravillas naturales de la erosión como el cañón del río Tara, la otra gran estrella del Parque Nacional. Es el segundo cañón en extensión del mundo tras el Gran Cañón.
Cañón del río Tara desde su único puente
No es el único aquí. Toda la zona está diseccionada en sus principales cuencas con profundos cañones. El sistema fluvial formado por el río Komarnica-Piva limita la zona por el suroeste, mientras que el Tara está en el este. Este forma un arco junto a la zona del macizo Durmitor, cuyo nombre viene a significar el lugar para dormir. En el interior del arco queda el altiplano de los lagos o Jezerska Površ. Se trata de una zona a unos 1.500 metros sobre el nivel del mar con 18 lagos, los conocidos como ojos de la montaña. Muchos son lagos glaciares y entre todos destaca el Lago Negro. Está muy cerca de Žabljak, principal asentamiento de la única parte poblada de Durmitor. El lago está formado por dos lagos unidos en invierno y separados en verano, cuando el nivel baja. Aunque Durmitor es la zona donde se alcanza más altitud, hay más montañas: en total casi cincuenta picos superan los 2.000 metros. Algunos dibujan extrañas formas geológicas de tipo flysch. La segunda zona montañosa en importancia es Sinjavina, donde nace el Komarnica-Piva.
Si hablamos de ríos y cañones hay que pensar en Tara. Tanto por longitud como profundidad estamos ante uno de los cañones más espectaculares de Europa, si no el que más. Desde el cielo parece una cicatriz en la Tierra de 82 kilómetros de longitud y hasta 1.300 metros de profundidad. No por casualidad, al Tara se le conoce como el Colorado de Montenegro. La velocidad de descenso del río es vertiginosa, acumulando rápidos y hasta cuarenta cascadas que en algunas zonas crean un estruendo audible desde los picos que vigilan el cañón, como el Curevac. Además, en la zona hay ochenta cuevas de origen kárstico, algunas de hielo. Este cañón tuvo su primer puente en 1940 gracias al proyecto del Đurđevića, una fantástica obra de ingeniería que salva un desnivel de hasta 172 metros. Este impresionante cañón ha estado históricamente amenazado por proyectos de embalses. Aunque ahora el peligro es menor, conviene no olvidar que así se arruinó buena parte del cañón del Piva.
Vista de Durmitor desde el lago Negro
Esta zona de los Alpes Dináricos se caracteriza por alternar prados alpinos y bosques. Entre estos últimos destacan los bosques de pinos negros, que conservan ejemplares de más de 400 años de edad y cincuenta metros de altura. A nivel de flora, Durmitor combina la humedad, diferentes altitudes y clima mediterráneo para sumar más de 1.600 plantas vasculares, incluyendo varias endémicas. Durmitor ha conservado también buena parte de la fauna de montaña perdida en otros lugares europeos: osos pardos, lobos y gatos monteses. Entre las 130 aves destacan las rapaces y el urogallo y en peces el amenazado salmón del Danubio. Toda esta fauna se ha logrado conservar durante generaciones en convivencia con las explotaciones ganaderas que hacen uso de los prados alpinos.
Desde los años 40, Durmitor ha sido un lugar de turismo habitual. Žabljak, con solo 2.000 habitantes y a 1.450 metros de altitud, es la base idónea por infraestructura. Es accesible en autobús desde la capital Podgorica. Desde la misma Žabljak es posible ascender al Bobotov Kuk en una travesía de diez horas reservada solo a alpinistas con cierta experiencia. Mucho más sencillo es el paseo hasta el Lago Negro, que tiene un sendero que lo rodea por completo. El rafting es un deporte elevado a institución en el río Tara, donde un tramo ha sido protagonista de campeonatos y atrae a muchos aventureros. Todas estas actividades son propias del verano, pero en invierno Durmitor no cierra: Žabljak se convierte en una estación de esquí y snowboard muy importante regionalmente.
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