Los azules del travertino
Las zonas kársticas en conjunción con el agua producen en algunos lugares fenómenos fantásticos. Plitvice, primer Parque Nacional de Croacia y el más reconocible de todos, tiene el honor de combinar una serie de factores para elevar estos fenómenos a algo único y geológicamente breve, pues apenas cuenta con 12-15.000 años según los estudios. En la confluencia de dos ríos se inicia una serie de lagos alimentados por multitud de arroyos y ríos subterráneos. Estos lagos no solo son consecutivos, sino que se relacionan entre sí. Esto significa que ahora son 16, pero por ejemplo hace tan solo 400 años eran uno más. Forman entre ellos cascadas y presas formadas por travertino. Este material, típico de otros sitios como Pamukkale en Turquía, se ve influenciado aquí no solo por la calcita proveniente de la caliza y la dolomita. En el proceso de formación de las presas naturales colaboran la acumulación de musgo, las algas y las bacterias. El resultado final es de una belleza extraordinaria. Los minerales, los organismos y la luz en cada momento del día van cambiando el color de cada lago: celeste, verde, gris, azul… Plitvice inspira imágenes paradisíacas, lo que le ha hecho una zona protagonista de películas y novelas.
La zona de Plitvice está formada en una depresión de los Alpes Dináricos a solo 55 kilómetros de la costa, entre las montañas de Mala Kapela y Plješevica. Esta segunda alcanza los 1.640 metros. Los lagos en sí cubren una extensión de solo dos kilómetros cuadrados, pero conforman un recorrido lineal de unos ocho kilómetros con un diferencial de 130 metros de altitud. Al último lago se le une otro brazo que forma una gran cascada de 78 metros para dar paso al río Korana, que se dirige luego a la frontera con Bosnia y Herzegovina. Los lagos se dividen en dos partes: doce conforman la zona superior de roca dolomita y el resto la inferior, de roca caliza. El tamaño de los lagos es muy desigual, pues solo dos de ellos, Prošćansko jezero y Kozjak, ocupan el 80% de la extensión. Son además los más profundos, alcanzando los 47 metros, mientras que el resto son pequeños estanques. Los lagos son la principal manifestación kárstica aquí, pero también veremos cuevas y simas, en ningún momento de gran tamaño.
Además de las virtudes de los lagos en sí, las laderas del Parque albergan mucha vida. Al haber sido una zona relativamente aislada y tener diferencias de altitud de 900 metros, se han creado multitud de ecosistemas que comparten su riquísima biodiversidad, con bastante endemismo. Dominan los bosques de hayas, abetos y píceas con algunos ejemplares de 700 años de edad. Reinan entre las más de 1.200 especies, incluidas 55 orquídeas. En fauna, Plitvice es de vital importancia por conservar buena parte de la fauna de mamíferos y aves extinta o en grave peligro en el resto de Europa. Los dos animales más carismáticos en este sentido son el oso pardo y el lobo, pero también hay águilas, búhos, linces o urogallos. Dentro de los lagos destacan las truchas. Hay dos especies diferentes, dependiendo de si estamos en la zona superior o en la inferior.
Que Plitvice se haya conservado tan bien no quiere decir que haya estado exento de actividad humana. Distintos pueblos han vivido en los alrededores y se han conservado por ejemplo los restos de un monasterio medieval. En la segunda mitad del siglo XX arrancó con fuerza el turismo aquí, que involuntariamente produjo daños en los lagos. La intención de proteger la zona arrancó en 1916 en paralelo a las investigaciones científicas, pero el nombramiento tuvo que esperar a 1949. Desde entonces, el peor momento lo vivió en la Guerra de los Balcanes. Ahora, las principales vías de trabajo para reducir el exceso de nutrientes o eutrofización pasan por mantener el agua impoluta y eliminar vegetación natural. También está planificado eliminar los puentes de madera anclados al travertino y utilizar otro sistema.
Está claro que controlar a los miles de visitantes anuales es necesario, por lo que se han establecido cupos y es más que recomendable reservar entrada desde Internet. Plitvice es punto de paso obligado en Croacia y es fácil llegar en autobús o coche. El recorrido completo nos llevará unas 4-5 horas. La sensibilidad de la zona es extrema, por lo que está prohibido bañarse. Las vistas, como el proceso de sedimentación, varían según la estación. Llueve mucho en primavera y otoño, los lagos se hielan en invierno y en verano la temperatura es mucho más agradable. Plitvice está en la región cultural de Lika, una de las más pintorescas en Croacia por sus casas, bailes, costumbres y una cocina basada en quesos, jamón, salchichas o polenta. En Croacia hay zonas similares, sin llegar a las bellas particularidades de Plitvice, en Rastoke y el Parque Nacional de Krka.
Fotos: 29cm / Dr.emmettbrown
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