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Parque Nacional de Huascarán

Parque Nacional de Huascarán

Áncash (Perú)

Blanco tropical


El blanco de la nieve es un color que adorna multitud de cumbres y cordilleras altas en el mundo, pero solo una se denomina justo así: la cordillera Blanca. Se trata de una sección de los Andes, paralela a la cordillera Negra, que pasa por ser la más alta del mundo en terreno tropical. Efectivamente: aunque a poco más de cien kilómetros al este el verde de las yungas domina, aquí nos vamos a encontrar con centenares de glaciares, aunque estos estén reduciéndose en número y tamaño. Descienden desde los 33 picos de más de 5.500 metros, 16 de ellos por encima de los 6.000, que se acumulan en un territorio de 180 kilómetros de longitud y 20 de ancho. Encabeza la lista el Huascarán con sus dos nevados gemelos que llegan a los 6.768 metros. Son apenas 200 metros menos que el techo de los Andes, el Aconcagua. El Huascarán es el pico más alto de Perú y da nombre también a un impresionante Parque Nacional marcado por nevados, valles glaciales, lagos, ríos y vegetación puna de alta montaña.

Cima del pico Alpamayo

Los 3.400 kilómetros cuadrados de Huascarán están considerados una de las zonas de montaña más bellas que existen. Son montañas jóvenes, producto de una falla activa que sigue provocando terremotos y la elevación del terreno. El proceso está siendo rápido: hace tan solo 2,5 millones de años, esta zona era una meseta a mil metros. Hoy dominan vertiginosos picos como el Alpamayo. No es el más alto, pero ha sido nombrado en varias ocasiones la montaña más bella del mundo por su forma piramidal y perenne capa de nieve. Esta nieve y los glaciares conforman una zona hidrológica muy compleja y también necesaria, tanto como suministro como generación de energía para el poblado valle del Callejón de Huaylas. El complejo hidrológico incluye unos 400 lagos y lagunas de origen glacial. Las hay de gran belleza, como la alargada laguna Parón, con su color turquesa, o la más pequeña laguna 69. También nacen aquí ríos como el Santa.

La zona del Parque Nacional de Huascarán tiene una altitud mínima muy elevada, lo que marca su flora de alta montaña. Esta varía según la cara: más desértica al oeste y mucho menos la este, que mira a las selvas yungas. La puna húmeda domina el terreno en las partes más altas. La más especial de las 800 especies registradas es sin duda la reina de los Andes o Puya Titanca. Se trata de una planta amenazada que ha asombrado históricamente a los botánicos gracias a sus características: cuatro metros de altura que llegan a doce en plena floración. En su momento más álgido del ciclo, que dura cuarenta años, la Puya acumula 3.000 flores. Entre ellas flotan los colibríes gigantes, parte de las más de cien aves que habitan el Parque entre las que también están el curioso kiula andina, el imponente cóndor andino y varias especies amenazadas por reducción de hábitat. Los mamíferos escasean y están amenazados. Destacan varios felinos, las vicuñas y los osos de anteojos.

Vista del pico Huascarán en su lado norte

La cordillera Blanca ganó en protección en 1975 con el nombramiento del Parque. No solo protege el patrimonio natural, sino también los más de treinta sitios arqueológicos que incluyen cuevas pintadas, tumbas y artefactos. Abundan de la cultura Chavín, cuyo centro de operaciones de Huantar está muy cerca, pero los hay con más de 12.000 años de antigüedad. La región de la cordillera fue profundamente estudiada por primera vez en la década de 1860. Fue gracias a Antonio Raimondi, un italiano radicado en Perú y enamorado de su geografía. A comienzos del siglo XX, la investigación se multiplicó encabezada por geólogos en búsqueda de riquezas minerales. Esto atrajo también a los alpinistas, que empezaron a coronar picos. En 1932, un equipo austro-alemán conquistó la joya de la corona, el Huascarán. Los seis años siguientes extendieron estas conquistas e hicieron un completo estudio sistemático.

La cordillera Blanca es la zona de trekking y ecoturismo montañista por excelencia de Perú y una de las más relevantes de Sudamérica por lo relativamente asequible que es caminar entre picos de 6.000 metros. No obstante, hay que ser precavido con el mal de altura. La ciudad principal del Callejón de Huaylas es Huaraz, accesible en bus desde Lima en ocho horas. Aquí se ofrecen todo tipo de servicios guiados como trekkings, escalada, mountain bike, canoas, etc. En algunos casos es obligatorio contratar guías. Hay una buena red de refugios desde los años 60. Dan servicio a las rutas más largas, que ocupan hasta once días. La cordillera se puede atravesar por tres puntos gracias a vertiginosos caminos adaptados a 4×4. Si queremos experiencias más relajadas hay hasta veinte zonas de aguas termales como Monterrey. De mayo a octubre, la zona tiene más días soleados y secos.

Fotos: MI PERÚMrBasically

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