Acuarios del mundo
Entre los grandes lagos africanos, el situado más al sur es el Malawi. Varios ríos y arroyos lo llenan, especialmente el río Ruhuhu, y el lago desagua en el sur. El Malawi es el noveno lago por extensión del mundo y el tercero en profundidad. Además, los distintos estratos de agua según la profundidad no se mezclan: es lo que se conoce como un lago meromíctico, algo poco habitual. La forma es pronunciadamente alargada, con 580 kilómetros de longitud y como mucho 75 de ancho. Tiene su explicación: el Malawi está insertado sobre el Rift de África Oriental. Tras crearse este rift por movimientos tectónicos, se fue llenando progresivamente. Aunque la edad de este llenado no se ha precisado, el consenso marca unos 4,5 millones de años. Esto lo convierte también en uno de los más viejos del mundo. La combinación de su antigüedad con sus características de estratificación convierten al Malawi en el lago con mayor biodiversidad acuática del mundo. Solo entre los pequeños cíclidos se han contado unas mil especies diferentes.
Peces cíclidos en el lago Malawi
El sur del lago está cubierto por el estado de Malawi, que comparte el lago con Tanzania y Mozambique. Es aquí donde las claras aguas del Malawi fluyen en dirección al río Zambeze. Lo hacen por la bahía este de Monkey, separada de la bahía oeste de Kasankha por el cabo MacLear. Este cabo contiene otra Reserva Natural y es el punto más famoso de todo el Malawi. Siendo el lago parte de un rift, los flancos de ambos lados están ocupados por cordilleras bastante pronunciadas, destacando el bosque de Namizimu en el este. Las orillas del Malawi presentan un poco de todo: hay zonas pantanosas con lagunas, otras de playas de arena, otras son laderas boscosas y también hay zonas rocosas. En el sur del Malawi hay doce islas, siendo la mayor de todas Alexandra Tyers, justo en la punta del cabo MacLear. El nivel del agua depende mucho si estamos en temporada seca o lluviosa.
Las orillas del lago son frecuentadas por distintos mamíferos que tienen que lidiar con los cocodrilos y los hipopótamos, habituales del Malawi. Este es también sobrevolado por distintas aves que nidifican en las islas y están especializadas en pescar, como el águila pescadora africana. No obstante, es en las aguas donde está su mayor tesoro. Los peces del lago se pueden dividir en dos grandes grupos: los cíclidos y el resto. Los primeros son pequeños peces de colores brillantes que todos conocemos por ser típicos de acuarios de agua dulce. Hay unos mil diferentes y prácticamente todos son endémicos del Malawi, lo que hace del lago un lugar de estudio de relevancia equiparable a las Galápagos. Un grupo de estos peces es conocido como mbuna: son peces de roca que presentan comportamientos muy especializados. El resto de peces no cíclidos, generalmente de mayor tamaño, incluye sardinas, barbos, carpas, anguilas, tetras y los curiosos mormíridos o peces elefante. Son de destacar también los caracoles de agua y los cangrejos.
Vista del cabo MacLear del lago Malawi
David Livingstone llamó a este lago de las estrellas, por los farolillos de los pescadores que se echaban al agua por la noche. El famoso explorador pasó temporadas aquí y a él le debemos varios de los nombres de distintos puntos. Malawi ha estado habitado por etnias bantúes desde el siglo IV, pero como otras zonas del interior de África no fue conocido por Occidente hasta el siglo XIX. No fue Livingstone, sino el explorador portugués José da Costa Cardoso, el que en 1846 lo descubrió. Aun así, pocos occidentales se aventuraron más allá de un grupo de misioneros, sin mucho éxito frente a los musulmanes yao. Paradójicamente, los repartos del continente por las potencias europeas han generado tensiones locales. En el reparto entre Alemania, Reino Unido y Portugal hubo ambigüedades que hoy son motivo de disputa entre Malawi y Tanzania. Dos son las principales amenazas del lago: la sobrepesca y la polución. Para corregir ambas cosas se creó el Parque Nacional en 1980.
La villa de pescadores Cape MacLear, en el cabo, es la localidad con mayores infraestructuras del lago Malawi. Tampoco hay que equivocarse, porque el destino es apreciado principalmente entre mochileros y el desarrollo es limitado. La forma de llegar es desde Monkey Bay, a la que se llega en bus desde la capital Lilongüe. Tendremos que atravesar una pista de tierra en transporte privado o tomar un barco. Desde Cape MacLear se pueden contratar todo tipo de excursiones: trekking por las montañas circundantes, paseos en barco o kayak y, por supuesto, lo ideal para conocer la fauna piscícola: snorkel y buceo. Si queremos alojarnos en un lugar todavía más especial tendremos que ir a la isla Mumbo, a cuatro kilómetros de Cape MacLear. En todo caso, la vida aquí es tremendamente relajada. Hay que evitar venir de diciembre a marzo, cuando más llueve.
Fotos: Alexandra Tyers / Joachim Huber
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