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Parque nacional y parques estatales de Redwood

Parque nacional y parques estatales de Redwood

California (EEUU)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 16 03, 2019
  • Category:

Monumentos rojos y verdes


La subfamilia de árboles secuoya, coloquialmente llamada redwood en inglés, es una de las más famosas del mundo pese a contar con solo tres especies diferentes y apenas un puñado de ejemplares. Pero es que las secuoyas no son árboles corrientes: las dos especies de Norteamérica acumulan records como los más altos y grandes del planeta y están entre los más longevos, antiguos e impresionantes. John Steinbeck dijo de ellas que nadie había sido capaz de pintarlas o fotografiarlas con éxito, que había que verlas en vivo para apreciar su magnificencia. Las dos especies norteamericanas viven entre California y Oregón. La secuoya gigante es interior y sobrevive en la cara oeste de las montañas de Sierra Nevada. Se caracteriza por un volumen extraordinario: General Sherman es el árbol más grande del mundo. Las secuoyas costeras o Sequoia sempervirens son más delgadas, pero alcanzan más altura. Hyperion es el nombre del árbol más alto del planeta con casi 116 metros. Fue medido en 2006 en una remota zona del Parque Nacional de Redwood.

Primera luz del día en el Parque Nacional Redwood

Las secuoyas costeras ocupan unos 750 kilómetros de bosques paralelos a la costa pacífica, en una región sísmicamente animada con frecuentes terremotos. Empiezan a unos pocos kilómetros de la costa y no se alejan más allá de los ochenta, siempre por debajo de los 750 metros de altitud. Los mayores ejemplares viven en el fondo de los valles, donde la niebla les garantiza más humedad. El 45% de estas secuoyas supervivientes están en el Parque Nacional de Redwood y otros tres Parques Estatales que conjuntamente suman 540 kilómetros cuadrados de bosque. El Parque más septentrional es el de Jedediah Smith. Está vertebrado por el río Smith, uno de los últimos ríos sin represar en ningún punto de California, y cuenta con multitud de fauna. Yendo al sur saltamos a Del Norte, centrado en sus trece kilómetros de costa salvaje. Volvemos al interior al atravesar Prairie Creek Redwoods, un Parque que cuenta con espectaculares helechos en Fern Canyon. Por último, al sur se encuentra el Parque Nacional Redwood.

Las secuoyas, indudables estrellas, ocupan el 30% de los bosques. Además de Hyperion hay otros árboles míticos por sus dimensiones como Iluvatar, Del Norte Titan o Lost Monarch. Alcanzan su tamaño y edad gracias a su capacidad para recuperarse tras las sequías e incendios y su resistencia a las enfermedades. Son además el soporte para cantidad de vida: de sus ramas más altas parten auténticos árboles. En Redwood hay también otras especies enormes: abetos, píceas, hayas, arces, alisos, etc. En el suelo abundan distintas bayas que sirven de alimento a muchos herbívoros. Hasta cuarenta mamíferos se encuentran aquí. El wapití de Roosevelt es el más común, pero también hay otros cérvidos y depredadores como osos negros, coyotes y los felinos típicos de California. En la costa descansa habitualmente el amenazado león marino de Steller. Entre las 400 especies de aves destacan las águilas americanas, los pelícanos pardos y los búhos manchados del norte. También es muy apreciable la fauna de los ríos, con valiosas truchas y salmones.

Vista inferior a un grupo de secuoyas de Redwood

Las secuoyas llamaron la atención desde la llegada de los primeros colonos en el siglo XIX. Es entonces cuando empiezan a ser estudiadas por exploradores como Jedediah Smith hasta que el género fue nombrado oficialmente en 1847. Lamentablemente, la industria maderera y los cazafortunas se fijaron muy pronto en la extraordinaria resistencia de la madera de la secuoya y la rentabilidad de unos árboles que garantizaban cientos de metros cúbicos de madera con una sola tala. Los indígenas habían usado las secuoyas, pero solo ahora empezaron verdaderamente a peligrar. En 1918, la asociación Save-the-Redwoods inició los esfuerzos para sostener la población. Poco después se empezaron a designar las primeras áreas protegidas, que culminaron con el nombramiento del Parque Nacional en 1968. Para entonces, más del 90% de las secuoyas habían desaparecido. Hoy día, la mayor amenaza en Redwood la suponen las numerosas especies exóticas.

Aunque hay un par de aeropuertos pequeños cerca, la mayor parte de los visitantes llegan desde San Francisco, unas seis horas al sur. De camino es buena idea parar en el Parque Nacional Humboldt Redwoods, con otro excepcional bosque de secuoyas. A la altura de Jedediah Smith se encuentra la ciudad de Crescent City, que cuenta con las oficinas centrales. Para alojarse hay pueblos más pequeños, pero más cercanos. En el interior de Redwood solo es posible acampar, no hay hoteles. La escénica carretera 101 atraviesa los Parques de norte a sur. Desde ella se accede a distintos puntos de aparcamiento para iniciar rutas de senderismo. Es la principal actividad, complementada por rutas a caballo o en bici. El río Smith es el principal punto para hacer kayak. En Redwood es mejor evitar el invierno, cuando varios centros cierran y puede nevar.

Fotos: Dave MorrowTrevor Klatko

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