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Asís, la basílica de San Francisco y otros sitios franciscanos

Asís, la basílica de San Francisco y otros sitios franciscanos

Umbría (Italia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 8 11, 2019
  • Category:

Exuberancia para el mendigo


Los franciscanos conforman varias órdenes iniciadas por San Francisco de Asís en 1209. Desde su origen nació como orden mendicante, un giro radical para las órdenes cristianas que respondía al creciente alejamiento de los preceptos de humildad que se transmitían en las escrituras sagradas. Sus inicios se localizan en su región natal, Umbría, donde con su discurso atrajo a seguidores como Bernardo di Quintavalle. Tras ser aprobada su orden en el Vaticano y entrar en su órbita, la gestión se complicó. San Francisco siempre echó de menos esos primeros días de sencillez en torno a Asís. Su obsesión por replicar la vida de Jesucristo con este carácter mendicante se había convertido, al ganar seguidores, en fuente de debates internos. El patrón de Italia, identificado siempre con el amor a la naturaleza, murió en 1226. Está enterrado en la basílica papal de su ciudad natal, Asís, cuya construcción comenzó apenas un par de años después de su muerte y ser nombrado santo. Además de atraer peregrinos de medio mundo, la basílica es un hito del gótico italiano.

Vista de Asís con su basílica a la izquierda

Las estribaciones del monte Subiaso sobre las que se asienta Asís fueron ocupadas por los umbrios en el primer milenio a.C., aunque el municipio tomó forma con los romanos. De ellos hay varios restos. Especialmente el templo de Minerva, en buen estado por haber sobrevivido como iglesia de Santa Maria sopra Minerva. En el siglo III, Asís se convirtió al cristianismo de la mano del obispo Rufino, que da nombre a la catedral, obra maestra del románico de Umbría. Asís apoyó desde el siglo XI al Sacro Imperio Germánico frente al Papa, lo que le valió batallas frente a su vecina Perugia y tuvo implicaciones en el surgimiento de San Francisco. Asís ganó enteros con el santo y edificios como la basílica gótica de Santa Clara, en honor de una seguidora. De la época renacentista es Santa Maria degli Angeli, obra maestra del manierismo. Asís está en una región sísmicamente activa y ha sufrido muchos terremotos. El último de 1997 causó multitud de daños, pero la restauración fue muy eficiente.

Tanto fue así que la basílica reabrió en solo dos años pese a los daños sufridos, especialmente en la cúpula. Si en Asís destaca un edificio es su basílica, visible desde kilómetros de distancia sobresaliendo por el oeste. Hoy se la denomina colina del paraíso en contraposición a colina del infierno, pues antes de la basílica se ajusticiaba aquí a los reos. Elías de Cortona, seguidor de San Francisco, supervisó las obras del afamado arquitecto Jacopo Tedesco. Fueron rápidas: en 1230 se acabó la basílica inferior, tras lo cual se trajo el cuerpo de San Francisco. No tardó mucho más la superior, acabada en 1253. Ambas fueron consagradas por el Papa Inocencio IV, que las puso bajo su dominio. Pocos añadidos tuvo el lugar salvo la plaza que la antecede, ampliada y acondicionada en el XV para responder a la cantidad de peregrinos. 1818 fue un año especial, pues se reencontraron los restos de San Francisco: su tumba había sido escondida para evitar su expolio por parte de los musulmanes sarracenos. Se le construyó entonces una cripta nueva.

Entradas a las basílicas superior e inferior de Asís

La basílica está diseñada de tal manera que la inferior soporta a la superior para salvar el desnivel. Los contrafuertes y arcos del monasterio en sí se prolongan desde la basílica dando la impresión de que le sirven de base. La inferior fue diseñada como una gran cripta, pero igual que la superior tiene planta cruciforme con capillas laterales. El estilo de Asís es románico en transición a gótico. En la inferior domina el primero, que solo presenta gótico en su entrada, mientras que en la superior el gótico es más patente, especialmente en sus valiosas vidrieras. Decorativamente, lo más destacable son los frescos. Los inferiores son obra del anónimo Maestro di San Francesco, pero hay ejemplares de Cimabue. Además de especularse que fue maestro del afamado protorrenacentista Giotto, fue el primero en romper con el dominante estilo bizantino. La autoría de los 28 fantásticos frescos con la vida de San Francisco en la capilla superior se atribuye a Giotto, pero también es una especulación.

Asís tiene 25.000 habitantes y es fácil llegar en tren o coche. Merece la pena hacer noche, pues el centro medieval alrededor de la Piazza del Comune es muy agradable, aunque también cansado por las cuestas. Siguiendo peregrinos llegaremos a la basílica, en la que merece la pena llevar audioguía por los frescos. Algunos puntos de interés como Santa Maria degli Angeli o Eremo delle Carceri están algo más lejos del centro. Podemos aprovechar para tomar perspectiva, pues la mejor panorámica de Asís se obtiene al ver la basílica como apéndice de la ciudad. Hay una fiesta medieval con competiciones entre los barrios altos y bajos llamada Calendimaggio a comienzos de mayo. Asís tiene una técnica de bordado propia desde el Renacimiento. También son típicos el aceite de oliva, chocolate y el vino con denominación propia.

Fotos: Roberto Ferrari / bertolini_francesco

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