Los primeros escultores
El arte se puede dividir en dos grandes universos: abstracto y figurativo. El primero ha tenido mucho predicamento en los últimos tiempos al romperse los límites del segundo, pero en realidad es mucho más antiguo que el figurativo, que precisó de técnicas y conocimientos avanzados. Es difícil datar el primer arte abstracto, pues la intencionalidad de hace milenios es difusa. Por tanto, la arqueología se ha centrado en identificar el primer arte figurativo de la historia. Hay algunas piezas dudosas y, de momento, las más antiguas reconocidas son las de las grutas del Jura suabo, con unos 40.000 años. Se trata de dos figuras conocidas como la Venus de Hohle Fels y el hombre león. La primera fue descubierta en 2008 y es considerada la primera representación humana completa. La segunda es uno de los mayores hitos de la arqueología por el trabajo en equipo intergeneracional que supuso. Fue descubierta en 1939, pero se necesitaron décadas de nuevos descubrimientos y ensamblajes hasta que en 2013 se llegó al aspecto actual. El Jura suabo probablemente sea superado, pero su aportación será eterna.
Venus de Hohle Fels hallada en el Jura suabo
El Jura suabo es una modesta cordillera al sur de Alemania que apenas alcanza los 1.015 metros, mucho menos que los cercanos Alpes. Es una zona de caliza que conserva multitud de fósiles y tiende a formar cuevas, muchas de las cuales se rellenan de sedimentos conservando artefactos. Las cuevas fueron ocupadas por los primeros Homo Sapiens, que llegaron hace 40.000 años. Se les englobó bajo la cultura auriñaciense y produjeron las primeras muestras de arte conocidas. Tanto aquí como en la cueva francesa de Chauvet, que conserva las pinturas figurativas más antiguas de Europa. La cultura auriñaciense provino del Levante Mediterráneo y ocupó todo lo que la Edad de Hielo le permitió. Grandes cazadores, dominaron la fabricación de herramientas utilizando intensivamente huesos y astas de sus presas, a las que seguían por las llanuras. Para darles caza perfilaban filos y no las lascas anteriores, como en las hachas de mano encontradas en la cueva Bocksteinhöhle.
Las primeras excavaciones datan de 1861 en la cueva Hohlenstein-Stadel, aunque por entonces eran puramente paleontológicas y no se esperaba más. Una década después se empezó a comprender su relevancia y se abrieron nuevas cuevas. En los años 30 tomó el mando Robert Wetzel. Poco después, Otto Völzing descubrió la figurina de marfil del hombre león. Los restos fueron olvidados y fue Joachim Hahn el que empezó su ensamblaje, complementado con el descubrimiento de nuevos fragmentos. En los 80 se completó casi del todo, pero nuevos descubrimientos cerraron la figura en el siglo XXI. Actualmente, el trabajo de campo se centra en Hohle Fels, que lleva dando frutos desde 1871. Más de un siglo después de iniciarse los trabajos se descubrió la Venus que lleva su nombre, la más antigua de la historia. En la misma campaña se encontró otro artefacto, una flauta considerada entonces el instrumento musical más antiguo de la historia. La superaron otras en la cercana Geißenklösterle y en Divje Babe, en Eslovaquia.
Hombre-León hallado en el Jura suabo
Las cuevas del Jura suabo, siempre pequeñas, se distribuyen entre los valles de Ach y Lone, separados apenas unos veinte kilómetros. El de Ach, amplio y flanqueado por paredes de 130 metros, cuenta con Hohle Fels, Geißenklösterle y Sirgensteinhöhle. Además de la venus, destacan un bajorrelieve de lo que parece una figura orando, abalorios de marfil, un pequeño hombre león y los restos Neandertales de Sirgensteinhöhle, ocupada antes de la cultura auriñaciense. En Lone, más estrecho y menos alto que Ach, están Bocksteinhöhle, Hohlenstein-Stadel y Vogelherd. Aquí la atención la centra el hombre león de Hohlenstein-Stadel, pero en la misma cueva se encontraron los restos homínidos más antiguos del Jura suabo, de más de 100.000 años. Vogelherd es también muy relevante, pues fue la primera en la que se encontraron figurinas de marfil con arte figurativo. Fue en 1931 con la cabeza de un león. Décadas después encontraron otras figurinas como un caballo y un mamut, siempre de unos cinco centímetros.
Ulm se encuentra entre ambos valles y es la ciudad ideal para el Jura suabo. Se llega fácilmente por carretera o tren, siendo los aeropuertos de Stuttgart y Memmingen los más cercanos. Ulm es una ciudad perfecta para empaparse de la cultura suaba, una región etnolingüistica diferenciada, y admirar la aguja gótica más alta existente. En el museo de Ulm es donde podemos ver el hombre león. La venus no está lejos, en el Urgeschichtliches Museum de Blaubeuren. En el Landesmuseum Württemberg de Stuttgart y en el Museum Schloss Hohentübingen de Tubinga hay otras piezas relevantes. Las cuevas forman parte del geoparque Schwäbische Alb, con muchas cuevas interesantes a nivel natural. En Lone podemos ver el arqueoparque de Vogelherd, mientras que en Ach es visitable la de Hohle Fels.
Fotos: Hannes Wiedmann / Dagmar Hollmann
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