Horizontes despejados
Las estepas son ecorregiones similares a las grandes praderas, aunque suelen referirse a los territorios que van de Europa del Este hasta Centroasia, Rusia, Mongolia y China. Se caracterizan por la ausencia: pocos accidentes geográficos con amplias llanuras, pocos árboles fuera de las orillas de lagos y ríos y escasas precipitaciones con un clima semiárido. Es decir, estamos a medio camino entre un bosque boreal y un desierto, con vegetación basada en praderas y/o arbustos. Sin perder del todo sus características, las estepas van dejando paso a zonas más onduladas con mayor presencia de colinas y lagos. Este es el panorama en la región al este del lago Baikal. Es conocida como Transbaikal, si utilizamos el término estrictamente geográfico, o Dauria, si nos referimos también a los pueblos que habitaron estas estepas. Desplazados con la llegada de los cosacos rusos en el siglo XVII, los daur buscaron refugio en el noreste de China, donde hoy sobreviven como minoría étnica. Las estepas de la Dauria transfronteriza quedaron así a merced de una fauna que, ya sea por tierra o por aire, acostumbra a migrar.
El término genérico de ecorregión de estepa de Dauria hace referencia a una vasta extensión que une la zona histórica de los daur con otras estepas adyacentes en torno a los ríos Nenjiang y Orjón y la región de Manchuria. En el caso de Dauria oriental, que cubre un millón de kilómetros cuadrados, nos situamos en la cuenca del río Amur. En su parte alta, este río se compone de otros dos, Shilka y Argun, entre los que está la zona transfronteriza de Dauria, cerca del afluente Onun. Vista desde el cielo está marcada por multitud de balsas de agua y lagos, entre los que destacan los de Torey, justo en la frontera. Estos reflejan los ciclos climáticos de las estepas de Dauria, pues al llenarse se comunican entre sí. Los ciclos no son solo anuales, sino que abarcan hasta treinta años pasando por una fase de completo vaciado. Donde hay agua, la vegetación crece más profusamente. Así, entre todas las zonas protegidas hay una transición de la arbolada taiga, representada por los bosques Tsasucheysky Bor y Ugtam, hasta los desiertos de Manchuria.
Las zonas protegidas daurias, que suman casi un millón de hectáreas, son el único lugar donde esta transición sucede en un contexto totalmente aislado y virginal. No es extraño que la fauna progrese aquí, aunque los ciclos climáticos obligan a ir adaptándose a las circunstancias hidrológicas de cada año. Hablamos principalmente de avifauna, pues Dauria se convierte estacionalmente en un humedal idóneo tanto para aves permanentes como migratorias. Unos seis millones de estas últimas pasan aquí el otoño antes de volver a Australia. Destacan las grullas, algunas amenazadas como la cuelliblanca, y las avutardas, que en otras zonas del mundo no migran. Entre los mamíferos gobierna la gacela de Mongolia o zeren. Se trata de uno de los mamíferos salvajes grandes más numerosos con millón y medio de ejemplares. Sus migraciones terrestres son espectaculares y se puede llegar a ver a un cuarto de millón de ejemplares juntos. Mucho más esquivo es uno de los depredadores de las estepas, el amenazado gato manul.
La región histórica de Dauria cubre un área mucho más extensa e incluye la cuenca del río Shilka, a cuyas orillas se establecían los poblados daur, uno de los muchos pueblos mongoles que han pasado por aquí. Expulsados a mediados del siglo XVII por negarse a pagar tributos al zar ruso, los daur han permanecido en el nombre de la región. Como hicieran ellos, pero en número mucho mayor, los rusos se establecieron a orillas de los ríos de la cuenca norte del Amur. Al sur de estas se nombraron las principales zonas protegidas: la Reserva Natural de Dauria en Rusia, de 1987, y la mucho mayor de Daguur, establecida en 2005 en Mongolia. Estas dos se han complementado con pasillos ecológicos para las gacelas como el valle Dzeren y otras zonas de taiga. Los bosques están amenazados por los incendios, mientras que las estepas solo pueden temer a una hoy controlada ganadería trashumante, única actividad productiva permitida.
El turismo no es una preocupación en Dauria, pues es muy escaso por lo remoto de la región. La zona de Chuh Nuur, cerca de la ciudad mongola de Dashbalbar, es de las pocas que en su día construyó cierta infraestructura pensada para los ornifotógrafos, pues millones de aves en migración son el mayor activo de Dauria. La mejor manera de visitar la zona es contratar algún tour que haga noche en campamento aquí. Entre los circuitos mongoles, la zona oriental no es habitual, pero tendremos más oportunidades que desde Rusia. La mejor época es el otoño, con mayor número de aves.
Fotos: O. Goroshko / N. Tseveenmyadag
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