Riego taoísta
La llanura de Chengdu, capital de Sichuán, conforma la parte oeste de la cuenca de Sichuán, una enorme planicie en la que solo las montañas Longquan ponen el contrapunto. Siempre por debajo de los mil metros, está rodeada por montañas que alcanzan los 5.000. En el sur, bordeándolas, discurre el caudaloso Yangtsé recibiendo varios afluentes. El más relevante de todos es el Min. Este entra en la llanura de Chengdu muy cerca de la ciudad homónima. Tras atravesar una zona montañosa, la llanura lo frena abruptamente. Esto provoca abundantes sedimentos, algo positivo y negativo. El sustrato de Chengdu es excepcionalmente rico, lo que hace de esta región un granero de China. Lo negativo es que las riadas son habituales. Más bien eran, porque la dinastía Qin se dio cuenta en el siglo III a.C. que podía resolver la cuestión. Idearon el sistema de irrigación de Dujiangyan, basado en la diversión del agua en varios canales. Se localiza justo bajo el monte Qingcheng, clave para una secta taoísta.
Canales del sistema de irrigación de Dujiangyan
Sichuán es hogar de unos cien millones de personas para las que el arroz es fundamental. Clave en ello fue Dujiangyan y la figura del gobernador Li Bing. Este político fue enviado por el gobernador Zhao en el 275 a.C. a la región de Shu, al oeste de Chengdu. Tras superar las reticencias locales, que consideraban al río una deidad, Bing planteó soluciones. Descartó una presa por la necesidad de mantener el río navegable por razones militares. Finalmente inició su megaproyecto con la mano de obra de decenas de miles de personas. Construyeron diques y canales, incluso horadando el monte Yulei, para divertir el exceso de agua. Cambió la fisionomía de la llanura, que se llenó de lucrativos campos de arroz en más de medio millón de hectáreas irrigadas. La región se libró de las riadas y se enriqueció. El sistema ha sido ampliado y renovado por varias dinastías chinas hasta hoy. Es una de las pocas obras de ingeniería en continuo uso desde hace más de dos milenios.
El corazón de Dujiangyan se encuentra en los trabajos Weir, justo cuando el río Min surge entre las montañas. Realizados con madera, bambú y piedra, tres son los elementos principales: dique, esclusa y canal de diversión. El dique Yuzui es lo primero que se encuentra el río, que es dividido en dos canales: el externo sigue el curso natural y recibe el sedimento, mientras que el interno se dirige a la zona irrigada. Sobre el dique se localiza el escénico puente colgante de Anlan. La esclusa Feiyashan nivela el agua del canal interno. Filtra sus sedimentos o le aporta agua en tiempos de sequía para garantizar el riego. El último elemento es Baopingkou, el cuello de botella que regula los niveles de agua hacia los canales, que se multiplican pocos metros después. En Dujiangyan hay dos templos. Erwang forma parte del sistema de irrigación con un dique. Fulongguan alberga una famosa estatua de Li Bing utilizada en su día para marcar el nivel del agua y saber así si estábamos ante una crecida o sequía.
Templo Erwang en el monte Qingcheng
Contemplando el sistema de Dujiangyan y toda la llanura de Chengdu, el monte Qingcheng se alza 2.434 metros. Además de sus valores naturales, fue elegido en el 142 por Zhang Ling para fundar una de las principales sectas de taoísmo. Con una exigente doctrina y la amenaza de varias plagas desastrosas, Ling atrajo a bastantes seguidores que se expandieron por Chengdu y llenaron Qingcheng de templos. Antes del siglo V había varios diseminados en su honor. Al contrario que en otras zonas taoístas como Wudang, el estilo aquí no es imperial, sino que tiene un marcado carácter propio de Sichuán. El principal es Erwang, a orillas del sistema de irrigación, pero hay otros diez en el entorno del monte. El más simbólico es Changdao, reconstruido en el siglo XX. Aquí fue donde supuestamente Zhang Ling proclamó sus doctrinas. Además de templos, toda la zona está llena de estatuas, bajorrelieves e inscripciones.
Dujiangyan es fácilmente accesible por carretera o tren desde Chengdu, que está a una hora. Por ello es mejor evitar fines de semana y fiestas por la enorme afluencia de turismo local. Dujiangyan forma un gran parque por el que andaremos bastante salvo que cojamos autobuses internos. En total nos llevará más de dos horas. En la entrada nos darán una audioguía para ir entendiendo los distintos componentes del sistema. Podemos ir directamente a Qingcheng si preferimos un día de senderismo. Es posible subir a la cima en unas tres horas o realizar un itinerario por la parte trasera, más natural. Otra actividad típica en la zona es visitar el centro de cría de osos panda. Incluso hay excursiones que empaquetan las tres actividades en el mismo día partiendo de Chengdu.
Fotos: Andrew Smith / Mutt
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