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Isole Eolie (Islas Eólicas)

Isole Eolie (Islas Eólicas)

Sicilia (Italia)

Variedad vulcanológica


Aunque todos los volcanes puedan parecernos iguales, los vulcanólogos distinguen varios tipos de erupciones según su proceso y productos expulsados. De los tres tipos principales, el más estudiado es el magmático. Parte de una descompresión explosiva gaseosa que se manifiesta de diferentes maneras. Estos subtipos reciben el nombre de volcanes famosos en los que se estudió intensiva y tempranamente el fenómeno. Dos de ellos son las erupciones vulcanianas y estrombolianas, que se refieren a dos de las Islas Eólicas, situadas en el mar Tirreno a pocos kilómetros de Sicilia. Este archipiélago empezó a ser estudiado junto al monte Etna y el Vesubio muy pronto, en el XVIII. Fue el italiano Giuseppe Mercalli, no obstante, el que en el siglo XIX puso nombre a las erupciones tras observarlas. Son las más habituales junto a las hawaianas. En la escala de explosividad, inversa a la frecuencia eruptiva, la estromboliana está un paso por detrás de la vulcaniana. 

Isla Estrómboli en las Eólicas

Las Eólicas forman un archipiélago de siete islas dibujando una Y. El brazo principal lo forman las tres más extensas: Vulcano, Lipari y Salina. Hacia el noreste están Panarea y la famosa Estrómboli, más cinco islotes, mientras que al noroeste están Filicudi y Alicudi. Entre todas suman menos de 20.000 habitantes, la gran mayoría entre Lipari y Salina. Todas tienen origen volcánico y cuentan con apenas 260.000 años. Geológicamente están emparentadas con Sicilia y con la pequeña isla de Ustica, más varias montañas submarinas. Actualmente, solo Estrómboli y Vulcano están activas, aunque todas comparten origen volcánico. El resto disfrutan de las ventajas de tener un fértil sustrato volcánico sin sobresaltos. Esto ha repercutido tanto en la ocupación humana como en la vegetación natural. Las zonas más abruptas de las Eólicas son una reserva de flora mediterránea esclerófila, zonas de matorral o pequeños árboles adaptados a sequías estacionales. La principal isla para disfrutar de esta vegetación es Salina, protegida desde 1984.

En los últimos tiempos, en las Eólicas se ha reducido la actividad humana, primero por el éxodo rural desde el siglo XIX y segundo por la protección activa. Es una nueva etapa para unas islas que llevan habitadas desde al menos hace 6.000 años, con el primer registro humano en Lipari. Durante el primer milenio a.C. fue ocupada por griegos que practicaban el pirateo por el mar Tirreno. Para ellos, su ancestro común era Aeolus, hijo de Poseidón, uno de los tres personajes mitológicos que responden a este nombre con un atributo común: el control del viento. Las cosas se complicaron cuando los eólicos apoyaron a Cartago frente a Roma, tras cuyo imperio las cosas no fueron mejor con ataques de muchos pueblos, especialmente musulmanes. El periodo más próspero se inició con los normandos en el siglo XI al unir su destino con Sicilia. Fue en el XVII cuando las Eólicas alcanzaron su cénit gracias a la agricultura de uvas, alcaparras, frutales y verduras, más la pesca. Otra actividad, la minería de sulfuro en Vulcano, se convirtió en tragedia en 1888 con la última gran erupción.

Cráter Fossa en Vulcano, de las islas Eólicas

Entonces, Giuseppe Mercalli era profesor de geología en la cercana universidad de Catania, por lo que asistió a la actividad de Vulcano y le puso nombre. Se caracteriza por súbitas explosiones con alta presencia de óxido de sílice, lo que provoca densas nubes de cenizas. En los periodos de alta actividad, como el de 1888 a 1890, duran hasta un día y se suceden regularmente. La superficie de Vulcano está llena de cicatrices en forma de varios cráteres entre los que destaca Fossa, que tras la erupción del siglo XIX se ha quedado con 391 metros de altura. Mercalli también observó actividad en Estrómboli, aunque esto es sencillo porque lleva más de 2.000 años sin parar. De ahí que los romanos la denominaran el faro del Mediterráneo. La actividad va desde la continua expulsión de humo hasta pequeñas erupciones de material sólido o flujos de lava viscosa. Estrómboli tiene una forma clásicamente cónica alcanzando 924 metros.

Las Eólicas son un destino recurrente al norte de Sicilia y las visitan anualmente 200.000 personas, especialmente en verano. Entonces hay ferris o hidroalas desde más localidades, pero en cualquier momento podemos llegar desde Reggio di Calabria, Messina y Milazzo. Lipari es la más habitada y fácil para alojarse. En las islas es conveniente moverse en moto o autobús. Tanto en Vulcano como Estrómboli la actividad principal es el ascenso a los cráteres. En la segunda, de ascenso más duro, hay que informarse del estado de actividad. El trekking es muy visual, especialmente si vamos de noche para ver la lava contrastar con la oscuridad. En Vulcano son también típicos los baños de barro. Afortunadamente, ninguna de las dos tiene demasiada infraestructura como para resultar agobiante. El plato más típico en las Eólicas es pescado con caponata, un pisto de verduras.

Fotos: Jcb-caz-11 / Stefan

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