Isla ecológica para budistas
El suroeste de China está geológicamente marcado por una extensa base de roca kárstica que fue formada durante un largo periodo sumergido. Sobre ella, algunas subregiones de roca metamórfica siguieron una evolución al margen del contexto. Es el caso de Fanjingshan, que debido a su altitud emergió del mar adelantándose unos millones de años a la base kárstica. Este tiempo de ventaja hizo que la isla que fue Fanjingshan persista como isla ecológica. El diferente sustrato y un intensamente lluvioso clima subtropical se han sumado para hacer de esta subregión de la cordillera Wuling un lugar privilegiado en flora y fauna por su alto endemismo. Los procesos erosivos de Fanjingshan han producido formaciones tan originales como el Nuevo Pico Jinding, Fanjing o Dorado de la Nube Roja, de característica forma en pulgar. En la cima de Jinding se asientan dos templos budistas, religión que encontró en Fanjingshan un lugar idílico para su rama Tierra Pura, que de hecho da nombre al lugar.
La cordillera Wuling se extiende bastantes kilómetros alrededor de Fanjingshan penetrando en provincias como Hunan, donde se encuentra la escénica región de Zhangjiajie. Las secciones protegidas de Fanjingshan cubren un área de 40.000 hectáreas que sobrepasa la extensión de la Reserva de la Biosfera homónima. La altura máxima se encuentra en el pico Fenghuangshan a 2.570 metros, unos kilómetros al sur del núcleo de las montañas, donde se encuentran las formaciones más originales complementadas subterráneamente con varias cuevas. Además del Nuevo Pico de Jinding de 2.336 metros, tenemos la piedra de diez metros Champiñón, de imposible forma, el Viejo Pico de jinding y unas formaciones rocosas que asemejan pilas de libros. Si la geología de Fanjingshan es de por sí atractiva, cuando se suman fenómenos meteorológicos habituales como los mares de nubes y el fenómeno óptico gloria, la foto resultante es inolvidable. Son producto de la altísima humedad de esta zona subtropical que genera una intensa hidrología con multitud de riachuelos de la cuenca del Yangtsé.
Las diferencias de altitud en Fanjingshan y sus particularidades evolutivas hacen que el número de especies de flora sea sobresaliente teniendo en cuenta su extensión. Son casi 4.000, un 13% de todas las chinas. Especialmente relevantes son una conífera endémica de la región, la más carismática de las 46 que lo son, y varias especies de hayas que conforman el considerado más extenso hayedo en zona subtropical que existe. Se sabe que las hayas evolucionaron de climas tropicales a bosques templados y las de Fanjingshan se quedaron a medio camino. Un 90% de los bosques aquí, además, son primarios y no han conocido tala alguna. Entre las especies de fauna hay asimismo mucho endemismo entre los invertebrados y también lo es un pequeño primate amenazado por su reducido hábitat, el langur gris de nariz chata. No es el único vertebrado amenazado, pues en Fanjingshan encontramos también salamandras gigantes, ciervos almizcleros enanos, faisanes venerados y osos negros.
Este contexto natural atrajo a los primeros budistas instalados durante la era Tang, alrededor del siglo VII. Aunque no forme parte de las cuatro montañas sagradas del budismo chino, Fanjingshan está solo un escalón por detrás. El culto explotó especialmente durante las dinastías imperiales Ming y Qing centrándose en el Buda Maitreya. Los practicantes de Fanjingshan consideraron que este Buda que está por venir llegará al mundo en esta bella región. Los budistas se sobrepusieron a crisis como la rebelión Bozhou, que obligó a reconstruir varios templos. Tras el fin de la era imperial y la Revolución Cultural, en los años 80 se empezaron a restaurar y reconstruir varios templos tras una mala etapa. En sus buenos tiempos se construyeron cinco templos reales de los que sobreviven Cheng En y Huguo, los principales de todos los de Fanjingshan. Cheng En está situado entre los dos picos Jinding. Sobre el Pico Joven hay dos templos menores separados por un puente que forman una inolvidable postal.
La ciudad de referencia para Fanjingshan es Tongren, que tiene aeropuerto y estación de tren bala. La zona visitable se restringe a la región alrededor de los picos Jinding, accesible mediante un teleférico. Por motivos de conservación hay dos limitaciones a tener en cuenta: solo suben 8.000 personas al día y está prohibido hacer noche en la zona alta. Por la tarde el teleférico cierra, pero podremos bajar andando mediante un recorrido de 6.600 escalones. La presencia del teleférico hace más accesible la zona desde el sur, por la puerta del río Heiwan, unos ochenta kilómetros al norte de Tongren. Aun así necesitaremos otras dos horas para llegar a los picos. A Fanjingshan hay que venir en primavera u otoño, pues en verano las lluvias son demasiado intensas y en invierno la nieve cubre la parte alta. En todo caso es mejor evitar los fines de semana, pues la zona es frecuentada por locales.
Fotos: sizzhot0 / Harald Groven
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