Siete kilómetros hasta la cima
Nepal y Bután, en la cordillera del Himalaya, no hacen frontera entre sí por la existencia del estado indio Sikkim, de menos de cien kilómetros de ancho. No solo es el menos poblado y el segundo menos extenso del país, sino que su historia es bastante diferente al resto, pues se unió voluntariamente en 1975 tras ser derrocada la monarquía Namgyal, que llevaba al frente desde el siglo XVII independientemente o bajo el protectorado británico. Culturalmente, Sikkim es una región con mayoría de etnia nepalí y la agricultura domina ampliamente una economía casi totalmente rural. La religión mayoritaria es el hinduismo, pero desde la época monárquica la presencia del budismo es alta incluso entre los no budistas. Incluye el folclore asociado al pico Khangchendzonga, cuyo origen antecede al budismo. Distintos mitos se asocian a la tercera montaña más alta del mundo con 8.586 metros. Su Parque Nacional circundante tiene uno de los gradientes más elevados que existen: más de siete kilómetros.
El Parque Nacional Khangchendzonga ocupa un cuarto de este montañoso estado. Está pegado a Nepal, con quien comparte el pico y donde continúa otra zona protegida. El excepcional gradiente del Parque, que empieza en 1.220 metros de altitud, se debe a una orogenia que en el extremo este de los Himalayas hace más estrechos los siete valles principales, caracterizados por su verticalidad. Abajo discurren ríos pertenecientes a la cuenca del río Tista, que bordea el Parque por el este. En Khangchendzonga suelen partir de alguno de sus numerosos glaciares. El más impresionante es el Zemu, todavía de 26 kilómetros de longitud pese a estar contrayéndose lentamente. Es el glaciar más largo del este del Himalaya, lógico teniendo en cuenta que está a los pies del Khangchendzonga, techo de un Parque con veinte picos por encima de los 6.000 metros. Esta montaña formada por cinco cimas fue tomada como la más alta del mundo hasta 1852, cuando nuevas mediciones del Everest le quitaron el título.
El entorno de los picos no alberga vida, algo que cambia según bajamos. Hacia los 5.500 metros aparece la vida periglacial que continúa con prados alpinos, surgiendo los primeros árboles por debajo de 4.000 metros. Seguimos descendiendo por bosques templados hasta llegar a la parte más baja del Parque, donde la vegetación es mucho más profusa con bosques subtropicales, más habituales en los límites del Parque. En total son más de 1.500 plantas vasculares, una diversidad apoyada en el gradiente de altitud, aunque el endemismo es limitado y la vegetación es típica del resto del Himalaya. Entre la fauna destacan mamíferos del Himalaya y las aves. Entre los primeros tenemos ejemplares de osos negros, los esquivos perros salvajes indios, lobos del Himalaya, pandas rojos en la zona subtropical y el valioso leopardo de las nieves. Las aves cuentan con más de 200 especies destacando buitres, faisanes y varias especies migratorias que atraviesan Khangchendzonga.
Para los habitantes de Sikkim, este pico es una especie de Edén del que nacieron sus dos primeros ancestros del pueblo lepcha. El Khangchendzonga forma parte de la cosmogonía regional desde hace mucho, algo que no cambió cuando en el siglo VIII se introdujo el budismo, que se mantuvo en un segundo plano hasta el ascenso de la monarquía y sirvió también como vehículo de unión entre los lepcha, bhutias y tsongs, llegados posteriormente. El budismo nombró esta zona como tierra sagrada o beyul, una consideración que aparece en distintos textos históricos estudiados en varios monasterios. Cuando los occidentales llegaron a Sikkim, el Khangchendzonga se convirtió en un nuevo objetivo a coronar. Joe Brown y George Band lo consiguieron en 1955, pero conforme a las creencias locales respetaron la cima y se quedaron unos metros atrás, algo tradicional desde entonces. La zona es Parque Nacional desde 1977 y ha limitado actividades extractivas como la recolección de plantas medicinas, pastoreo y caza.
Lo que está permitido y ha mejorado las condiciones de Sikkim es el turismo. La mejor manera de llegar es a través del aeropuerto de Pakyong, una hora al sur de la capital Gangtok. Pese a la cercanía de los famosos trenes de alta montaña de Darjeeling, en Sikkim los lentos traslados serán por carretera. Yuksom es la localidad base para acceder al Parque, que necesita permiso específico y guía autorizado. Desde aquí parten itinerarios típicos como Zongri o Gochela. Si queremos ascender el Khangchendzonga tendremos que pasar la frontera, porque las rutas que lo hacen son nepalíes y desde India está prohibido intentarlo. Abril y mayo es la corta temporada recomendada por el complicado clima. A finales de agosto, no obstante, se celebra el principal festival que celebra el papel de la montaña en Sikkim, la procesión de Pang Lhabsol. En Sikkim son típicos los dumplings locales llamados momos y el cardamomo, principal producto exportado.
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