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Islas y áreas protegidas del Golfo de California

Islas y áreas protegidas del Golfo de California

Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit (México)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 30 11, 2021
  • Category:

Laboratorio marino y terrestre


El Golfo de California o mar de Cortés comparte con el mar Rojo, pese a la lejanía, varias características. En primer lugar su similar formación geológica: un rift producto de la continua separación de dos placas. Esto conlleva una pronunciada forma alargada, actividad sísmica y la continua extensión del territorio inundado. También comparten un árido clima con fauna terrestre muy adaptada e intensa vida marina. El Golfo de California es ligeramente más joven y presenta muchas más islas, unas 37 de más tamaño y numerosos pequeños islotes. A su alrededor y en torno a la costa, la vida marina bulle como en pocos lugares del planeta. El famoso divulgador de la vida marina Jacques Cousteau llegó a decir de esta pequeña extensión del océano Pacífico que era el acuario del mundo por su gran densidad de especies diferentes. Ha convertido al Golfo de California en una especie de laboratorio natural para la investigación de la diversificación de especies, incluidos muchos mamíferos marinos del planeta.

Una ballena jorobada salta del agua en el golfo de California

Aunque la península de Baja California suma unos 1.250 kilómetros, su área de influencia va más allá, hasta las islas Marías. Están a unos 1.500 kilómetros del otro extremo del golfo, justo en la desembocadura del río Colorado. Este icónico río formaba uno de los estuarios desérticos más ricos del mundo hasta que se construyó la presa Hoover, tras la cual este humedal se contrajo radicalmente. Aunque la situación se está recuperando, afectó a una zona especialmente árida, el desierto de Sonora. Este ocupa la orilla continental del golfo, aunque, al otro lado de este, la situación no cambia apenas por el nombre: desierto de Baja California. Estos terminan en bellos paisajes costeros divididos en zonas de acantilados o playas. Buena parte de la costa tiene accidentadas orillas, especialmente en las numerosas islas del Golfo de California. A pesar de tener tamaños muy diferentes comparten su origen volcánico, como se puede apreciar en la joven isla Tortuga. Las más extensas son Ángel de la Guarda y Tiburón, pero hay muchas más, generalmente pegadas a la costa continental o peninsular.

A pesar de ser ecosistemas desérticos, las costas e islas del Golfo de California albergan la nada despreciable cantidad de 700 especies de plantas vasculares, principalmente cactus y matorrales. Entre la fauna destacan los reptiles, con más de cien especies diferentes, siendo casi la mitad endémicas. Hay especies tan adaptadas a sus exiguos entornos que se limitan a vivir en islas a las que llegaron por antiguos puentes terrestres. Otras islas más alejadas han sido colonizadas por aves. Son también muy variadas gracias a los nutridos recursos marinos. Es en el agua donde está el mayor valor del Golfo de California, aunque el secreto empieza lejos. Las corrientes oceánicas del Pacífico transportan hasta aquí aguas ricas en fitoplancton y zooplancton, base de la cadena trófica. No son los únicos procesos oceanográficos que explican este paraíso: corrientes marinas secundarias producto del viento, mezcla de mareas y la circulación termohalina han convertido al Golfo de California en un centro de investigación oceanográfico y biológico.

Desierto cerca de Bahía de Ángeles, en el golfo de California

Todos estos procesos redundan en paisajes marinos muy diferentes: humedales costeros, llanuras de marea, zonas coralinas en torno al cabo Pulmo y zonas mucho más profundas debido al origen geológico del rift del Golfo de California. En la costa abundan los leones marinos, mientras que bajo el agua se cuentan 900 especies diferentes. Entre los peces destacan las críticamente amenazadas lubinas gigantes y totoabas, dos enormes especies pescadas hasta casi su exitinción. Esta pesca está muy limitada o prohibida, pero la enorme extensión del Golfo de California y los escasos medios de las numerosas áreas protegidas hacen la labor muy complicada. La pesca de la totoaba es además causa de las accidentales capturas de las vaquitas, el mamífero marino más carismático y amenazado del golfo, hoy limitado a unos pocos ejemplares. La vaquita es un cetáceo, como muchas otras especies que se reparten entre delfines y ballenas, incluidas especies también amenazadas como el rorcual común, el cachalote o el mayor animal del planeta, la ballena azul.

Toda la región de Baja California es especialmente popular entre los turistas estadounidenses, así que las infraestructuras y posibilidades son múltiples. Cabo San Lucas actúa como ciudad de entrada por su aeropuerto. Además del turismo de playa hay una infinidad de actividades acuáticas: snorkel, buceo, avistamiento de cetáceos, pesca, kayak, etc. Entre La Paz y bahía Loreto es donde se encuentra la mayor disponibilidad de cruceros de una semana de duración, aunque también los hay más largos llegando desde Puerto Vallarta, San Diego e incluso Los Ángeles. De enero a abril es cuando mejores oportunidades para avistar ballenas tendremos y por tanto la mayor oferta de cruceros. Si queremos complementar viendo los desiertos en islas y costas, algunos cruceros hacen excursiones de días completos por distintos lugares.

Fotos: Peter West Carey / Bill Gracey

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