Navigation Menu
Acantilados fosilíferos de Joggins

Acantilados fosilíferos de Joggins

Nueva Escocia (Canadá)

Bosques petrificados


El carbón es una roca que tiene la particularidad de ser combustible, lo que multiplicó su demanda durante la Revolución Industrial. Su formación parte de materia vegetal calentada y presionada durante millones de años, por lo que indica periodos formativos marcados por la abundancia de bosques. Es lo que caracterizó al periodo denominado precisamente Carbonífero, finalizado hace unos 300 millones de años con el colapso de los bosques pluviales que cubrieron el planeta durante sesenta millones de años. En aquella época se alcanzó el pico de oxígeno en la Tierra y la evolución animal se benefició, conquistando definitivamente el medio terrestre. En Norteamérica se reconocen dos subperiodos del Carbonífero, siendo el Pensilvánico más reciente. Recibe este nombre por las extensas y gruesas capas de carbón en este estado norteamericano. Sin embargo, son quince kilómetros de litoral de Nueva Escocia los que atesoran más historia geológica y paleontológica. Desde comienzos del siglo XIX, en los acantilados de Joggins se descubrieron cientos de fósiles que ayudaron a entender este periodo geológico e impulsar la teoría de la Evolución.

Raíz fosilizada de Stigmaria hallada en Joggins

Joggins está situado en el noreste de la bahía de Fundy, que separa Nueva Escocia del resto de Canadá continental. Su nombre, puesto por los indígenas micmac, hace referencia a la fauna marina de la región, pero no fue esto lo que interesó a los colonos europeos, sino el carbón. Hay constancia de su conocimiento y explotación temprana desde el siglo XVII, aunque la primera mina tuvo que esperar a 1819. Con el tiempo, esta actividad facilitó la llegada del ferrocarril y el nacimiento de una ciudad. Ambos declinaron tras el fin de la actividad minera a mediados del siglo XX. Los fósiles de los acantilados llamaron la atención poco después de la apertura de las minas. Una particularidad de Joggins, su fortísimas mareas, los dejaba expuestos en la orilla tras arrancarlos del litoral. Estos fósiles, fácilmente obtenidos, se complementaron con los hallados durante la actividad minera, de forma que Joggins fue creando un nutrido repositorio de fósiles de la era Carbonífera. En 1835 se formó el primer equipo dedicado a su estudio, pero el impulso llegó de la mano de Charles Lyell, que visitó Joggins en 1842 y 1852.

Lyell, uno de los geólogos más influyentes en la formación de esta disciplina, fue además amigo cercano de Charles Darwin. Esta relación hizo de Joggins un foco más de prueba para las teorías de Darwin, que utilizó el registro de hallazgos en su obra dándole al lugar el sobrenombre de las Galápagos de la era Carbonífera. Aunque Lyell dio resonancia mundial a Joggins, el verdadero artífice del catálogo de fósiles fue su alumno William Dawson, que en 1852 hizo el descubrimiento más relevante de Joggins con el Hylonomus, considerado el primer reptil de la historia. Décadas después, en Joggins se descubrieron también los fósiles más antiguos de los sinápsidos, el eslabón biológico entre reptiles y mamíferos. Otro reino con nutrida presencia en Joggins son los artrópodos, que debido a las condiciones climáticas tendieron a un pronunciado gigantismo. Son también reseñables porque dejaron su rastro a través de sus huellas, otro atractivo de Joggins. Destacan las del milpiés gigante Arthropleura. En el reino vegetal podemos encontrar troncos fosilizados de hasta ocho metros de altura.

Acantilado en Joggins

Los quince kilómetros de Joggins entre Downing Cove y Ragged Reef Point están compuestos de acantilados, playas, peñascos y plataformas rocosas. Entre 318 y 303 millones de años atrás, el paisaje era muy diferentes. Se distinguen tres: estuario, blosque pluvial inundable y una llanura aluvial con lagos cubierta por un bosque con incendios recurrentes. Entre los tres contextos, Joggins acumula una larga lista compuesta por más de 150 especies diferentes con gran presencia de plantas vasculares, helechos, anfibios, peces y artrópodos. Entre todas se puede reconstruir perfectamente el aspecto en la era Carbonífera de Joggins, incluida toda la cadena trófica. La zona más productiva en la historia de la investigación de Joggins ha sido el grupo Cumberland, compuesto por capas de sedimentos de casi un kilómetro de grosor. Gracias a las fuertes mareas de la zona y a las continuas investigaciones, el número de fósiles y especies crece continuamente.

Joggins está situada a unas tres horas de Halifax, capital de Nueva Escocia. No hay autobuses hasta el lugar, así que lo más conveniente es alquilar un vehículo. Lo ideal es dirigirse al centro de interpretación, que ofrece paseos guiados por la playa entre los meses de mayo y octubre. Estos varían en dificultad y duración, pero tienen en común el acceso a la galería interpretativa. En nuestra planificación es imprescindible tener en cuenta las mareas, que pueden permitir o no el itinerario pensado: cuanto más baja, mejor. Es más que posible que nos crucemos con algún fósil, pero está terminantemente prohibido llevárselo de recuerdo incluso para los investigadores autorizados, que son habituales.

Fotos: James St. John / Dolan Halbrook

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.