Legado roto
No se puede decir que la Noche de los Cristales Rotos de 1938 fuera el primer pogromo alemán contra los judíos. La historia venía de muy lejos, siendo referencia la primera Cruzada o Cruzada Popular. En 1096, una turba de campesinos hecha ejército decidió, impulsados por un conde de Renania, arrasar las comunidades judías de ciudades como Espira, Worms y Maguncia. Estas tres, corazón de la Alemania judía, reunieron a sus líderes como hicieron sus vecinos franceses en el tratado de Takkanot. Justo un siglo después de la masacre, los judíos alemanes de las ciudades SchUM refrendaron estos acuerdos y los ampliaron en Maguncia. Necesitaban gestionar tanto las cuestiones internas como las habituales afrentas externas que la comunidad debía soportar. Estos decretos influyeron en los cuerpos legislativos judíos de toda Europa y situaron a las ciudades SchUM como punta de lanza de numerosas comunidades judías. De esta era medieval se conservan en las ciudades sinagogas, centros comunitarios, baños rituales, escuelas, cementerios, etc.
SchUM es un acrónimo formado por las iniciales de las tres ciudades del Rin en idioma hebreo: Shpira, Vermayza y Magentza. Fue el corazón de los judíos asquenazíes, que se expandirían por Centroeuropa. Más complicado es trazar sus orígenes, quizá en el sur de Europa. Se fueron estableciendo en varias ciudades del Rin, empezando por Maguncia en el siglo X. La comunidad giraba en torno a la figura del rabí Gershom, cuyas enseñanzas influyeron en las ciudades SchUM durante siglos. La relación de Maguncia con su comunidad judía fue muy variable y los pogromos se alternaron con épocas de permisividad. Todo saltó por los aires en la Noche de los Cristales Rotos, cuando la comunidad judía de Maguncia fue arrasada junto a todo su patrimonio. Solo se salvó el cementerio judío o Judensand, fuera del centro medieval. Está dividido en dos partes: las tumbas medievales, unas 180, fueron recuperadas en distintos puntos y reunidas aquí. Las tumbas posteriores, unas 1.500, están en su lugar original.
Poco después de Maguncia, Worms se convirtió en la segunda ciudad de referencia de los judíos asquenazíes. Su cementerio está considerado el más antiguo in situ de los judíos europeos y cuenta con más de 800 lápidas medievales y una sala Tahara. Aunque ha sido reconstruida, estaba dedicada a la limpieza espiritual de los cuerpos. En Worms sí sobrevivieron los componentes de su principal sinagoga, considerada la más antigua de Alemania. En realidad, la que vemos es producto de sucesivas reconstrucciones, la última tras el nazismo. El estilo principal proviene del siglo XII y está marcado por el románico, aunque tiene añadidos góticos. A su lado se encuentran la sinagoga destinada al culto de las mujeres, muy influyente en otras en la región; un centro de estudios o yeshiva; una sala comunitaria que ha conservado sus cámaras subterráneas y algunas paredes sobre las cuales se ha levantado un edificio moderno; y finalmente un mikve, zona de baños espirituales, que se conserva en su estado original medieval.
La comunidad judía de Espira se formó varias décadas después de las otras dos ciudades SchUM, de donde llegaron varias familias. La figura clave en Espira fue la del obispo Rüdiger Huzmann, que apostó por los judíos por las necesidades económicas que imponía la construcción de su imponente catedral. Esto permitió que los judíos de Espira salieran casi indemnes de la Cruzada Popular y que la comunidad gozara de unas condiciones equiparables a las de los cristianos. Tras un siglo XII relativamente tranquilo, Espira vivió luego los pogromos de Worms y Maguncia con la misma intensidad o más. De hecho, la Noche de los Cristales Rotos la comunidad judía local apenas contaba con un centenar de personas. El conjunto formado por sinagoga, sinagoga femenina, mikve, yeshiva y patio comunal fue atacado. Original en gran parte del siglo XII, construido por las mismas manos que la catedral cristiana, del conjunto apenas restan el mikve y parte de las dos sinagogas, siendo el resto un mero sitio arqueológico.
Las tres ciudades SchUM se encuentran en una de las zonas más pobladas de Alemania, al suroeste de Fráncfort. Están muy cerca entre sí, poco más de una hora desde Maguncia a Espira. Esta es la más preparada de las tres para el creciente turismo gracias al museo SchPIRA, en el que se incluyen los restos medievales judíos. También hay tours guiados por la ciudad rememorando la historia de la comunidad judía. En Worms podemos visitar la sinagoga, reabierta al culto desde hace años, el museo judío y el cementerio. Es importante respetar la norma de que los hombres han de taparse la cabeza y en el cementerio hay que seguir escrupulosamente los senderos marcados. Finalmente, en Maguncia el único componente medieval, su cementerio, no está abierto al público. Podemos visitar, en su lugar, la flamante nueva sinagoga.
Fotos: Dietrich Krieger / Nemracc
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