Verde tras la guerra
El rift Albertino, rama occidental de la fractura que está partiendo África en dos, está flanqueado por lagos. Es un tazón densamente poblado en sus llanuras, por lo que las zonas más verdes quedan en las montañas. Su selva montana es una de las más ricas del planeta por su valiosa biodiversidad, aunque también lo ha pasado mal. La explotación debido al exceso de población, la ausencia de control gubernamental y de remate desastres humanitarios como la guerra civil de Ruanda, que implicó el desplazamiento de personas y propagación del problema a sus vecinos, han dañado profundamente esta ecorregión. En los últimos años se está aumentando la superficie de sus Parques Nacionales, aunque hablamos todavía de un modesto 10%, más o menos, de la ecorregión. Una de las reservas más extensas y estrictas es Nyungwe, protegida desde tiempos coloniales. Esto no evitó, no obstante, que aquí se extinguieran especies de referencia como los elefantes, búfalos y leopardos. Hay planes para reintroducirlos y devolver a esta rica región la cúspide de su valiosa biodiversidad.
El suroeste de Ruanda alberga tres zonas de esta ecorregión de selva montana: Nyungwe, Cyamudongo y Gisakura. De las tres, la más extensa con mucho es la primera, dando nombre a uno de los Parques Nacionales más relevantes de Ruanda y su mayor superficie de selva montana. Hablamos de una ecorregión que se sitúa entre los 1.500 y 3.000 metros cuyas aguas riegan las cuencas de Nilo y Congo. De intensa pluviosidad, la zona oeste es todavía más húmeda, mientras que el sur alberga además una zona de bambú llamada Nshili. En el oeste, una región a menor altitud, se encuentra también un valioso humedal, el pantano de Kamiranzovu. Son 1.300 hectáreas que lo convierten en la mayor turbera de todo África, una zona de densa humedad que preserva el archivo de polen de la región de los últimos 300.000 años. El resto de la región está cubierta por una densa selva dominada por enormes árboles. Se amplía en Cyamudongo y Gisakura con especies específicas que no están en Nyungwe.
En total hay unas 1.500 especies de plantas vasculares, una de cada seis endémicas del rift albertino. La variedad de ecosistemas, la interacción entre ellos y su evolución a lo largo de los cambios climáticos hacen de Nyungwe un lugar privilegiado para entender la flora del rift albertino. Esta biodiversidad se extiende a la fauna, con un endemismo también muy acentuado. Son 32 especies de anfibios, 38 reptiles, 85 de mamíferos y más de 300 de aves. Entre estas destacan las poblaciones del pantano de Kamiranzovu como el zarzalero de Grauer y otras vulnerables como el loro gris. Extinguidos hace pocos años los mamíferos de mayor tamaño, en Nyungwe se han conservado con éxito catorce especies de primates, una de cada cuatro presentes en África, muchas en situación vulnerable o amenazada. Son especialmente relevantes por su tamaño y conservación las poblaciones de chimpancés y colobos angoleños.
Aunque fue legalmente establecido en 2004, la historia de conservación del Parque Nacional de Nyungwe viene de atrás. En 1933, la colonia belga estableció una primera zona de protección ante la rápida conversión de bosques en zonas de pasto. Se prohibió la tala masiva, pero la zona siguió siendo explotada localmente por las comunidades que viven alrededor. Tras la independencia, la superficie se redujo por incendios, reconversiones y caza. El primero en extinguirse fue el búfalo, mientras que el elefante resistió hasta después de la guerra civil ruandesa, cuando en 1999 se cazó el último ejemplar. La guerra y sus consecuencias fueron fatales para la conservación de Nyungwe durante los 90, pero luego llegaron el nombramiento y los planes de reintroducción. Actualmente, las principales amenazas son el tráfico rodado que se mantiene en su interior y la minería, aunque ilegal.
Rodeado de zonas densamente pobladas, una de las claves para el porvenir de Nyungwe es la conciliación con estas comunidades, para lo cual el turismo puede ser clave. Tras años en segundo plano por la guerra, Ruanda está volviendo a los circuitos de turismo de naturaleza y Nyungwe es uno de sus principales atractivos. El aeropuerto de Kamembe, conectado con la capital Kigali, es la forma más rápida de llegar, pues por tierra son unas cinco horas hasta Uwinka, centro de visitantes. Junto al Parque Nacional de los Volcanes es la zona más visitada del país, así que estará disponible en distintos tours por el país. Las dos principales actividades en el Parque son hacer un paseo por la copa de los árboles y sobre todo las rutas senderistas para avistar chimpancés. Hay dos grupos habituados a los humanos, uno en Nyungwe y otro en Cyamudongo. La lluvia es abundante todo el año, pero da un ligero respiro entre mayo y septiembre.
Fotos: AlexMiller12345 / G.R. Vande weghe
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