Paraíso artificial para aves
Sir Peter Scott, uno de los conservacionistas y ornitólogos más eminentes del siglo XX, amén de ser uno de los fundadores de WWF, dijo del Parque Nacional de Keoladeo que este era el mejor lugar del mundo para contemplar avifauna. No lo decía en balde: Keoladeo, situada en el este de Rajastán, es un humedal creado artificialmente por el hombre en la árida planicie del Ganges. Esto ha provocado que multitud de aves se cobijen en sus límites, tanto aves migratorias como otras que anidan aquí perennemente gracias a la constante presencia de agua. Conocido como ghana por los locales, que significa matorral, la propia naturaleza y localización de Keoladeo lo convierten en un Parque particularmente difícil de gestionar. Actualmente, Keoladeo está pasando por momentos complicados. Su aportación a la biodiversidad de la India está en juego.
La historia de Keoladeo, al contrario que la de otros sitios naturales que se han formado a lo largo de miles y millones de años, no tiene más de 250 años de historia. En el siglo XVIII, un maharaja afincado en Bharatpur decidió crear un pantanal para prevenir riadas y crear zonas de pastoreo. En la confluencia de los ríos Gambhir y Banganga creó una serie de diques y embalses que inundaron el territorio. Poco a poco, los pájaros aprendieron que esta zona era ideal para pasar los inviernos y el humedal se llenó de todo tipo de aves. Por eso mismo, desde mediados del siglo XIX se hizo común que la zona fuera utilizada para cazar pájaros. Los maharajas locales organizaban cacerías invitando a las autoridades británicas. En los años 60, la costumbre declinó y desde 1971 el sitio está protegido como santuario de avifauna. En 1982 se aumentó la protección de la zona al prohibir el pastoreo del ganado local, lo que generó fuertes resistencias y tensiones que llegaron a provocar ocho muertos en las protestas. Paradójicamente, se está recomendando permitir el pastoreo controlado para poder recortar zonas de altísimo césped que impiden la inundación de algunas zonas.
No es el único problema del Parque. Además de la amenaza constante de flora exótica, Keoladeo no tiene un cinturón de protección exterior por su propio origen y para frenar a las comunidades locales se ha levantado una valla de dos metros. El Parque es así una isla de vegetación en un entorno semiárido. Además de zonas de bosque, matorral y césped, en sus mejores momentos el humedal cubre un tercio del Parque. Sin embargo, hay un serio problema de sequía que se ha estado acrecentando con los años. Hay momentos en que la poza de Ajan es el único reducto de agua. Aunque se utiliza para llenar otras áreas y proteger así semillas y esporas, no es suficiente, más aún cuando el propio agua de Ajan está sufriendo contaminación por pesticidas. La degradación del humedal de Keoladeo ya está provocando que algunas comunidades de aves aniden en otras zonas donde están menos protegidas y son más susceptible de ser cazadas.
Más de 370 especies de aves se han registrado en Keoladeo. Entre las acuáticas destacan las garzas, cigüeñas y cormoranes. Aquí anida la grulla sarus, el ave voladora más grande del mundo. También lo hacía la grulla siberiana, un ave migratoria cuyo último ejemplar en Keoladeo se vio en 2002 y está en grave peligro de extinción en China, su último bastión. Hay un proyecto conjunto con Rusia y China que de momento no ha dado resultados. Los peces son también abundantes en cantidad y variedad: suponen la base alimentaria de muchos pájaros. Entre los mamíferos abundan los toros azules, los ciervos moteados y los sambar. Ya no queda ningún gran depredador en el parque, así que los peligros pueden venir de los reptiles: hay abundantes víboras Russell, las que producen más muertes humanas.
Bharatpur es la puerta de entrada al Parque y donde están todos los servicios. Su situación dentro del triángulo formado por Delhi, Agra y Jaipur hace que esté a mano de otros destinos. Queda especialmente cerca de Agra, a algo más de una hora. No obstante, el principal flujo de turistas, que son unos 100.000 al año, es de aficionados a la ornitología de todo el mundo. Vienen expresamente a Keoladeo por su potencial para disfrutar de la avifauna. Acuden en masa de octubre a febrero, cuando las migratorias pasan el invierno en el Parque. Ir fuera de temporada hace que la visita pierda mucha parte de su sentido. Existen un par de acomodamientos en el interior, pero lo más habitual es acercarse a un punto en coche y continuar luego en bici o rickshaw. Es muy buena idea ir acompañado de un guía que conozca bien los lugares predilectos de los pájaros y en nuestra maleta sería imperdonable no incluir los prismáticos y/o el teleobjetivo.
Foto: Peter Steward / Karthik Dwarakanath
Comentarios recientes