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Alpes suizos Jungfrau-Aletsch

Alpes suizos Jungfrau-Aletsch

Berna y Valais (Suiza)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 25 04, 2018
  • Category:

Alpes en contracción


Una de las señales de alarma del cambio climático es el estado de muchos glaciares. Los datos no dejan mucho lugar a la duda: multitud de ellos están contrayéndose. Esto, que forma parte de los ciclos habituales de los glaciares, se está produciendo a una velocidad inusual. En los Alpes, la situación es especialmente dramática. La mitad de superficie de los glaciares ha volado en el último siglo; un quinto en los últimos quince años en el caso de los glaciares suizos. Una de las zonas que más glaciares acumula en esta región es la de los Alpes berneses, entre los valles de los ríos Aar y Ródano. El punto más alto aquí es el Finsteraarhorn con sus 4.274 metros. Al oeste de este macizo se expanden muchas otras montañas y glaciares que conforman una de las zonas ecológicas más relevantes de la cadena montañosa. Es el área protegida de Jungfrau-Aletsch, que incluye las cuencas glaciares de Aletsch, Fiescher, Aar y Grindelwald. Juntos superan las 30.000 hectáreas.

Vista del glaciar Aletsch

La zona protegida se encuadra entre el Oberland de Berna en el norte, zona muy turística, y otro foco turístico cerca de Brig. Dos lagos lo limitan por los lados: Oeschinen en el oeste y Grimsel en el este. Es una zona de gran altitud: más de la mitad de la superficie está por encima de los 2.600 metros y hay nueve picos de roca cristalina o caliza por encima de los 4.000. La zona es seccionada en dos por una sucesión de picos entre los que destaca el Jungfrau. Esta cadena divide también el destino de las cuencas fluviales: hacia el norte fluye el Aar a su encuentro con el Rin y hacia el sur el Ródano, que desembocará en el Mediterráneo. La cordillera marca también el clima en sus distintas caras: más lluvioso el norte y menos el sur. Esta recóndita zona de los Alpes empezó a ganar fama en el siglo XIX. Algunos alpinistas se fijaron en estos picos: en el 1811 se coronó el Jungfrau y, al año siguiente, el Finsteraarhorn. El Bietschhorn, más bajo pero más complicado, tuvo que esperar a 1859.

No obstante, el turismo explotó a comienzos del XX, sobre todo en el norte. En 1912, tras 16 accidentados años, se acabó el ferrocarril del Jungfrau, un auténtico hito en la historia de este medio de transporte. Son algo más de nueve kilómetros de vía desde Kleine Scheidegg que dejan a los visitantes en el paso de Jungfrau, a 3.454 metros. Más de un siglo después continúa siendo la estación más alta de Europa. Aquí se concentra la contenida actividad turística que hay Jungfrau-Aletsch en comparación con el resto de los estresados Alpes: aunque sea incomprensible, no mucha extensión de los Alpes está protegida. Jungfrau-Aletsch sí lo está para proteger a sus glaciares, auténtico corazón del área. El de Aletsch destaca con sus 23 kilómetros, que lo convierten en el más largo de Europa. Tiene además hasta 900 metros de grosor en la zona de Concordia, donde se junta con otros tres. El Fiescher es el segundo en longitud de los Alpes y el de Jungfrau oeste forma las espectaculares cataratas subterráneas de Trümmelbach.

Pico Jungfrau en los Alpes suizos

El 80% de la superficie es nieve o roca, así que la biodiversidad tiene poco espacio, pero el que hay es aprovechado por especies muy valoradas. Hasta 1.800 especies de plantas vasculares se encuentran aquí en regiones de bosque, matorral o pradera alpina. El determinante principal de la biodiversidad es la altitud y la orientación, cambiando mucho entre norte y sur. La zona boscosa está dominada por el pino suizo y la pícea común. Destaca especialmente el bosque que queda entre el glaciar Aletsch y la línea de árboles, que se lleva estudiando más de cien años según el glaciar se ha contraído. La fauna es la común en los Alpes, con mamíferos como rebecos, cabra alpina, ciervos, liebres, zorros, marmotas, armiños y el reintroducido lince europeo.

Esta región es muy visitada por el norte, desde la zona de esquí de Grindelwald y la localidad de Interlaken. En esta última podemos iniciar el escénico viaje en tren que nos deja en el paso de Jungfrau. El tren cuenta con más de medio millón de pasajeros anuales. La mayor parte del recorrido se hace bajo un túnel que tiene dos estaciones subterráneas con ventanas para contemplar las vistas. Al llegar al final podemos visitar el edificio Top of Europe o el observatorio Sphinx, con grandes vistas ambos. Podemos optar por hacer un trekking corto; el del refugio de Mönchsjoch es buena opción. Por el sur podemos llegar al glaciar de Aletsch a través de las localidades de Belalp, Riederalp y Bettmeralp. Las tres son accesibles en teleférico desde Mörel. Del mismo modo podemos llegar a los picos Bettmerhorn y Eggishorn, que ofrecen vistas espectaculares del glaciar. Si queremos penetrar más en el interior de Jungfrau-Aletsch hay que estar bien preparado y dormir en alguno de los refugios que existen.

Fotos: Jo in Riederalp / Earth explorer

    2 Comments

  1. hola ,
    muy interesante y util la pagina , les consulto que tipo de camara ( marca, modelo, caracteristicas o lo que crean saber )usaron para tan buenas tomas y que previsiones me dicen de tener al usarlas en zonas tan altas y frias . vi algunas camaras pero no se su real utilidad y necesidad para estos lugares tan extremos estoy por comprar una y desconozco sobre el tema . gracias !!!!

    • Buenas Enrique, gracias por tu visita. Desgraciadamente no te puedo ayudar, porque las fotos son de Wikimedia Commons en ambos casos, como tienes en los enlaces, y no propias. Personalmente tengo una Nikon y nunca me ha dado problemas en altura. Suerte con tu compra!

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