Costa Rica resumida
Desde hace un tiempo, Costa Rica se ha convertido en el paradigma de la conservación medioambiental. Apostando por la conservación con más de 25 Parques Nacionales, se ha erigido como punto fundamental en el ecoturismo mundial. Esta protección, antepuesta a otros intereses desarrollistas más habituales en sus vecinos, ha permitido que proliferen los santuarios de especies amenazadas y que todos los hábitats centroamericanos tengan su hueco. Esto último es también posible por su geografía, que combina la vegetación pacífica y caribeña sumando además varias cadenas montañosas. De todo ello tenemos muestra en el Área de Conservación Guanacaste. En apenas unos kilómetros pasamos de fantásticas playas del Pacífico con zonas marinas protegidas hasta volcanes como Rincón de la Vieja a casi 2.000 metros. La cara este de Guanacaste muestra vegetación típicamente caribeña marcada por las selvas, mientras que la cara oeste junto a las montañas de Santa Elena y Santa Rosa son vitales para el bosque seco centroamericano. Todas las zonas suman 100.000 hectáreas terrestres y 50.000 marinas en las que se acumulan 230.000 especies.
En la costa, Guanacaste comienza con la extensa y montañosa península Santa Elena. Al sur de esta protegidísima península se encuentra el golfo Papagayo, principal zona marina protegida. En él se encuentran islas como Murciélago o Colorada, paraísos para buceadores. Mucho más al norte, casi en la frontera nicaragüense, está la isla Bolaños, santuario de avifauna donde anida el ostrero americano. El Parque Nacional Santa Rosa sirve de pasillo ecológico para llegar a la cordillera Guanacaste, en el interior. Extendida de noroeste a sureste, es una de las cadenas de orogenia más antigua en Costa Rica, aunque está en constante cambio por la actividad volcánica. En la parte cercana al mar no llega a los mil metros que van a más hasta alcanzar techo en el Miravalles a 2.028 metros. Poco menos tiene el icónico y visitado Rincón de la Vieja, con actividad casi constante. En la cordillera nace el río Tempisque, uno de los principales del país. Es el principal accidente hidrológico de un Área de variable, pero siempre intensa pluviosidad.
La variedad de ecosistemas en Guanacaste se refleja en su extraordinaria biodiversidad, toda una muestra costarricense. Dos de cada tres especies nacionales están presentes. En el Pacífico estamos ante la zona de mayor conservación y riqueza de Centroamérica, incluyendo una enorme playa en la que desovan las tortugas oliváceas en las denominadas arribadas. En tierra, Guanacaste posee varios humedales y bosques tropicales, pero es especialmente relevante por sus bosques secos. Su principal característica es la presencia de una prolongada estación seca con fuertes vientos que marcan su flora con los únicos bosques primarios de su clase en Centroamérica. Solo son comparables en su extensión el Parque australiano Kakadu y el tailandés Thung Yai-Huai Kha Khaeng. Estos bosques y los tropicales albergan gran cantidad de fauna. La mayoría es invertebrada, con sobresalientes ejemplos como 20.000 especies de escarabajos, pero hay una generosa cantidad de mil vertebrados. Además de ser corredor de aves migratorias hay valiosos mamíferos como el tapir, felinos y primates: monos araña y aulladores, jaguares, pumas, etc.
Toda esta protección se ha conseguido paulatinamente sumando parches en forma de Parque Nacional, Refugio de vida, estaciones experimentales, etc. La región ha complementado así la actividad humana, que en Guanacaste está entre las más antiguas de América. En las faldas del volcán Orosí hay restos de cerámica de 3.500 años. Posteriormente, la cultura chorotega dominó la zona relacionándose con las civilizaciones mexicanas. La región fue explorada por los colonos españoles en 1522 y unos años más tarde los indígenas fueron repartidos en encomiendas. Estas fincas agrícolas o haciendas proliferaron en la región, siendo el principal ejemplo Santa Rosa. Fundada y expandida durante los siglos XVII y XVIII, en el XIX fue escenario de una relevante batalla en la que Costa Rica detuvo el avance del ejército filibustero estadounidense que había actuado en Nicaragua.
Liberia, antiguamente conocida como Guanacaste, es la capital provincial. Tiene aeropuerto, pero mucho turismo llegará por la carretera interamericana, que parte el Área de Conservación en dos. Al norte quedan las zonas protegidas, mientras que la más turística está al sur. Son las playas de Guanacaste, en la península Nicoya. Entre los Parques, el más visitado es Rincón de la Vieja, muy cerca de Liberia. Podemos hacer trekking, ir a caballo y disfrutar de piscinas termales. Un poco más al norte, aunque menos visitado, en el sector Maritza de Guanacaste podremos ver un buen ejemplo de bosque seco. A escala nacional, la hacienda Santa Rosa y su Parque son bastante visitados y las islas Murciélago son un punto de buceo no precisamente asequible, pero fantástico. De noviembre a mayo es estación seca en Guanacaste.
Fotos: cyph3r / Geoff Gallice
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