Jerarquía esférica
Una esfera de piedra o petroesfera es toda escultura manufacturada a propósito que tiene, claro, forma esférica. Aunque el material de base puede asemejarse a una, el tratamiento es imprescindible para diferenciar las petroesferas de megaesferulitas, producidas por la acción erosiva natural. En el mundo existen muchas culturas que han esculpido petroesferas de todos los tamaños, materiales y formas imaginables con motivos también variados. Ninguna iguala a los diquís, principales candidatos para la autoría de las Esferas de Piedra del delta del río costarricense Térraba. Su perfección, número, tamaño y densidad no tienen igual en el planeta. Además, pese a sus saqueos históricos, gracias a su enterramiento natural bajo capas de sedimentos muchas de las que se conservan lo hacen en sus sitios originales. Son los asentamientos cacicales que estos indígenas gobernaron unos mil años, hasta la llegada de los colonos españoles. Estas sociedades son de por sí relevantes históricamente por su complejo sistema social, económico y político.
En un país de ríos menores por su tamaño y relieve, el Grande de Térraba es el más largo y sobre todo la mayor cuenca. Dio nombre a la cultura Diquís, que así llamaban al río, traducido como agua grande. Su delta fue ocupado al menos desde el 1500 a.C., cuando se inicia el denominado periodo Sinancrá, prolongado hasta el 300 a.C. Esta primera fase no ve la elaboración de petroesferas, que parece iniciarse en el siguiente periodo, Aguas Buenas. No obstante, esta etapa está marcada por otro tipo de escultura como cilindros de piedra y estatuas antropomorfas. Iniciada en el año 800, la etapa Chiriquí se caracteriza por dos rasgos: la constitución de una férrea sociedad jerárquica basada en los cacicatos y la elaboración de centenares de petroesferas que hacen famoso al delta. El río Térraba y sus afluentes sirvieron como vía de comunicación para los cacicatos, entre los que había distintos estatus reflejados en el tamaño de sus asentamientos. El río y sus crecidas también forzaron la mudanza habitual de estos asentamientos que alcanzaron hasta treinta hectáreas de extensión.
Esta belicosa sociedad estaba dirigida por un gran cacique que poco pudo hacer ante la llegada de los conquistadores españoles. Los diquís fueron asimilados y sus sitios abandonados. Afortunadamente para la arqueología, la propia naturaleza del lugar permitió la conservación de otros sitios. Al estar levantados sobre depósitos aluviales tendentes a la inundación, varios fueron enterrados en el lodo y quedaron ocultos. Cuando, en los años 30 del siglo XX, el delta de Térraba empezó a apostar por la agricultura intensiva de bananas, se horadaron multitud de canales que cada poco se topaban con un asentamiento diquís más. Cada nueva plantación era precedida de catas y excavaciones arqueológicas, aunque lamentablemente muchos asentamientos diquís fueron posteriormente víctimas del saqueo. Algunos lugares se salvaron y sirven hoy como representación de las Esferas de Piedra. El principal es Finca 6, probablemente un cacicato mayor, al que se suman otros bien conservados como Batambal, El Silencio y Grijalba-2.
Todos comparten estructuras: montículos de tierra protegidos por muretes de guijarros, restos de caminos, plazas abiertas y al menos una gran Esfera de Piedra. El diámetro de estas oscila entre unos centímetros hasta los dos metros y medio. La mayoría están realizadas en piedras duras como granito y gabro, aunque algunas son de caliza. Lo que desde su descubrimiento ha resultado una incógnita imposible de desvelar es su motivo. Dada su aparente no funcionalidad, las principales hipótesis apuestan por su simbología, ya sea en un contexto religioso o como símbolo de estatus. También se han sugerido conexiones astronómicas debido al alineamiento de algunas petroesferas, como sucede en Finca 6. Este sitio multifuncional fue asentamiento, necrópolis y zona monumental. En los otros sitios destacan la posición elevada de Batambal en las montañas, una esfera de 24 toneladas en El Silencio y los numerosos montículos y caminos de Grijalba-2.
Costa Rica es un país famoso por su ecoturismo y sus muchos y variados Parques Nacionales, mientras que el turismo cultural está por explotar. Así ocurre en el sureste del país, en la zona del delta de Térraba, donde los viajeros llegan con vistas a visitar la bahía Drake y el Parque de Corcovado. En el traslado a esta zona se pasa por el delta y es el momento idóneo para incluir la visita a Finca 6, al que si vamos por libre podemos llegar en autobús desde Palmar Norte. El sitio tiene un moderno museo que da la bienvenida al recorrido exterior, donde podremos ver las esferas. Fuera de la estación seca, de diciembre a abril, el sitio puede estar anegado y cerrado. El Museo Nacional de San José alberga varias de las Esferas de Piedra no in situ más relevantes, además de otras piezas de la cultura diquís como estatuas de piedra y orfebrería de oro.
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