Mar de farallones
En la topografía kárstica se distinguen dos elementos visualmente diferentes: el fencong se caracteriza por agrupaciones de picos de cierta pendiente y el fenglin forma torres muy verticales separadas entre sí. Si una zona con abundante fenglin es inundada, el resultado es muy similar a la bahía de Ha Long, uno de los paisajes más famosos del planeta. Más de 1.600 islas e islotes se agolpan en una región que continúa hacia el norte por Bai Tu Long y hacia el sur con la isla Cat Ba. Esta amplia zona tiene su origen geológico hace 500 millones de años, pero lo que vemos hoy se lleva gestando veinte. Distintas fuerzas tectónicas y erosivas han ido perfilando hasta que hace unos 8.000 años el fin de la Edad de Hielo trajo el aumento del nivel del mar y la inundación de la llanura kárstica que sostiene los cientos de torres. Aunque hay restos de presencia humana desde hace mucho, la verticalidad y sustrato han evitado que muchas se habiten, por lo que a la belleza de Ha Long hay que añadir la relevancia ecológica.
Ha Long es un lugar único en el que se mezclan varios factores que hacen posible este paraíso de islotes que reciben sus nombres de sus extrañas formas. Partimos de varias capas de gruesa y dura caliza gris, emergidas cíclicamente y susceptibles a la erosión. En la última era, con Ha Long en una región tropical y elevada tectónicamente, la bahía se ha terminado de perfilar. Los fenglin emergen unos 50-100 metros del mar con apenas unos metros de ancho. En sus laterales, las hendiduras apenas dejan hueco para algún detalle verde, mientras que la cima es coronada con vegetación. Los fenglin no son el único fenómeno. En costa e islas hay dolinas inundadas que forman lagos y en las islas abundan cuevas con orígenes geológicos diversos. Uno propio de Ha Long son cuevas recientes de techo pulido formadas por el mar a partir de hendiduras. Son las más recientes, mientras que otras más antiguas son más grandes, como Hang Dau Go. Lagos y cuevas se unen ocasionalmente formando laberintos submarinos.
El paisaje en Ha Long es tan cautivador que es complicado ir más allá y fijarse en su papel ecológico, pero la riqueza natural de los 120 kilómetros de costa y 1.500 kilómetros cuadrados es muy relevante. En tierra, el ecosistema está marcado por el clima tropical causante del manto verde, incluyendo siete especies endémicas, de islas como Ba Mun y Cat Ba. El Parque Nacional Cat Ba atrae la mayor parte de mamíferos y las cuarenta especies de aves. Entre los primeros destaca el curioso langur de cabeza blanca, cuya subespecie de Ha Long está amenazada con solo un centenar de ejemplares. Otros primates se han adaptado tanto a Ha Long que no es raro verlos dentro de cuevas, aunque estas son territorio especialmente habitado por murciélagos. Camino del agua abundan las zonas de manglar y en el agua hay un tercio cubierto por coral. Habitan la zona más de cien especies de peces, más muchas especies de moluscos como las ostras.
La peculiaridad del paisaje de Ha Long ha maravillado a los vietnamitas desde hace siglos. Hay referencias al dragón que desciende, como se traduce, en múltiples escritores. Arqueológicamente hay constancia de presencia humana desde antes de que el mar inundara la bahía. La cultura Soi Nhu se inicia hace 16.000 años según los registros de la cueva homónima. Era un pueblo marisquero y pescador, una constante que se mantuvo en la cultura Ha Long, con la bahía inundada, y se prolonga hasta hoy. Los vietnamitas han ocupado históricamente el noreste de Ha Long gracias al puerto de Van Don, desarrollado especialmente en los siglos XIII y XIV. Ha Long también ha sido escenario de batallas navales contra China y más recientemente en la Guerra del Vietnam.
La bahía Ha Long es imprescindible en un viaje al norte de Vietnam. La ciudad Halong, a unas tres horas de Hanói y aún en la costa, es la puerta de entrada más conveniente. Aquí podremos contratar alguna de las muchas opciones de excursiones si no la llevamos de origen. Las hay desde unas pocas horas a varios días haciendo noche tanto en barco como en la isla Cat Ba, la más turística. Si queremos algo menos masificado podemos ir a Van Don. Entre las islas, además de admirar el paisaje, podremos visitar cuevas, islas y cambiar de transporte utilizando kayak para llegar a zonas más estrechas. Es recomendable acercarse a algún mercado para ver la ingente variedad de marisco y la especialidad local, los caracoles marinos. Mucho más caro, pero inolvidable, es realizar un vuelo escénico por la bahía. Lo puede sustituir en parte la torre de observación en Ti Top. Los meses sin lluvias son marzo, abril, mayo, junio, noviembre y diciembre.
Fotos: IronyMerony / falco
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