Navigation Menu
Bursa y Cumalıkızık: nacimiento del imperio otomano

Bursa y Cumalıkızık: nacimiento del imperio otomano

Bursa (Turquía)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 11 10, 2021
  • Category:

Cesiones del sultán


Los historiadores no se aclaran en cómo fue posible el ascenso del imperio otomano en el siglo XIV. Comenzó cuando el sultanato selyúcida se desintegró, pero entre los candidatos nadie contaba con el líder tribal túrquico Osman. Quizá fueron sus dotes para atraer a renegados del imperio bizantino, pero el caso es que un siglo después se habían instalado en toda Anatolia y los Balcanes, aislando así a Constantinopla. El hijo de Osman, Orhan, capturó el noroeste de Anatolia, incluyendo la ciudad donde trasladó la capital: Bursa. El desarrollo urbanístico de esta ciudad representa otra característica otomana. Aunque no inventaran el concepto de külliye, ellos los usaron intensivamente. Un külliye es un complejo comunal encabezado por una mezquita con edificios públicos como madrazas, hamams, comedores imaret, etc. Cada uno de los cinco sultanes otomanos que gobernaron antes de la conquista de Constantinopla fundaron uno y alrededor de ellos surgieron barrios que dieron forma a Busa.

Gran Mezquita de Bursa

Situada sobre una llanura encajada entre el mar de Mármara y las elevadas montañas Uludağ, Bursa tomó forma bajo el gobierno del rey helenístico de Bitinia, Prusias I, en el 202 a.C. Pasó a manos romanas y bizantinas, pero poco más se supo de esta modesta ciudad hasta que los otomanos la convirtieron en capital a comienzos del siglo XIV. Fue sustituida por Edirne, en territorio europeo, pero hasta la conquista de Constantinopla siguió siendo muy relevante. La cercanía de esta histórica ciudad dañó la influencia política de Bursa, que adoptó un rol más comercial con la seda y especias como protagonistas. Tras una época de declive, Bursa se ha convertido en una ciudad industrial con un área metropolitana de cerca de dos millones de personas. Mientras, en su centro histórico sobrevivieron su decena de külliyes, varios asociados a los sultanes. Estos cedían los terrenos bajo el sistema de donaciones waqf en usufructo a religiosos que levantaban la mezquita y edificios anexos.

En 1855, un terremoto afectó Bursa. Por entonces, el imperio otomano era protagonista en las relaciones internacionales y el incidente impactó a los turcos. Se puso en valor la relevancia histórica de Bursa y se restauraron los principales külliye, aunque la arquitectura civil no tuvo tanta suerte. Los külliye son hoy islas monumentales en medio de un trazado contemporáneo. Si queremos ver una ciudad otomana de diseño original y arquitectura tradicional tampoco hay que irse muy lejos: doce kilómetros al este se encuentra Cumalıkızık, pueblo fundado con el ascenso de Bursa. Forma parte también del sistema wafq, pues este territorio fue cedido a los clanes túrquicos oguz en usufructo. De ahí su sufijo kızık, que identifica estas cesiones de los sultanes. Nada es gratis y los clanes tenían que ofrecer parte de su cosecha. En Cumalıkızık sobreviven 270 casas históricas de madera, adobe y piedras rotas en las que destacan las ventanas de los pisos superiores y detalles en hierro forjado. Sus estrechas calles sin aceras conservan adoquines originales.

Calle en Cumalıkızık

Para ver arquitectura monumental hay que volver a Bursa, donde se encuentran los cinco külliyes de Orhan Ghazi, Hüdavendigar, Yıldırım, Yeşil y Muradiye. El más grande como para recibir el nombre de Gran Mezquita de Bursa es el de Yıldırım, construido por Bayezid I a finales del XIV. Es un ejemplo de arquitectura otomana temprana con influencias selyúcidas. Destacan sus veinte cúpulas sobre un plano rectangular y las inscripciones de las paredes. El simbólico külliye de Orhan Ghazi fue el primero. Se levantó fuera de la muralla bizantina marcando la expansión urbana de Bursa y aloja las tumbas de los dos primeros dirigentes otomanos. Aunque con reconstrucciones, Hüdavendigar tiene el mérito de conservar todos los elementos del külliye original incluyendo los cercanos baños de Eskı Kaplıca. Artísticamente, el otro gran foco de Bursa es Yeşil gracias a su Mezquita Verde, el color de sus azulejos vidriados de Iznik, y su icónica tumba. Por último, en Muradiye destaca el mausoleo familiar con las tumbas de Murad II y once familiares.

Aunque tiene aeropuerto, casi todo el mundo visita Bursa llegando por barco y/o tierra antes o después de Estambul, unas dos horas al norte. Los monumentos están muy dispersos, por lo que es buena idea contratar un coche con conductor o utilizar los populares dolmuş compartidos. Como mínimo conviene visitar la Gran Mezquita y la Mezquita Verde. Si queremos profundizar más necesitaremos todo un día, pudiendo dedicar parte al cercano Cumalıkızık, con sus calles llenas de teterías y comercios. Si hacemos noche es también buena idea terminar el día relajados en una actividad tan turca como un hamam, siendo el más famoso Yeni Kaplica. La seda sigue siendo un producto local de referencia en el bazar Koza Hani. En invierno Bursa es muy frecuentada por las estaciones de esquí de los montes Uludağ, que también en verano proporcionan buenos itinerarios de senderismo.

Fotos: Beñat Irasuegi / Charles Roffey

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.