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Butrinto

Butrinto

Vlorë (Albania)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 20 03, 2018
  • Category:

Arqueología pantanosa


Cuando el imperio otomano empezó a descomponerse a comienzos del siglo XX, una de las pérdidas más tempranas fue el nuevo estado de Albania, independizado en 1912. Como en muchas otras partes, las fronteras son siempre difusas. El sur de Albania sintió que el nuevo estado no iba del todo con ellos, que su pasado se acercaba más a Grecia. Fue así como surgió la formación de otro estado denominado Epiro del Norte. No duró mucho, solo siete años, pero sirvió para que el territorio donde se asienta la antigua ciudad de Butrinto volviera a sentirse griego después de más de 2.000 años. Esta antigua ciudad, situada a solo cinco kilómetros de la frontera, no fue de hecho nunca realmente otomana. Cuando los musulmanes controlaron esta zona, el territorio de Butrinto estaba tan amenazado por los pantanos que la rodean que había sido prácticamente abandonada a su suerte. Se había puesto final a una prolongada historia de dos milenios en la que Butrinto fue sucesivamente griega, romana y bizantina.

Ruinas de Butrinto

La localización de Butrinto fue la razón de su causa y también su abandono. Está estratégicamente situada sobre una pequeña colina mirando al canal de Vivari, que regula la entrada y salida del agua, así como la salinidad, de la laguna de Butrinto. Al otro lado del canal queda otro estrecho, el que separa el continente de la isla griega de Corfú. Butrinto fue fundada alrededor del siglo VIII a.C. por la tribu griega de los caonios, localizados en todo el Epiro y con estrechas relaciones con los corintios de Corfú. Sobre el siglo IV a.C., su estratégica posición la había aupado y contaba con una ciudad fortificada. En el 228 a.C., tanto Butrinto como Corfú formaban ya parte de Roma, aunque el proceso de romanización fue lento. Hubo que esperar al año 31 a.C., cuando Augusto la designó como retiro de veteranos y las cosas cambiaron: la población de duplicó con colonos y aparecieron por fin los clásicos edificios romanos como acueducto, baños, etc. En el siglo III, cuando la ciudad ya había decaído un poco, un terremoto sacudió violentamente la zona.

Butrinto logró reponerse y siguió confiando en su puerto y su estrenado obispado, creado a comienzos del VI. Ataques bárbaros y musulmanes empezaron a sucederse en esta complicada transición al Medievo. Arranca la fase bizantina que duraría hasta la cuarta Cruzada, a comienzos del XIII, cuando la ciudad vuelve a iniciar un continuo cambio de manos. Venecia compró estos territorios en 1386, pero su verdadero interés era controlar Corfú. Entre este favoritismo, la creciente amenaza del empantanamiento y las ocasionales guerras con los otomanos, Butrinto se fue despoblando y su territorio quedó para los pescadores y los olivares. Las labores de arqueología en la zona se iniciaron en 1928 bajo dominio italiano y la dirección de Luigi Maria Ugolini. El gobierno comunista albanés prohibió la participación de equipos extranjeros y fue Hasan Ceka el que heredó las labores. Estas se aceleraron en los años 70 y ampliaron su radio en los 90, recuperando en el proceso restos de todas las épocas.

Basílica mayor de Butrinto

Butrinto está rodeada de un Parque Nacional que protege la ciudad y el complejo hidrológico formado por la laguna y el canal de Vivari. Las ruinas están rodeadas por secciones de muralla con trazas de todas las épocas, incluidas las huellas de un incendio del siglo IX. De época griega, lo más destacable es el teatro del siglo III a.C, bastante bien conservado. Los baños romanos fueron transformados en un baptisterio de origen paleocristiano en el siglo VI, conservando el suelo de mosaico con diseños zoomórficos. De la época bizantina destaca la enorme basílica en ruinas del siglo IX. Se distinguen tres naves con su transepto y un ábside poligonal. El poeta romano Virgilio relacionó la ciudad con Troya al señalar a los troyanos como los primeros ocupantes de Butrinto, pero lo cierto es que nada ha probado esta conexión.

La riviera albanesa es una referencia en el turismo nacional de este país gracias a playas como Pulbardha, el clima y ciudades con servicios como Saranda y Ksamil. Si llegamos desde dentro del país tendremos que hacerlo por tierra. No obstante, buena parte del turismo internacional lo hace desde la isla de Corfú en excursiones de un día. Para ello hay que tomar un ferri a Saranda y de ahí un autobús que nos dejará en Ksamil primero y luego en Butrinto. Podemos complementar la visita con un paseo en barca en el que podremos ver fuertes veneciano-otomanos como el de Ali Pasha. Los mejillones de esta zona son la especialidad local, que usa muchos productos del mar. En verano hay representaciones teatrales en Butrinto.

Fotos: Franco PecchioPudelek

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