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Castillos de Augustusburg y Falkenlust en Brühl

Castillos de Augustusburg y Falkenlust en Brühl

Renania del Norte-Westfalia (Alemania)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 26 04, 2022
  • Category:

Horror vacui alemán


Como en otros estilos, el término rococó nació como alusión peyorativa tiempo después. Fue una variación del término francés rocaille, que a su vez hacía referencia a la pintoresca decoración de grutas artificiales en el Renacimiento italiano. Desde su nacimiento se utilizó para describir una decoración excesiva y pasada de moda. De forma más académica, el rococó es una versión tardía del barroco, aunque en general se considera un estilo aparte. Nació en Francia, pero su mayor desarrollo tuvo lugar al otro lado de la frontera. El sur de Alemania y Austria fueron los encargados de llevar al extremo sus señas de identidad: asimetría, curvas, tonos pastel, blancos y dorados y mucha libertad creativa. La mejor manera de entender el rococó es subir las escaleras principales de Augustusburg. Junto al cercano pabellón de caza de Falkenlust, este palacio está entre los mejores y más tempranos ejemplos del rococó alemán. Ambos se localizan en Brühl, sede del arzobispo-elector que ordenó su diseño a comienzos del siglo XVIII.

Escaleras principales de Augustusburg

En el Sacro Imperio Germánico, los arzobispos no solo ejercían su poder espiritual en un territorio, sino que tenían posesiones seculares en forma de amplios territorios. Uno de los arzobispados más longevos y relevantes fue el de Colonia, que mantuvo el nombre incluso cuando esta ciudad dejó el arzobispado al convertirse en ciudad libre. La capital se trasladó a Bonn, pero el arzobispado también se reservó una residencia particular en la pequeña ciudad de Brühl, mucho más cerca de Colonia. Sin embargo, en el siglo XVIII la residencia estaba en un estado semirruinoso. Así se la encuentra uno de los arzobispos más influyentes de Colonia, Clemente Augusto de Baviera, al que sigue una nutrida y lujosa corte que necesita una nueva residencia. Es el germen de Augustusburg, al que complementa con Falkenlust para satisfacer una de las mayores pasiones de Clemente Augusto, la caza. Era el año 1725, solo dos después de heredar el arzobispado de su tío José Clemente, arzobispo muy relacionado con la corte francesa.

Clemente Augusto, menos francófilo, rechazó los diseños iniciales que su tío había encargado a un arquitecto francés. Se puso en manos de Johann Conrad Schlaun, quien perfiló un castillo integrando las ruinas medievales. Schalun se fue a los tres años dejando el proyecto en manos de François de Cuvilliés, arquitecto de la Casa Wittelsbach a la que pertenecía Clemente Augusto. Cuvilliés ejerció su carrera entera en territorio alemán, pero sus orígenes franceses se dejaron notar. Suyo fue el giro definitivo al rococó de Augustusburg. Fue su primer trabajo de peso antes de volver a Múnich, donde diseñó su obra maestra, Amalienburg. Este pabellón de caza fue construido en paralelo al de Falkenlust, de similar diseño. Cuvilliés no trabajó solo y a Balthasar Neumann, arquitecto de la inmensa residencia barroca de Wurzburgo, debemos las excepcionales escaleras de Augustusburg. Los jardines en estilo francés, por su parte, fueron obra de Dominique Girard.

Pabellón de caza de Falkenlust

Augustusburg, que por su cercanía a Bonn sirviera de sede presidencial antes de la reunificación alemana, está dividido en tres alas bajo una jerarquía funcional. Aunque la arquitectura es destacable por la integración que consiguió Schlaun, no cabe duda de que el programa decorativo es lo más destacable. Sorprenden los azulejos holandeses en los apartamentos de verano, pero la estrella es la escalera del edificio central. Es un despliegue de mármol, estuco, jaspe y cariátides hasta que la vista se fija en el techo, dominado por el excepcional fresco de Carlo Carlone. Falkenlust, cuyos alrededores fueron perfilados como jardín inglés para dar una sensación más natural, es un pequeño pabellón de dos pisos. En su interior destaca el salón oval, que transmite la misma sensación de libertad creativa e improvisación que las escaleras de Neumann. La cercana capilla de Falkenlust cuenta con una gruta en rocaille de aires italianos. 

Brühl es fácilmente accesible tanto por carretera como por tren, con la estación muy cerca de Augustusburg. También se ofrece como excursión en distintos cruceros por el Rin. Augustusburg ofrece un tour guiado obligatorio junto a la entrada, mientras que Falkenlust solo cuenta con audioguías en diversos idiomas. Ambos palacios se pueden combinar en una sola entrada o visitar independientemente. Los jardines, por su parte, son totalmente gratuitos y podemos utilizarlos para ir de uno a otro palacio en una media hora. Son los únicos que abren todo el año, pues ambos palacios cierran durante diciembre y enero. En ambos no se pueden realizar fotos en el interior. Max Ernst, pintor dadá y surrealista, nació en Brühl y su recomendable museo está justo al lado de Augustusburg. Más tiempo nos llevará un lugar que atrae a millones de visitantes a Brühl cada año, el parque temático Phantasialand.

Fotos: Horst Gummersbach / kaye2009

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