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Catedral de Naumburgo

Catedral de Naumburgo

Sajonia-Anhalt (Alemania)

Escultura natural


La autoría de muchas obras de arte medievales es desconocida. Raro era el escultor o pintor que firmaba su obra, porque más que artistas se consideraban artesanos al servicio de un donante y la Iglesia, destino casi único de su trabajo. A los historiadores del arte se les complica el trabajo, pero hay algunas manos que resultan inconfundibles. Uno de los ejemplos paradigmáticos es el maestro de Naumburgo, cuya carrera, desarrollada desde Francia a Alemania en el siglo XIII, ha podido ser trazada gracias a su original estilo. En una época de poca innovación en el norte europeo, este anónimo escultor influyó en toda Alemania central gracias a su naturalismo, un paso hacia el Renacimiento. Su principal trabajo le da nombre. Se trata de las estatuas monumentales de los donantes y el coro alto de la catedral de Naumburgo, una construcción a caballo entre el románico y el gótico que destaca además por su inusual plano con doble coro.

Estatuas de Ecardo II y Uta en la catedral de Naumburgo

Naumburgo está localizada en la parte este de la cuenca de Turingia, granero de Alemania desde tiempos medievales. Alrededor del siglo X, esta despoblada región sufrió un proceso, denominado Landesausbau, de tala de bosques y drenaje de pantanos para adecuar el terreno a la agricultura. Así, el cristianismo también siguió avanzando hacia el norte gracias a ciudades como Naumburgo, fundada seguramente a finales del siglo X por Ecardo I de Meissen en la intersección de la Vía Regia y el camino hacia Ratisbona. En poco tiempo se había ganado un obispado, estatus de ciudad y su mercado atraía a comerciantes de todo Turingia. Entre la Reforma, la secularización del dominio y la Guerra de los Treinta Años, el paso a la Edad Moderna no le sentó bien a Naumburgo aunque vivió momentos de impulso gracias a los viñedos y la sal. Además, su castillo dejó de ser residencia principal y la Revolución Industrial pasó de largo, así que la imponente catedral quedó rodeada de una modesta ciudad medieval de unos 30.000 habitantes.

Los hijos de Ecardo, responsable del primer castillo de Naumburgo, levantaron una primera iglesia insuficiente para un obispado. En 1029 se iniciaron las obras de la primera catedral románica, de la que solo queda la cripta. A comienzos del siglo XIII, bajo las órdenes del obispo Engelhard, se acometió la actual. El nuevo templo se diseñó en románico tardío, aunque en el mismo siglo el coro oeste saltó al gótico. Sobre 1330, el coro este románico fue derruido para dar paso al segundo coro gótico. Las torres que flanquean el coro oeste fueron ganando altura, mientras que las del este se erigieron aprovechando un incendio en 1532 que tiró abajo el techo. En cuanto al claustro, en realidad pertenecía a una iglesia cercana que cayó en el mismo incendio. La catedral tenía el suyo en el lado norte, pero con el tiempo se desmanteló. Aun hubo algún añadido posterior más estético que estructural, primero para darle un aire barroco y luego, en el romántico siglo XIX, para quitárselo y devolver la esencia gótica.

Exterior de la catedral de Naumburgo

El corazón románico de la catedral de Naumburgo es su nave tripartita, a cuyos extremos se encuentran dos coros góticos separados de la nave por sendos coros altos. Dada la disposición se entra a la catedral por un lateral, en este caso por el claustro. En este se encuentran también la sala capitular, capilla de Santa María y de los Tres Reyes. El principal coro es el oeste, atribuido al maestro de Naumburgo. El coro alto con la Pasión de Cristo es una obra magnífica, pero lo realmente revolucionario fueron las doce figuras de los donantes esculpidas en piedra arenisca de Grillenburg. Son representaciones naturalistas de doce miembros de la nobleza de Turingia-Sajonia de la época que han sido identificados. Ya sean integrados o exentos, las esculturas a tamaño natural están incorporadas en las columnas del coro formando un conjunto puramente medieval junto a las vidrieras. Estas no son originales, como las del coro este. Tampoco es original la capa de pintura de los donantes, parte de una restauración posterior.

Naumburgo está entre Leipzig y Weimar, a una hora de cada una en coche o tren. El centro histórico es perfectamente paseable, aunque hay un tranvía histórico más pensado para el creciente turismo de la ciudad, que desde la reunificación está recuperándose gracias en buena parte a la ruta románica de Sajonia-Anhalt, con centro en Magdeburgo y joyas como Quedlinburgo. Punto fuerte es también la catedral, en cuyo interior tenemos que fijarnos en la apreciada estatua de la donante Uta y la estatua de Santa Isabel, la más antigua en la región. Por el agradable centro medieval podemos visitar también la casa en la que el filósofo Nietzsche vivió su infancia. Aquí se encuentra la denominación de origen vinícola más pequeña de Alemania, Saale-Unstru.

Fotos: Peter / Gitta Zahn

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