Navigation Menu
Catedral, torre cívica y gran plaza de Módena

Catedral, torre cívica y gran plaza de Módena

Emilia-Romaña (Italia)

Espacio para el románico


La arquitectura románica siguió sus propios caminos por Europa. El lombardo, por ejemplo, fue uno de sus precursores más evidentes. Desde la región italiana de Lombardía, a pies de los Alpes, se expandió. Buena parte de este románico dejó atrás la planta basilical para incorporar el nuevo diseño en planta de cruz latina. Hubo excepciones como el de uno de los principales templos de la época: la catedral de Módena, en la vecina región de Emilia-Romaña. Obra del arquitecto Lanfranco, fue además adornada por la mano del escultor Wiligelmo, uno de los primeros en firmar sus obras. El trabajo de ambos en la catedral a comienzos del siglo XII se enmarca en la Gran Plaza de Módena, abierta durante la construcción del templo. En ella hay una estatua muy famosa conocida como Bonissima. Hay muchas leyendas sobre a quién representa. Una versión habla de Matilda de Canossa, la más importante y última representante de esta influyente casa nobiliaria del norte de Italia.

Gran Plaza de Módena con su catedral y torre cívica en la izquierda

Módena está entre dos ríos en la cara norte de los Apeninos. El asentamiento que da origen a la ciudad es de origen etrusco. No se conoce la fecha, pero aparece en textos en el siglo III a.C. Tras un asedio fue abandonada y refundada por los romanos como Mutina. Fue un relevante cruce de caminos a las puertas del paso Brenner, justo en la transición entre Roma y la Galia. Creció hasta la caída del imperio romano, cuando fue objeto de disputas. En el 962 se convirtió en una de las ciudades de la casa Canossa. Un siglo después ascendió al poder una de las figuras más relevantes del Medievo italiano: Matilda. Figura controvertida, medió entre el emperador y el Papa desde su estratégica posición, siendo posteriormente un firme apoyo del Papa Gregorio VII. Al morir sin descendencia en 1115 involuntariamente provocó el ascenso de las ciudades-estado autónomas del norte de Italia. Módena cayó luego, no obstante, bajo la órbita de la casa de Este.

Matilda fundó multitud de iglesias y bajo su mandato se construyó la catedral románica en un momento de vacío de poder en el obispado de Módena. Otro detonante fue el descubrimiento de la tumba de San Geminiano, santo del siglo IV venerado aquí desde mucho tiempo atrás. De él se dijo que salvó a la ciudad ocultándola en la niebla cuando llegaron los hunos. Se encontró bajo una de las iglesias contiguas que dejaron espacio a la catedral. Una de ellas había sido levantada por el cismático obispo Eriberto. Lanfranco se puso al mando en 1099, tal y como reza el manuscrito Relatio translationis sancti Geminiani, documento insólito en la época. La consagración llegó en 1184 con el maestro Campionesi al mando, aunque muy probablemente el cuerpo principal llevaba décadas acabado. La catedral ha sufrido pocas modificaciones desde ese siglo XII. Tan solo se sustituyó el techo de madera por una bóveda de piedra.

Detalle escultórico de Wiligelmo en la fachada de la catedral de Módena

Además de la catedral, en la Gran Plaza de Módena hay varios edificios emblemáticos como el Palazzo Comunale y el arzobispado. La plaza sí ha tenido constantes modificaciones, siendo la mayor parte de arcadas y fachadas de los siglos XVII a XIX. Además de la Bonissima, otro lugar histórico es la Preda Ringadora, una pieza de mármol que servía para las arengas populares. Entre los edificios destaca la Ghirlandina, torre cívica y campanario de la catedral, con sus 85 metros. Fue construida en dos fases: el segmento de Lanfranco es robusto en la tradición románica, mientras que las inclinaciones al gótico se dejan notar en la esbeltez de la parte de Campionesi. Está unida a la catedral y comparte la misma caliza de Istria. Esta lujosa piedra fue tallada a un nivel con escaso precedente por Wiligelmo y sus seguidores en la fachada y las puertas de la catedral: Principi, Regia y Pescheria. El interior cambia la piedra por el ladrillo para que Lanfranco explote todo el potencial del románico. Escapa del estilo lombardo y se acerca al burgundo, más vertical.

El cruce de caminos que es Módena hace que quede de paso en muchas rutas por Italia. Su aeropuerto más cercano es el de Bolonia, a solo cuarenta kilómetros. El centro histórico gira en torno a la Gran Plaza, que tiene su día más festivo el 31 de enero: San Geminiano. En la catedral no hay que perderse la primera representación del rey Arturo y el ascenso a la torre. Además de la plaza hay que acercarse al Palacio Ducal, uno de los palacios barrocos más grandes de Italia. Módena es la capital del motor de lujo. Aquí nació el creador de Ferrari, Enzo, y tienen su sede otras marcas como Maserati y Bugatti. Hay multitud de museos y galerías dedicadas al motor italiano. La cocina tiene también otro ingrediente mítico, el vinagre balsámico. Alrededor de la ciudad hay también productores de queso parmesano y vino Lambrusco.

Fotos: Giorgia Violini / Mongolo1984

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.