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Centro histórico de la ciudad de Agadez

Centro histórico de la ciudad de Agadez

Agadez (Níger)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 20 11, 2019
  • Category:

Tuaregs bajo techo


Los tuareg, también conocidos como hombres azules por el color de sus ropajes, forman una de las etnias más legendarias por su capacidad de adaptación a un entorno tan complicado como representa el desierto del Sáhara. De origen norteafricano bereber, habitan varios países que toca el gran desierto, aunque la mayor parte de sus dos o tres millones de componentes están en Níger. Como señores del Sáhara han sido clave en el movimiento por el continente tanto de mercancías como de ideas: sus caravanas transportaron tanta sal como Islam. Organizados históricamente en confederaciones tribales, la era colonial les trastocó para siempre: la política de estado nunca ha ido con ellos. Ni con los europeos, ni con los estados actuales, con quienes tienen frecuentes disputas. Una de las confederaciones más antiguas y fuertes de los tuareg fue la de kel Aïr, formada en el siglo XI. Este kel mudó en sultanato tomando el nombre de su ciudad más relevante: Agadez. La puerta del desierto es la versión sedentaria de los tuareg, que encontraron en la tierra el material idóneo para sus construcciones.

Vista aérea de Agadez

Kel Aïr tomó el nombre de las montañas que se extienden al norte de Agadez. Algunas de las principales ciudades tuareg, como Assodé, Timia e Iferouane, se localizan en su núcleo. La primera de ellas fue la principal ciudad tuareg hasta el ascenso de Agadez, originalmente una ciudad hausa, etnia del sur. El crecimiento de Agadez se basó en su posición como acceso al desierto y cruce de caravanas. La mercancía estrella era la sal de Bilma, una ciudad kanuri. Además, Agadez desarrolló una elevada artesanía, especialmente en joyería. Pasó a formar su propio sultanato a comienzos del siglo XV, pero a comienzos del siguiente el poderoso imperio Songhai, proveniente de la actual Mali, conquistó la ciudad. La mantuvo hasta su propia disolución en 1591 a manos marroquíes. Aunque Agadez volvió a ser independiente, las cosas habían cambiado y las caravanas no podían competir con el comercio marítimo. La ciudad y su población fueron declinando, a lo que se sumaron conflictos con el kel vecino de Away. Aun así sigue siendo la ciudad más poblada del centro de Níger.

A comienzos del siglo XX llegaron los franceses, que controlaron la ciudad hasta 1960. Tras el nacimiento de Níger, el sultanato ha mantenido su estructura de poder local, fundamental para mantener la paz en la región. Se ha recuperado así la casta de gobernantes conocida como gente del sultán, formada por cargos de confianza que copan la vida social, económica, militar y religiosa de Agadez. Esta se divide en once barrios dirigidos por un gonto, también dependiente del sultán. Las divisiones proceden de los antiguos campamentos tuareg, reflejando su proceso voluntario de sedentarización con un diseño bastante irregular de calles anchas entre los barrios. Los colonos añadieron un gran eje norte-sur. Abundan las plazas medianas dedicadas a mercados como el de camellos y otras pequeñas que se convierten en estanques estacionales. Las casas están organizadas en torno a un patio interior, azotea terraceada y un estilo propio para prevenir el calor. Son toda una institución familiar más allá de la construcción en sí. Es una de las numerosas tradiciones tuareg, como la artesanía, música, danza, etc.

Mezquita y minarete de Agadez

Una de estas es la técnica de construcción, muy parecida a las ciudades malís como Djenné y Tombuctú. Se construye con material orgánico, llamado aquí banco. Ladrillos de banco y pilares de palmera permiten construir bóvedas y arcos alcanzando grandes alturas. De hecho, en Agadez se alcanza la mayor altura con esta técnica: son los 27 metros del minarete en estilo sudanés de la principal mezquita, centro religioso local desde el siglo XVI. Como en Mali, es obligatorio parchear periódicamente, para lo cual se utilizan estacas perpendiculares a la superficie. La mezquita es accesible desde el palacio del Sultán, construido en el siglo XV y aún en uso. Es una amalgama de edificios tradicionales formando patios y estancias para el sultán y la administración. Hay otros edificios destacables, principalmente de comerciantes enriquecidos en el siglo XX.

Las rebeliones tuareg nunca han cesado del todo en Agadez, así que es fundamental informarse antes de pensar un viaje de la situación: en el peor caso Níger ni dará visados. La ciudad tiene aeropuerto, pero mucha gente llega en ruta desde la capital Niamey. Hay que aprovechar el viaje para visitar las montañas de Aïr. Como centro de cultural local, Agadez es un lugar ideal para adquirir artesanía tuareg como la famosa cruz tuareg en plata. También para degustar su gastronomía basada en el mijo y lácteos de la cabra y el camellos, la ganadería más habitual. Agadez es muy calurosa y hay que pensar en venir en invierno.

Fotos: Dan Lundberg / Pierre Mertens

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