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Centro histórico de Shakhrisyabz

Centro histórico de Shakhrisyabz

Kashkadar (Uzbekistán)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 23 07, 2020
  • Category:

Cuna del conquistador


A mediados del siglo XX, los arqueólogos descubrieron el acceso a una tumba tras el complejo Dorus Saodat, en la ciudad uzbeka de Shakhrisyabz. Contenía dos cuerpos, pero las inscripciones que los acompañaban mostraban una incongruencia. Según éstas, estaba destinada al fundador y líder de la dinastía timúrida, Tamerlán. Sin embargo, la tumba de este estaba identificada en Samarcanda. La explicación más aceptada es que, cuando murió Tamerlán, las montañas que separan a Samarcanda de Shakhrisyabz estaban tan nevadas que el traslado del cuerpo fue imposible y se optó por un plan alternativo. Tamerlán llevaba años construyendo su mausoleo en esta ciudad, mucho más modesta que la capital, pero a la que tenía aprecio por haber nacido aquí 68 años antes. Aunque la era de Tamerlán es recordada en muchos lugares como la peor reedición del azote mongol de Gengis Kan, el temido líder también patrocinó multitud de obras. Especialmente en su área de influencia, en la que se encuentra Shakhrisyabz, una de las ciudades más antiguas de Centroasia.

Entrada al palacio Ak-sarai en Shakhrisyabz

Se estima que Shakhrisyabz, denominación moderna de la histórica Kesh, cuenta con unos 2.700 años, aunque en épocas antiguas se fue desplazando de lugar. Fue parte del imperio aqueménida dentro de la región sogdiana, de la que fue una de sus capitales. Cayó a manos de Alejandro Magno y, tras el periodo helenístico, formó parte de Persia creciendo como paso comercial de la Ruta de la Seda controlada por los sogdianos. Fue conquistada en el 710 por los musulmanes, pero verdadero cambio llegó en el siglo XIII de la mano de los mongoles. Kesh fue la base clan Barlas, relacionado ancestralmente con el principal clan mongol, Borjigin, compuesto por Gengis Kan y sus sucesores. Cuando en el año 1368 el clan Borjigin perdió su último gran territorio, China, tuvo que venir un miembro del clan Barlas a resucitar la gloria mongola. Hablamos, por supuesto, del liderazgo de Tamerlán. Este brillante militar, hijo de un noble menor, fue capaz de controlar al kanato Chagatai, de origen Borjigin. Y no se detuvo ahí.

Era 1370, Tamerlán ascendió al poder y expandió sus territorios basándose en dos legitimidades: sus orígenes mongoles y el Islam. Es posible que se planteara situar su capital en Shakhrisyabz, pero el peso de Samarcanda y Bujará se hizo notar. Aun así, Tamerlán tuvo tiempo para su ciudad natal e inició su época constructiva más nutrida. Aseguró la ciudad dotándola de nuevas murallas y en su interior levantó su palacio de verano, el enorme Ak-Sarai. Lo hizo en 1380, tras conquistar Corasmia y traer los mejores arquitectos de allí. Estos levantaron también mezquitas, baños, caravasares y arrancaron las obras destinadas a ser el mausoleo de Tamerlán en Dorus Saodat. Finalmente lo fue del primogénito de Tamerlán, Jahangir Mirza. Tras la muerte del gran conquistador y la casi inmediata disolución de su imperio, Shakhrisyabz volvió al curso de su humilde historia, aunque gozando de relativa autonomía comercial. En 1870 la ciudad cayó a manos de su enemiga, Bujará, y poco después inició su etapa soviética.

Mausoleo Dorus Saodat en Shakhrisyabz

Así como Samarcanda y Bujará representan historias de éxito y poder, Shakhrisyabz se considera un ejemplo de sencilla ciudad centroasiática de provincias. En ella se entremezclan distintos estilos que le dan un carácter único. No obstante, está claro que su etapa timúrida sobresale monumentalmente. Tras ser casi totalmente destruido en el siglo XVI por Bujará, del palacio Ak-Sarai solo permanecen en pie sus puertas de entrada. Sus cincuenta metros dejan adivinar el enorme palacio que diseñó Tamerlán. También de gran tamaño son los restos de Dorus Saodat con una sala de rezos, mezquita y estancias acompañando a los mausoleos en sí. El complejo Dorut Tilovat se inició antes de Tamerlán con una influyente madraza. Se le han ido añadiendo elementos con el paso del tiempo como la mezquita Kok Gumbaz, del siglo XV. Del XVIII destacan el bazar octogonal abovedado Chor-su y unos baños públicos con intrincada red de canalización. También se conservan viviendas históricas con patio interior.

Shakhrisyabz está a menos de cien kilómetros de Samarcanda, pero entre medias queda el paso Takhzakaracha que impidió traer a Tamerlán aquí. El viaje no es sencillo, pero sí muy bonito. En invierno se suele cerrar y obliga a dar un largo rodeo. Si está abierto es una excursión ideal de un día desde Samarcanda, a hora y media. Si queremos destinar más tiempo, merece la pena acercarse a las montañas Gissar, al este, que haciendo frontera con Tayikistán alcanzan los 4.643 metros. La ciudad se puede visitar en un día incluso añadiendo el museo dedicado a Tamerlán, figura que sobrevuela toda la ciudad incluyendo una enorme estatua frente a Ak-Sarai. La tumba que lleva su nombre es seguramente el lugar más prescindible de la visita. Para acabar merece la pena darse un paseo por el bazar Chor-su para hacer compras.

Fotos: mauro gambini / Faqscl

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