Grecia septentrional
Quersoneso es el nombre que los griegos utilizaban para denominar lo que nosotros llamamos penínsulas. Las había especialmente representativas, como la de Galípoli en la actual Turquía o la Táurica. Esta segunda fue el paradigma de quersoneso, pues en una península de la península se fundó una colonia precisamente con este nombre. Táurica es hoy conocida como Crimea, es decir, la península más disputada del mar Negro, a medio camino entre Ucrania y Rusia. Durante siglos, Crimea fue frontera entre las poderosas civilizaciones del Mediterráneo, que tenían aquí su extremo noreste, y pueblos de las estepas. Los primeros ocupaban principalmente la costa, mientras que los segundos se quedaban en el interior. Precisamente uno de esos pueblos, los tauros, fue el que le dio su nombre antiguo. Estos tauros vivían en las montañas, pero lanzaban agresivos ataques piratas por el mar Negro. Junto a los poderosos escitas, que vivían en las estepas, complicaron la existencia de los griegos, que no obstante consiguieron sacar adelante distintas colonias. Restos arqueológicos y divisiones agrícolas conocidas como choras son su legado.
Las primeras colonias griegas datan del siglo VII a.C., cuando los milesios fundaron Panticapeo en el este de la península, en el estrecho de Kerch que da acceso al mar de Azov. Quersoneso es posterior, del siglo V a.C., y fue fundada por dorios de Heraclea Póntica. La localizaron al otro lado de Crimea, en una península cuyo territorio dividieron en 400 partes exactamente iguales: 26,5 hectáreas. Se las denominó chora y sirvieron como territorio agrícola para los primeros colonos, que optaron por el cultivo y exportación vitivinícola como principal fuente de ingresos. Inicialmente una democracia, Quersoneso se fue expandiendo al norte sumando otras colonias. Sin embargo, en el siglo II a.C. la propia Quersoneso fue engullida por Panticapeo, capital del llamado Reino del Bósforo. Este reino pasó a depender de Roma poco después, momento en el que los escitas y tauros fueron definitivamente apaciguados. El declive del imperio propició el ataque de distintos pueblos. Seguramente fueran los hunos los que provocaron una primera destrucción de la ciudad, antes de que los bizantinos retomaran el control.
Con ellos, Quersoneso volvió a disfrutar de cierta autonomía, pero además bajo la protección bizantina. Para estos, la ciudad crimea era un punto de control de los pueblos de las estepas y un lugar de exilio. Con el tiempo, en el siglo IX se convirtió en el thema, división regional bizantina, más al norte del imperio. En la década de 980 llegó un momento clave para la historia, no solo de la ciudad: Quersoneso cayó a manos del Rus de Kiev, cuyo gobernante Vladimir amenazó con destruir la ciudad con todos sus habitantes dentro a menos que el emperador bizantino le concediera la mano de su hija Ana Porfirogéneta. Este aceptó, con la condición de que se convirtiera al cristianismo, hecho que marcaría con el paso de los siglos a toda Rusia. La ciudad se recuperó parcialmente y, tras varios cambios de manos, fue definitivamente arrasada por los mongoles. Aun así, la región mantuvo su relevante y antiguo arzobispado, que desapareció tras la conquista otomana. Ya en manos rusas, en 1827 se iniciaron los trabajos arqueológicos.
Quersoneso presenta restos griegos, romanos y bizantinos. Tiene restos de dos murallas concéntricas que alojan treinta hectáreas con restos de un anfiteatro romano y un templo griego. Su diseño urbano, claramente milesio a pesar de su origen dórico, es uno de los más destacables del mundo griego. Los restos más visibles son los de la basílica conocida como 1935 por ser el año en que abrió al público. Fue construida seguramente en el siglo VI sobre templos anteriores. En los alrededores, de las 400 chora del siglo IV a.C. se conservan varios núcleos en buen estado. Estaban delimitadas por caminos y murallas, de las que algunas quedan, y en algunos casos eran protegidas por torres defensivas.
Crimea es una zona conflictiva y es bueno informarse antes de ir allí, tarea complicada para todo el mundo menos para los rusos. Conectada con los principales aeropuertos de este país, la península es para ellos un centro turístico de playa y balneario desde el siglo XIX. Del siglo XX conserva, de hecho, varias villas y palacios. Quersoneso está a las afueras de Sebastopol, la moderna ciudad que se ha convertido en la más poblada de Crimea y cuyo crecimiento amenaza a las ruinas. Vistas las ruinas, es obligatorio acercarse al museo arqueológico, con restos de todas las épocas de Quersoneso. También podremos ver dos símbolos locales: la reconstruida catedral y una campana fabricada con el metal de los derrotados cañones otomanos. De las choras vale la pena visitar la de Bezymyannaya por sus vistas a la península y la de Vinogradny por su localización en un cabo.
Fotos: Dmitry A. Mottl / A.Savin
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