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Ciudad histórica de Zabid

Ciudad histórica de Zabid

Al Hudayda (Yemen)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 21 03, 2020
  • Category:

Costa yemení


Tihamah es una región geográfica que comprende la estrecha franja costera del oeste de la península arábiga, a orillas del mar Rojo. Durante unos 2.000 kilómetros no sobrepasa los ochenta kilómetros de ancho antes de que se alcen las cordilleras. Tihamah es uno de los puntos más cálidos y áridos del mundo. Los pequeños arroyos se evaporan antes de llegar a la costa. La mayor parte pertenece a Arabia Saudí, pero la sección yemení, Tihamah Al-Yaman, ha sido históricamente relevante para este país. En tiempos de Mahoma, de hecho, Yemen era la región más aventajada de Tihamah y el profeta dirigió sus ojos aquí. Tan pronto como en 630, el Islam penetró desde Medina por la costa. Multitud de tribus locales lo aceptaron y se convirtieron rápidamente en propagadores, emigrando a sitios tan lejanos como la península ibérica. En medio del Tihamah yemení, Zabid es una modesta ciudad de provincias, pero en tiempos su universidad fue foco de expansión musulmana. Anclada en el tiempo, es también testigo del urbanismo y arquitectura de la Yemen medieval.

Mezquita de Ashaari en Zabid

La ciudad recibe su nombre del uadi en el que se asienta desde hace mucho antes que la llegada del Islam. Uno de los principales seguidores de Mahoma, Abu Musa Ashaari, era de Zabid y se encargó de levantar la primera mezquita sobre el 628. Se considera la quinta mezquita del Islam. Zabid era entonces una ciudad poderosa en Tihamah, pero el Islam la impulsó más aún. Especialmente de la mano de la dinastía ziyádida, que situó aquí su capital. Nacida en el 819 de la mano de un descendiente del califato omeya, los ziyádidas lograron controlar todas las tribus del Tihamah yemení tras gestionar su relación con el califato. Zabid, en su aridez, encontró el éxito económico en el comercio a través del mar Rojo, estableciendo relaciones muy estrechas con regiones al otro lado de este estrecho mar como Etiopía. Lo más complicado fue siempre lidiar con los vecinos de las montañas, con referencia en Sana’a. Los yufiridas quemaron Zabid en el 989 marcando el declive de la ciudad, gobernada por esclavos en nombre de los ziyádidas hasta 1018.

Los conflictos de esta época y la inmediatamente posterior provocaron que hoy tengamos poca arquitectura de entonces, pero sí su plan urbano circular, las primeras fortificaciones y la red de canales para abastecer la ciudad. Sobreviven mezquitas del siguiente periodo dorado, el rasúlida, iniciado en 1229. Su fundador, Umar ibn Rasul, situó también la capital en Zabid, complementándola luego en el interior con Taiz. Los rasúlidas sentaron las bases del actual Yemen reclamando su autonomía e integrando sus territorios. En el proceso, Zabid fue la ciudad fuerte comercial, cultural y políticamente. Fue un cénit extendido hasta el final de la dinastía en 1454. Poco después, los otomanos tomaron el control de la península arábiga y, aunque Zabid fue capital provincial, el esplendor pasado no regresó. Los otomanos eligieron Zabid porque solo les interesaba el Tihamah por sus puertos. Descuidaron el interior en un error fatal, pues las tribus de las montañas terminaron repeliéndolos. Fue el cambio del polo de poder en Yemen, cuando la región fuerte volvió a ser la montaña.

Calles y arquitectura de Zabid

Hoy Zabid es, por tanto, una mezcla de urbanismo ziyádida y arquitectura rasúlida. De las alrededor de cien mezquitas sobreviven catorce de esta época, más que en ninguna otra ciudad. Entre todas destacan las de Ashaari y la Gran Mezquita, que forman el centro neurálgico junto al zoco de callejuelas entre ambas. Asa’ir fue fundada en el siglo VII, pero se ha renovado varias veces y lo actual es del XV. Su color blanco contrasta con el más habitual ocre de los ladrillos cocidos que dominan Zabid. Ashaari era también la principal madraza de las numerosas que hubo aquí. Llegaron a ser 62 de las que sobreviven 22. Alrededor de ellas proliferaron viviendas para los estudiantes. En Zabid, las casas tienen un patrón casi medieval con una estancia cerrada, murabba, y un patio abierto. Este sencillo diseño se complica según la riqueza familiar pudiendo alcanzar tres alturas y añadir decoraciones con relieves o paneles.

Hoy viven en Zabid unas 50.000 personas y el turismo no es uno de sus fuertes, menos aún en la situación actual de Yemen. Lamentablemente, los planes de conservación han brillado por su ausencia y muchos edificios tradicionales o están en mal estado o bien se han sustituido por otros de cemento. Hace tiempo que Al Hudayda superó a Zabid como ciudad fuerte en Tihamah y de aquí llegan los pocos visitantes tras partir de Sana’a. Normalmente se visita en ruta a la zona montañosa de Taiz. El calor es sofocante y venir en verano no es nada sensato.

Fotos: Véronique Dauge / Julien Harneis

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