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Ciudad universitaria de Caracas

Ciudad universitaria de Caracas

Capital (Venezuela)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 29 10, 2019
  • Category:

Inversión en hormigón


El siglo XX arrancó en Venezuela con un largo periodo dictatorial liderado por Juan Vicente Gómez. No todo fue negativo, porque en esa época se descubrió el petróleo que ha dominado la economía nacional desde entonces. La centralización del poder y dependencia del crudo aumentó el protagonismo de Caracas. Cuando Gómez murió en 1935, el puesto pasó a Eleazar López Contreras, que inició una tímida transición. En los siguientes años se iniciaron proyectos arquitectónicos y urbanos como la apertura de varios museos y la concepción de la Ciudad Universitaria de Caracas, destinada a su Universidad Central creada en 1721. De la nada se creó todo un campus a lo largo de dos décadas. El diseño se encargó a Carlos Raúl Villanueva, considerado como el arquitecto venezolano más relevante del siglo XX. Educado en Europa, con las ideas arquitectónicas y urbanistas modernistas en boga entonces, esta fue la obra de su vida. Su trabajo de integración de edificios, complementado con una galería de ejemplos individuales, ofrece uno de los mejores conjuntos de arte modernista de Latinoamérica.

Biblioteca de la Ciudad Universitaria de Caracas

Una cédula transformó un seminario de Caracas en universidad real y luego pontificia. Tras la independencia, la institución se modernizó y progresivamente se fue liberalizando al ritmo que crecía su número de alumnos. Llegó el punto en que la ampliación era imprescindible, pues los estudiantes empezaban a dispersarse por demasiados edificios. El momento económico ayudaba y en 1942, casi a la vez que se creara la UNAM de Ciudad de México, se decide fundar el nuevo campus. Se elige para ello Sosa, una hacienda cedida por Simón Bolívar bien conectada a la ciudad a través de su expansión por la plaza Venezuela. El centro neurálgico se basará en el hospital universitario. Una primera propuesta es rechazada para involucrar a Villanueva, que apuesta por una mayor unidad estilística. Añade complejidad al proyecto, que no obstante en lo funcional se mantiene intacto. Las obras arrancaron en 1945 y progresaron lentamente. El fin de la II Guerra Mundial y los proyectos de reconstrucción urbanos influyeron bastante. Especialmente en la presencia del hormigón reforzado desde finales de década. Finalmente, en 1953 se inaugura.

No se acaban con ello las obras, sino que cambian nuevamente al ser más necesario cierto dinamismo para responder a las necesidades. Un ejemplo relevante de esta época tardía es la facultad de arquitectura, cuyo diseño fue obra de un implicado Villanueva, pues no dejaba de ser su facultad. Su estilo marcaría el estilo de los últimos edificios. También fue una época en la que se invitaron a artistas a rematar edificios, como los casos del escultor Alejandro Otero y el pintor Omar Carreño. Al final, la flexibilidad del hormigón reforzado lo hace omnipresente en elementos como la pasarela peatonal, parasoles, ventanas, etc. Villanueva siguió asesorando obras hasta su retirada. Tomaron el testigo algunos seguidores, pero con el paso de los años ha habido añadidos desafortunados como la cafetería central. En todo caso, el espíritu de fusión de arquitectura tradicional con modernista en un contexto tropical se ha mantenido.

Nubes de Calder del Aula Magna de Caracas

La Ciudad Universitaria ocupa dos kilómetros cuadrados y está integrada por unos cuarenta edificios articulados en el eje este-oeste. Nace en el hospital universitario, foco de la zona médica que muestra la evolución de Villanueva, y llega hasta el estadio olímpico, con capacidad para 20.000 personas. El centro neurálgico se sitúa en la plaza cubierta, que une la zona cultural y directiva. Aquí se encuentra el Aula Magna, en cuyo interior se consigue una fantástica acústica en la que tienen mucha culpa 31 paneles denominados nubes de Calder en referencia al artista estadounidense que las diseñó, Alexander Calder. Cerca están otros dos elementos inconfundibles: el enorme edificio de la Biblioteca Central y la simbólica Torre del Reloj, diseñada por Villanueva junto al ingeniero Juan Otaola Paván. Hacia el estadio queda Arquitectura, diseñada en dos planos: vertical para las aulas y horizontal para los talleres.

Caracas tiene dos millones de habitantes. Mucho menos que otras capitales sudamericanas, pero el tema de la seguridad hay que vigilarlo mucho. En general, cuanto más al este, más seguro. Aun así, mucha gente la evita en sus visitas al país pese a que es un resumen del carácter nacional. Está a pocos kilómetros del Caribe, pero la separa del mar la Cordillera de la Costa, un fantástico mirador natural accesible vía teleférico. El tráfico de la ciudad puede ser horrendo, así que una buena opción es llegar en metro en la parada homónima. Podemos dedicar una mañana a pasear por el campus y complementar con jardines como el botánico. El COPRED, encargado de velar por el patrimonio, organiza visitas guiadas. La guinda la podemos poner si asistimos a un concierto en el Aula Magna.

Fotos: The Photographer / Caracas1830

    1 Comment

  1. Ejemplo de la Arquitectura Moderna y Latinoamericana, con orgullo puedo decir que es bien hecho en Venezuela

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