Ceremonia entre barro labrado
Los pueblos africanos del golfo de Guinea se organizaban históricamente en grupos étnicos de reducida influencia más allá del poblado. Sin embargo, entre la etnia akan hubo un subgrupo étnico que intentó ir un poco más allá. Se trató de los ashanti, que desde una región conocida como Ashantilandia formaron en el siglo XVII uno de los imperios más extensos en esta parte del mundo. Usando su poder militar, se expandieron desde el centro de Ghana hasta ocupar el actual país vecino, Costa de Marfil. Aunque la monarquía ashanti renació luego de sus cenizas, casi todo su legado arquitectónico fue borrado del mapa durante el siglo XIX. En esa época, los británicos hicieron suyo el territorio y parte de la colonización implicó tirar abajo edificios como su mausoleo real. Al menos una decena de santuarios para rituales han sobrevivido. Son los últimos ejemplos de la época imperial ashanti.
En el siglo XVII, Osei Tutu fue el dirigente encargado de iniciar la expansión. Lo hizo junto a su sacerdote jefe, Okomfo Anokye, que actuaba como consejero y valedor espiritual. Okomfo fue el responsable, según la tradición, en hacer descender del cielo la silla de oro que tiene funciones de trono. Esta silla ha generado guerras por su simbolismo. Actualmente, su localización se mantiene en secreto y solo se ven réplicas. El caso es que Osei venció a los Denkyira y ganó el comercio directo con los europeos. Esta era tierra de oro, marfil y esclavos. Llevó su capital a Kumasi y desde ahí gobernaron con una estructura bastante burocrática. Así lo reflejó el británico Thomas Bowdich cuando les visitó en 1817. Se quedó sorprendido del grado de sofisticación del gobierno. No le dieron mucho crédito en su país, pero el caso es que Reino Unido tuvo que guerrear con los ashanti desde 1823. Tras varias guerras, en 1896 expulsaron a los ashanti al exilio y convirtieron el territorio en la Costa de Oro británica. En 1957, Ghana obtuvo su independencia y se restauró la monarquía para la región de influencia ashanti, que continúa siendo un grupo étnico influyente en el país.
A pesar de la presencia cristiana, las prácticas rituales de los ashanti se han mantenido vivas. Esto ha permitido que los diez edificios sobrevivan gracias al uso. La ceremonia más habitual se denomina Adae. Se celebra dos veces cada mes ashanti, que se compone de 42 días. La ceremonia más básica consiste en pedir a los espíritus de los dirigentes pasados ayuda en el bien común. Se hace a través de ofrecimientos de comida y bebida mientras de fondo suenan los tambores akan. Toda esta ceremonia está dirigida por un sacerdote jefe. Una vez al año, este festival eleva su categoría y se pasa a denominar Adae Kese. En la práctica funciona también como celebración de año nuevo. Coincide también con el otro gran festival ashanti, el Odwera. Este es menos festivo y supone más una purificación de los pecados.
Estos edificios ashanti se componen de cuatro habitaciones en torno a un patio central en el que ocurre el grueso de la ceremonia. Estos cuatro espacios son el santuario, la cocina, el lugar de los músicos y el lugar donde poetas declaman sus versos. Los materiales son siempre barro, madera y paja. Esta última se utiliza para el techo. Las paredes tienen una base de madera con un recubrimiento de barro. Sobre este barro es donde el arte prolifera. Muchas paredes tienen decoraciones figurativas o geométricas, las más apreciadas. En esta cultura, los símbolos llamados adinkra aún permanecen y son muy utilizados sobre textiles. Con un solo símbolo se representan proverbios completos en una cultura eminentemente oral. También se pueden ver balaustradas, celosías muy complejas, altorrelieves y placas enteras de barro con alguna forma de animal. No todos los edificios están completos, pues la conservación es tarea compleja. Los materiales usados no se llevan bien con las abundantes lluvias y la humedad. El Ghana Museums and Monuments Board compró todos los edificios en los años 60 y se encarga de su mantenimiento.
Nueve de los diez edificios se encuentran al noreste de Kumasi; solo Patakro está al sur. Kumasi es la segunda ciudad más grande de Ghana y centro cultural de los ashanti. La mejor manera de llegar es vía aérea desde Accra, la capital. Desde allí hay que contratar a un conductor para acercarse a alguna casa ritual. La de Besease es de lejos la más accesible y donde veremos turistas. El gran festival Adae Kese suele suceder en torno a septiembre, pero es mejor informarse antes. Coincide con un mes sin muchas lluvias. En Kumasi hay doble temporada y es mejor ir en agosto, septiembre, diciembre, enero o febrero. Antes de ir es buena idea leer Ashanti Fetish Houses, el libro de Michael Swithenbank de 1969 que explica de forma pormenorizada los rituales ashanti.
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