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Gamzigrado-Romuliana – Palacio de Galerio

Gamzigrado-Romuliana – Palacio de Galerio

Zaječar (Serbia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 27 06, 2022
  • Category:

Retiro y mausoleo


Las últimas décadas del siglo III fueron convulsas en el imperio romano. La complejidad de manejar un territorio tan extenso llevó a Diocleciano a fundar la denominada tetrarquía, un reparto de territorios y roles entre emperadores. Inicialmente funcionó y hay bastante consenso en que fue clave para prolongar el imperio, pero pasada la primera generación de tetrarcas, las disputas internas fueron inevitablemente la norma. Uno de los primeros tetrarcas fue el yerno de Diocleciano, Galerio. Nacido en una familia de pastores balcánicos, Galerio destacó militarmente. Tras liderar las victorias frente al imperio persa sasánida se ganó su hueco en la cúspide política. Uno de los últimos emperadores en perseguir duramente el cristianismo y deificarse, Galerio gobernó su región natal. Aunque lo hizo desde Tesalónica, donde se conservan su arco triunfal y la fantástica Rotonda, su proyecto más personal estuvo en el corazón de los Balcanes. Donde se dice que nació y fue enterrado hizo levantar un original complejo de palacios y templos, Felix Romuliana, ejemplo de construcción imperial tardía.

Puerta Este de Gamzigrado-Romuliana

Caius Valerius Galerius Maximianus nació a mediados del siglo III, según algunas fuentes en Sofía. Su madre, que escapó de su Dacia natal por la inestabilidad, tuvo una fuerte influencia en Galerio. También sacerdotisa pagana, Rómula fue deificada en el complejo, que se ligó a ella a través del nombre. El objetivo principal del sitio, no obstante, era servir a Galerio tras su retirada. Diocleciano no solo había sido el primer emperador en retirarse, sino que impuso la abdicación obligatoria tras veinte años de servicio. Así, igual que Diocleciano se hizo construir un suntuoso palacio en la costa croata, que con el tiempo sería la actual ciudad de Split, Galerio diseñó Gamzigrado-Romuliana como retiro. Tras una victoria frente a Persia en el 297 inició las obras con las murallas, palacio y el primer templo. Cuando en el 306 Galerio se convirtió en el hombre más poderoso de la tetrarquía, Gamzigrado-Romuliana le pareció demasiado humilde. Extendió las fortificaciones y erigió un enorme templo en honor a Júpiter. Aproximadamente un kilómetro al este levantó además dos túmulos destinados a ser su mausoleo y el de su madre, sobre una colina para acentuar su divinización. 

Tras unos últimos años batallando con sus rivales políticos para hacerse con el control total del imperio, Galerio murió en el 311 sin apenas haber usado su gran palacio. Gamzigrado-Romuliana perdió su sentido original, pero fue teniendo distintos usos gracias a la protección que ofrecían sus murallas. La sala del trono, por ejemplo, fue reconvertida en basílica cristiana. Es la mejor prueba de que la persecución religiosa de Galerio había fracasado, como él mismo vaticinó en sus últimos años de vida. A mediados del siglo V, la invasión de los hunos dañó Gamzigrado-Romuliana. Fue reconstruida por Justiniano, pero nunca recuperó su estatus. Hasta el abandono definitivo en el siglo XI, el sitio fue ocupado y abandonado de acuerdo al momento político. Se investigó por primera vez en el siglo XIX, pero los orígenes del lugar se habían perdido en el tiempo. En 1953, las labores arqueológicas se retomaron de la mano de Vekoslav Popovic, pero hubo que esperar a 1984 para dar con la clave. Ese año se descubrió una arquivolta con la inscripción Felix Romuliana, lo que dio el contexto definitivo tanto al complejo como los dos túmulos funerarios. 

Mosaico en el palacio de Gamzigrado-Romuliana

En Gamzigrado-Romuliana tenemos los túmulos funerarios y un tetrápilo en un cruce de vías, pero el foco está en el complejo palaciego, amurallado con torres de hasta quince metros de altura construidas alternando capas de piedra y ladrillos. Tiene forma de rectángulo imperfecto con el eje principal oeste-este con más de 200 metros de longitud, los que separan sus puertas más monumentales. Al norte del eje quedaba la zona palaciega y al sur la de servicios, donde se encontraba el templo de Júpiter, del que quedan poco más que los cimientos, otro templo más pequeño y unas termas. El palacio es un gran complejo con multitud de habitaciones y un gran atrio. Destacan los restos de su suntuosa decoración en paredes y suelos, donde se conservan mosaicos. En esta parte palaciega se han identificado dos basílicas, una encima de la otra. 

La primera parte del nombre Gamzigrado-Romuliana hace referencia a una pequeña localidad serbia al lado de las ruinas. No obstante, a solo diez kilómetros se encuentra Zaječar, con muchos más servicios por si necesitamos hacer noche. De hecho, es sede desde hace años de un multitudinario festival de rock. Esta localidad se encuentra más o menos a medio camino de Belgrado y Sofía, a unas dos horas y media de la primera. Las ruinas de Gamzigrado-Romuliana nos llevarán apenas un par de horas incluido su museo. El sitio es pequeño, pero tiene el encanto de estar poco frecuentado. Podemos complementar el día visitando el spa de Gamzigrado, bastante famoso.

Fotos: Pudelek / Luftika1965

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