Piedra y madera frigia
Cuenta una famosa leyenda griega que cuando Alejandro Magno llegó a Gordion, sus habitantes le mostraron un complejo nudo. Aquel que lo logre desatar, le dijeron, gobernará sobre Asia. Sin dudar, Alejandro cortó el nudo de un tajo. El nudo gordiano se convirtió desde entonces en una metáfora de una forma de resolver problemas mediante el pensamiento lateral. Históricamente, Alejandro supuso un nuevo cambio político y cultural para la antigua capital frigia. Este reino, rico en leyendas como la de Midas, el rey que todo lo convertía en oro, estaba situado en un estratégico cruce de caminos de Anatolia. Actor relevante en la vida política de Asia Menor durante unos 4.500 años, Gordion ha vivido tantas vidas que su estudio arqueológico ha llevado décadas dedicadas a distinguir y analizar sus múltiples capas. Además, a su alrededor se han conservado varios túmulos entre los que se protege la estructura de madera más antigua del planeta.
La árida meseta de Anatolia contrasta con las zonas boscosas que tiene a su alrededor. Su relevancia estratégica, sin embargo, promovió la presencia de distintos reinos desde la Edad de Bronce. Uno fue Frigia, cuyos orígenes y relaciones siguen siendo objeto de debate. Para algunos procedían de los Balcanes, para otros fueron una provincia hitita. En todo caso, en tiempos de la guerra de Troya su presencia a orillas del río Sakarya está atestiguada. En torno al 800 a.C., su poder se ha extendido cubriendo el centro y oeste de Anatolia y choca con grandes actores como los asirios. Sin embargo, en torno al año 675 a.C. llegan grupos invasores cimerios de la estepa póntica, al noreste, que frenan en seco su progresión. Desde entonces, Frigia pasa a ser provincia de distintos reinos como los lidios, que sí pudieron repeler a los cimerios. Luego llegaron los persas, griegos, celtas, pergamenos, romanos y bizantinos hasta que las dinastías musulmanas borraron su nombre.
Situada en una de las zonas más fértiles de la meseta anatolia, la historia de Gordion se remonta más tiempo. Hay constancia de un primer asentamiento desde aproximadamente el 2300 a.C. que está en la órbita del imperio hitita. En la etapa frigia todo gira en torno a un montículo a cuyo alrededor se levantan murallas a comienzos del primer milenio a.C. Es la capital de los frigios durante su cénit, cuando se levantan edificios comunales y aparecen los grandes túmulos funerarios, marca cultural frigia. Un incendio sobre el año 800 a.C., no asociado a ninguna batalla, implicó un nuevo impulso constructor hasta que Frigia y Gordion alcanzaron su cénit bajo Midas, no confundir con el mítico que todo lo convertía en oro. Suyo es el principal túmulo de Gordion, pero también suya fue la derrota con los cimerios. Sus ruinas fueron investigadas por los hermanos Körte en 1900, aunque la investigación más pormenorizada arranca sobre 1950 con Rodney Young. Desde entonces ha sido objeto de estudio dando luz sobre los frigios.
Los restos de Gordion se dividen entre el montículo, la ciudad baja y los túmulos funerarios. En el primero encontramos una de las estructuras mejor conservadas, la puerta este, además de la zona del palacio y el complejo terraceado. El incendio del año 800 a.C. creó una capa de ceniza fundamental para conservar artefactos mientras el montículo crecía nuevamente. En esta zona hay dos estructuras posteriores reseñables: el edificio de mosaicos del siglo VI a.C. y la casa pintada del siglo V a.C. Alrededor creció la ciudad baja con restos residenciales protegidos por murallas y dos fuertes. Más impresionantes son el centenar de túmulos entre los que destaca el de Midas, de 300 metros de diámetro y 53 de altura. Ocultaban una estructura de madera que hacía las veces de cámara funeraria. La protección del túmulo preservó la tumba de Midas, no saqueada, en cuyo interior había muebles de madera y valiosos objetos de bronce y cerámica.
La localidad moderna de Yassıhüyük se sitúa justo donde estaba Gordion, quedando el montículo unos metros al oeste y el túmulo de Midas justo en la entrada del pueblo. Se encuentra a una hora aproximadamente de Ankara por carretera, así que es sencillo de visitar aunque no se encuentra en la carretera a Estambul, sino en la de Eskişehir. Las tres actividades a realizar aquí son visitar el museo de Gordion, luego entrar bajo el túmulo hasta llegar a la cámara de madera, a la cual no se puede acceder, y por último rodear los restos de la ciudad, a la que tampoco se puede acceder por el momento por las labores arqueológicas. Aunque el museo merece la pena, las principales piezas de Gordion, incluyendo el tesoro de Midas, se encuentra en el impresionante Museo de las Civilizaciones de Ankara.
Fotos: Penn Museum / Dosseman
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