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Hatusa, la capital hitita

Hatusa, la capital hitita

Çorum (Turquía)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 10 06, 2019
  • Category:

Injustamente olvidados


Hay veces que la historia no es del todo justa. Mucha gente conoce a los hititas al visitar Abu Simbel. En este templo egipcio, un fantástico relieve relata la batalla de Qadesh de 1274 a.C. en la que Ramsés II contuvo a un ejército hitita. Esta batalla es la más antigua de la que se tiene registro completo, incluso las tácticas de guerra utilizadas. Aconteció en terreno actualmente sirio, en una zona de choque de grandes civilizaciones como fueron Egipto y Hatusa. Lamentablemente para los segundos, el tiempo barrió casi todo rastro de ellos, pese a que en el siglo XIV a.C. gobernaban buena parte de Anatolia. No fueron los egipcios su fin, sino los asirios por un lado y los frigios por otro. Entre sus hitos se encuentran una de las lenguas indoeuropeas más antiguas escritas, el control del hierro pese a encuadrarse en la Edad de Bronce o el hábil manejo de carros de guerra. El centro político de esta civilización se localizó en Hatusa. Se trata de uno de los sitios arqueológicos que más trabajo ha generado durante más de un siglo.

Puerta de los leones en Hatusa

El hitita fue un pueblo infravalorado, cuando no desconocido, durante tres milenios. Hubo que esperar a la conexión de varios descubrimientos arqueológicos en el siglo XIX y, sobre todo, al descifrado de su lengua. Fue posible gracias a multitud de tablillas con escritura cuneiforme. Tuvo una dificultad extra: nunca se encontró piedra Rosetta alguna que facilitara la labor. El lingüista Hrozný tuvo que partir de la afiliación del hitita al indoeuropeo. Esta también ha servido para especular con la procedencia de los hititas de las estepas ucranianas. Habrían llegado a Anatolia a finales del tercer milenio a.C., pero fue con Hattušili I con quien comenzaron su expansión. No obstante, para los hititas su líder no era un dios como lo eran los faraones y la inestabilidad fue la norma. Esto cambió con Tudhaliya I, que se hizo sacerdote supremo además de gobernador. Inició el cénit hitita, alcanzado entre los siglos XIV y XIII a.C. Al final de este periodo, los hititas fueron borrados del mapa. Sobre el 1180 a.C., su capital fue arrasada.

Así se inició el largo periodo de olvido. Los hititas se suelen confundir con los hatti, que ocupaban Anatolia cuando llegaron aquellos. Estos hatti fueron seguramente los fundadores de Hatusa, localizada en la colina Büyükkale. Entonces, la ciudad mantenía relaciones amistosas y comerciales con Asiria. El rey hitita Anitta arrasó la ciudad sobre el 1720 a.C. y Hattušili I eligió el lugar como nueva capital. Lo fue a intervalos, según la estabilidad. Alcanzó su punto álgido con su imperio, cuando llegó a contar con 50.000 habitantes. Tras el fin de los hititas fue modestamente ocupada por los frigios, pero al final se desocupó. Descubierta en 1834, no fue hasta 1906 que el sitio se identificó correctamente. Fue gracias al hallazgo del acuerdo de paz de la batalla de Qadesh. Desde entonces, un equipo alemán ha trabajado aquí. Hatusa ha proporcionado mucho conocimiento de los hititas gracias a sus 30.000 tablillas desenterradas.

Relieve de los Doce dioses del inframundo en Yazilikaya, Hatusa

La colina Büyükkale fue la acrópolis de los hititas: el centro de su imperio. Conformaba la ciudad alta, diferente de la más operativa y comercial ciudad baja. Entre las dos ocupaban dos kilómetros de largo y 1,3 de ancho. Hatusa estaba protegida por ocho kilómetros de murallas atravesadas por cinco puertas. Solo se conservan dos: la real y la puerta de los leones. Al contrario que la homónima de Micenas, aquí los leones están a pie de calle. En la ciudad baja destaca un templo de grandes dimensiones rodeado de una zona comercial en la que se han encontrado multitud de tablillas. En la ciudad norte se identificó una ciudadela-palacio con protección añadida sobre una loma. Hay otras lomas con pequeñas ciudadelas, más templos y zonas residenciales. Al norte quedan la necrópolis de Osmankayasi y el santuario de Yazilikaya. Los bajorrelieves de aquí son el culmen del arte hitita.

Hatusa está unos 200 kilómetros al este de Ankara. Aun así, suele quedarse fuera de muchos circuitos por Turquía y apenas veremos turismo. Esto complica el transporte: hasta Sungurlu hay autobuses, pero luego conviene usar un taxi. Bogazkale es la ciudad de referencia: las ruinas se expanden al sureste de esta. Se puede acceder caminando en un circuito de cinco kilómetros o en un taxi que vaya parando en cada zona. Es conveniente complementar la visita con Yazılıkaya y el museo de Bogazkale. Contiene varias obras de Hatusa, especialmente un par de esfinges, una recuperada hace poco del museo Pérgamo de Berlín. No obstante, el lugar con mayor número de artefactos de Hatusa es el Museo de las Civilizaciones de Anatolia en Ankara.

Fotos: Carole Raddato / Panegyrics of Granovetter

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