Portugal suajili
El canal de Mozambique separa la costa africana de la isla de Madagascar a lo largo de 1.600 kilómetros. Ha sido y es ruta de navegantes por ser el camino natural para los barcos que llegaban del sur y seguían hacia la costa suajili e India. Es un canal ancho, cuyo punto más estrecho tiene unos 420 kilómetros. Este se alcanza a la altura de la isla de Mozambique, que da nombre al canal y a la que fue mayor colonia portuguesa del este de África. Desde que Vasco da Gama atravesó esta zona en 1498, la costa se empezó a llenar de puestos comerciales portugueses. Se unieron progresivamente hasta formar la conocida como África Oriental Portuguesa, más conocida por el nombre de su capital durante cuatro siglos: Moçambique. Independizado en 1975, el país entró en guerras civiles ya finalizadas, pero que han lastrado la economía de un país con múltiples recursos. Mientras, la isla de Mozambique ha visto pasar la modernidad por delante. Capital hasta finales del XIX, la ciudad ha conservado sus ciudades de piedra y macuti.
Esta poco poblada zona de origen bantú se fue animando con la llegada de los árabes y suajilis. Poco cambió la vida cuando llegaron los portugueses, pues durante varios siglos los colonos se dedicaron a gestionar su puesto comercial, enriquecerse y poco más. En esta época, los asentamientos aparecían y desaparecían. Solo las disputas con los somalíes cambiaban puntualmente la vida local. Sobre el siglo XIX, la política portuguesa cambió de dirección: se despojó de poder a los líderes locales para tomar pleno mando. Esta apuesta se complementó luego con la concesión de explotaciones comerciales a manos de empresas controladas por el gobierno y capital británico. La gestión social fue más humana que en otros puntos de África, al menos sobre el papel. A Mozambique se la consideró un territorio más de Portugal y cualquier indígena podía obtener la nacionalidad tras un proceso de aculturación. Por supuesto, la realidad era menos bonita: las diferencias sociales eran inmensas con los colonos y si los indígenas no eran capaces de pagar sus impuestos eran obligados a pagar con su trabajo.
La isla de Mozambique fue un puesto comercial y astillero desde su fundación sobre el año 900. Su nombre procede del sultán de origen árabe que gobernaba la ciudad cuando los portugueses llegaron. Estos construyeron en 1522 la sencilla capilla de Nuestra Señora del Baluarte, considerado el primer edificio europeo del hemisferio sur. Mozambique despuntó gracias a las especias y oro primero y esclavos tras un periodo de crisis. Atrajo a misioneros y se construyó un fuerte para defender los negocios. Fue buena idea, pues los holandeses atacaron sin éxito la ciudad a comienzos del XVII. La apertura del canal de Suez en el XIX debilitó una economía que estaba yendo a menos por el fin del esclavismo. A esto se unió el traslado de la capital a la actual Maputo. La apertura de un cercano puerto en Nacala terminó de rematar incluso el comercio local. Esto hizo que se mantuviera casi de la forma en que la vemos hoy.
La isla de Mozambique tiene forma alarga y no es grande: unos tres kilómetros de largo por como mucho medio de ancho. Está plenamente urbanizada y se distinguen dos partes según el material de construcción: la ciudad de piedra en el extremo norte y la de macuti al sur, frente a la pequeña isla de San Lorenzo. El macuti es un material local hecho a partir de la hoja del árbol cocotero. En la punta noreste se localiza el fuerte San Sebastián del siglo XVI, completo en todos sus lados. Justo a su lado está la capilla del Baluarte, en estilo manuelino. El hospital neoclásico de 1877, con un bonito jardín, fue el edificio más grande al sur del Sáhara durante años. Hay más templos religiosos como mezquitas, templos hindúes e iglesias. El palacio y capilla de San Pablo de los jesuitas fue luego palacio del gobernador.
Unas 15.000 personas viven en la isla, accesible al continente a través de un puente de tres kilómetros construido en los años 60. Se puede llegar desde Nampula, a unas dos horas, o desde el aeropuerto de Lumbo. Una forma divertida y cada vez más habitual de conocer la ciudad es en bicicleta, con o sin guía. El palacio del gobernador es hoy un interesante museo. La isla tiene playas y, si queremos navegar a otras, lo típico es hacerlo en embarcaciones árabes de tipo dhow. La cocina de Mozambique tiene claras influencias portuguesas, sobre todo por los ingredientes traídos de Brasil aquí. El producto básico es la ncima, una pasta de maíz, trigo o yuca. Se mezcla con pescado o marisco aderezados con especias. Una salsa típica es el piri-piri, muy típica en todos los platos.
Fotos: David Stanley / Stig Nygaard
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