Cénit entre guerras
A lo largo de 1991 se crearon catorce estados nuevos que declararon su independencia tras la disolución de la Unión Soviética. El pionero se había adelantado un año: el 11 de marzo de 1990, Lituania votó a favor de recuperar su república disuelta en 1939. Este estado contemporáneo, a su vez, se construyó sobre la histórica mancomunidad que Lituania formó junto a Polonia, uno de los estados más prósperos y extensos de la Europa moderna. Entre medias, Lituania había sido un estado pantalla del imperio ruso frente a Alemania, etapa en la que se fue forjando un espíritu nacional que cuajó al final de la I Guerra Mundial. Rusia se había retirado ante el avance alemán y al perder estos la guerra, Lituania vio la oportunidad perfecta. Aunque fue un periodo optimista, los conflictos por su autonomía fueron constantes. En uno de ellos perdió el control de su capital Vilna, lo que hizo que Kaunas diera un paso al frente. Como capital de facto y la motivación de distanciarse en todos los sentidos de Rusia, Kaunas se convirtió en una de las bases de la arquitectura moderna.
Kaunas, en una confluencia fluvial, tuvo asentamientos previos desde finales del siglo X, pero es nombrada por primera vez en el siglo XIV cuando su castillo cae a manos de los caballeros teutónicos. La ciudad despuntó en el siglo siguiente participando además del comercio de la liga hanseática. Su primer cénit llegó bajo la mancomunidad con Polonia, pero fue también una época de ataques rusos y suecos. Cayó a manos de los primeros en 1795, que construyeron un siglo después uno de los fuertes más extensos y modernos de Europa del este. Orientado a proteger su flanco occidental, incluyendo Vilna, el fuerte cayó a manos germanas y luego fue abandonado. El periodo entreguerras fue un lavado de cara total para la ciudad, que disfrutó de estándares de vida occidentales en lo económico, industrial, educativo y cultural. Su población se multiplicó por cerca de diez, lo que implicó una ampliación urbana radical que además incluyó infraestructuras públicas y asfaltado de las calles. Este breve cénit tuvo su fin con la II Guerra Mundial.
Partiendo del centro histórico, justo en la confluencia de los ríos Nemunas y Neris, Kaunas se expandió hacia el este en dos planes urbanísticos consecutivos: primero Naujamiestis o ciudad nueva en el siglo XIX, bajo un plano ortogonal diseñado por las autoridades rusas, y segundo el cinturón verde en la colina de Žaliakalnis, diseñado en el periodo entreguerras como una ciudad jardín moderna. Naujamiestis está vertebrada por la avenida de la Libertad y alberga los principales edificios administrativos e industriales de la época. Žaliakalnis, sobre una meseta natural, fue diseñado por el danés Marius Frandsen utilizando parcialmente restos de la fortaleza rusa del siglo XIX. La expansión urbana llevó consigo una división funcional y también estilística, pues las autoridades municipales fijaron cómo y hasta qué altura se tenía que construir en cada zona. De ahí que en Naujamiestis veamos tanto villas urbanas de dos pisos como edificios de más alturas con apartamentos, mientras que en Žaliakalnis abundan las villas urbanas, incluyendo algunas más económicas levantadas en madera.
El periodo de entreguerras vio la insólita cifra de más de 10.000 edificios construidos en las expansiones de Kaunas, distinguiéndose varios estilos. La primera etapa es una búsqueda de un estilo nacional de corte clasicista, mientras que la segunda etapa ve la entrada del estilo moderno, particularmente el art decó, con influencias que llegaron del extranjero de la mano de varios arquitectos. Este estilo internacional, no obstante, presenta aquí rasgos propios, sobre todo en la decoración. Entre el art decó está la arquitectura más destacada de Kaunas con ejemplos de edificios cívicos como la imprescindible Central de Correos, la simbólica iglesia de la Resurrección con su espectacular campanario, el museo Vytautas, el edificio Pazanga, la filarmónica, el banco de Lituania, los cines Pasaka y Romuva, el complejo deportivo del cinturón verde en Žaliakalnis y varios edificios de la universidad. La arquitectura residencial tiene infinidad de ejemplos entre edificios de apartamentos y villas urbanas, siendo un ejemplo icónico la villa de la familia Iljinai con su enorme ventana circular.
Kaunas, hoy segunda ciudad en una Lituania donde Vilna vuelve a ser la capital, es una de las joyas del turismo en el Báltico. Su aeropuerto es frecuentado por compañías de bajo coste, pero también es sencillo llegar por carretera, pues está a solo una hora de la capital. Además del centro histórico existen tours e itinerarios autoguiados a pie o en bici para explorar el vasto patrimonio moderno de la ciudad. Además, lo podemos complementar con lugares dedicados como el museo Art Decó o la escuela de Amsterdam. Otro elemento moderno que además nos permite tener una perspectiva elevada son los funiculares de Žaliakalnis y Alksotas.
Fotos: felibrilu / Martynas Plepys
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