Navigation Menu
La Lonja de la Seda de Valencia

La Lonja de la Seda de Valencia

Comunidad Valenciana (España)

Gótico mediterráneo


Sin lugar a dudas, el siglo XV fue el cénit para la ciudad mediterránea de Valencia. Se encuadró entre un siglo XIII lleno de epidemias y guerras y un siglo XVI que vio cómo el comercio se trasladaba a la zona atlántica tras el descubrimiento de América. Entre medias, el XV fue el apogeo económico, demográfico, cultural y artístico. La ciudad contaba con grandes mercaderes que ponían en valor la potente industria textil alimentada por la Taula de Canvis, una suerte de banca municipal. Entre todos los tejidos, el rey es la seda y para Valencia fue clave. Quedó para siempre ligado al edificio que mejor resume este siglo de oro valenciano: la Lonja de la Seda. Es además la principal obra civil del gótico valenciano. Surgido en el siglo XIII, en el XV este estilo alcanzó su apogeo y personalidad propia. Situada en la plaza del Mercado junto al modernista Mercado Central, la Lonja es el principal monumento de una ciudad que ha sabido recuperar su potencial con el paso del tiempo.

Interior de la sala principal de la Lonja de la seda en Valencia

Parece que los asentamientos prerromanos tenían aquí un sentido comercial, pero la fundación oficial de Valencia sucede en el 138 a.C., mucho antes que otras ciudades hispanas. Valencia tuvo altibajos durante los periodos romano, visigodo, bizantino y tras la conquista musulmana del 711. Empezó a despuntar en el siglo XI como reino de Taifa. De esta época se estima que es el Tribunal de Aguas, una institución de origen consuetudinario encargada de dirimir los asuntos del riego. De gran valor histórico, aún está vigente. Puntualmente recuperada por los cristianos, Valencia fue almorávide y almohade hasta la conquista definitiva de 1238 de la mano de Jaime I, quien también instauró los fueros municipales. Como Toledo, Valencia dio cobijo durante un tiempo a las culturas cristiana, musulmana y judía hasta la histórica expulsión de 1609 de las dos últimas. Fue en medio de una fuerte crisis de la que solo salió paulatinamente.

La Lonja de los Mercaderes, como se llamó originalmente, simboliza esa era de esplendor de Valencia, capital de su propio reino. Desde la propia concepción de la Lonja, pensada para sustituir a la anterior Lonja del Aceite, se quiso poner acento en el papel que la Lonja debía tener en atraer a comerciantes para prolongar la bonanza. Su principal arquitecto, Pere Compte, cumplió con el cometido haciendo de la Lonja el principal edificio civil. Esta Lonja no es la más antigua que existe en la antigua Corona de Aragón: Barcelona y Mallorca la preceden. Precisamente esta última parece que fue el modelo que Compte tuvo en mente cuando se iniciaron las obras en 1483. Se prolongaron durante quince años costeados por la propia ciudad. Los sederos eran por entonces un gremio importante e influyente. Aguantaron la crisis del XVI y XVII, empezando su decadencia solo a finales del XVIII. Su importancia se tradujo en el cambio de nombre de la Lonja.

Exterior de la Lonja de la Seda de Valencia

El edificio, de base rectangular, cuenta con 2.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro partes. Media base se destinan a la Sala de Contratación o Columnaria, una gran nave de 17 metros de altura sostenida por ocho fantásticas columnas helicoidales y coronada por bóvedas de crucería casi esféricas. A esta sala, la principal, se accede por dos pórticos ornamentados con interesantes esculturas y arcos conopiales. La fachada exterior, rematada por almenas y gárgolas, está especialmente decorada en la parte exterior del consulado del mar. Este conforma la segunda sección, en la que destacan los techos. Fue acabada en la primera mitad del XVI y tiene toques renacentistas. Entre las dos partes mencionadas sobresale la torre. Tiene tres pisos: el inferior funcionó como capilla y los dos superiores como prisión temporal para ladrones o mercaderes deshonestos. Se sube a ellos por una trabajada escalera de caracol. La última sección es el patio de los naranjos, zona para que los mercaderes descansaran entre puja y puja.

Valencia cuenta con unos 800.000 habitantes, siendo una de las ciudades más pobladas y turísticas de España. Se llega fácilmente a su aeropuerto o por tren, que en apenas hora y media nos dejará aquí desde Madrid. De gran desarrollo en los últimos tiempos, además de otras obras góticas como la Catedral y su torre Miguelete, en Valencia destaca la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Diez kilómetros al sur está el Parque Natural de la Albufera, un gran lago rodeado de terrenos pantanosos donde se cultiva arroz. Es el principal ingrediente del plato más famoso de Valencia y seguramente España: la paella. Si no tenemos intención de descansar durante horas en las playas valencianas como Malvarrosa, el momento idóneo para ver Valencia animada es en marzo, en las Fallas. En estas fiestas se queman enormes esculturas para limpiar los espíritus.

Fotos: Javier Díaz BarreraFelivet

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.