Resurgir armenio
Aprovechando un momento de debilidad del califato árabe, la dinastía bagratuni se hizo con el gobierno de Armenia en el siglo IX. Bajo los musulmanes, Armenia había gozado de bastante autonomía, especialmente en lo religioso, pero la independencia cambió el curso de la zona. Con capital en Ani, los bagratuni empezaron a repartir regiones entre familiares que fundaban reinos dependientes del principal. Al norte se ubicó el de Lori, en una zona montañosa con cordilleras como Javakheti, con altura máxima de 3.196 metros, y cuencas como la del río Debed. Este reino fue fundado por Kiurike I, hermano del rey de Armenia, en el 979 y gobernado por esta dinastía hasta el 1118, cuando el territorio pasó a manos georgianas. Desde la creación del reino hasta el siglo XIII, una serie de monasterios enclavados en las montañas fueron auténticos centros culturales, teológicos y científicos para la región. Entre ellos destacaron Haghpat y Sanahin. Representan el cénit arquitectónico de un estilo propio que llegó como suma de las influencias regionales durante los siglos previos.
Monasterio de Haghpat
Aunque ambos monasterios se identifican con los kiurikas y las zonas al norte de su reinado, en realidad precedieron unos años la fundación de la dinastía. Esta, sin embargo, fue la que los impulsó como centros de saber local. El estilo de ambos monasterios, muy similares, bebe de raíces claramente bizantinas, pero añadiendo otras dos influencias: la arquitectura vernácula del Cáucaso y la presencia árabe previa al ascenso de los bagratuni. 500 monjes sumaron ambos monasterios en sus años fuertes, durante los cuales desarrollaron culturalmente la región. Los kiurikas se las tuvieron que ver con los selyúcidas, que dañaron ambos monasterios. Lo peor estaba por llegar: bajo dominio georgiano, con la dinastía zakariana gobernando localmente, los mongoles empezaron a ser una amenaza. Se levantó el fuerte de Kaian en 1233, pero de poco sirvió ocho años después. Los monasterios detuvieron su expansión constructiva, pero al menos se mantuvieron activos e incluso fueron restaurados en el XVII. Desde entonces, el mayor reto lo han supuesto terremotos tan dañinos como el de 1988.
Dedicado a la Santa Cruz, el monasterio de Haghpat tiene una localización envidiable. Desde un promontorio ligeramente elevado observa el río Debed en una posición que facilitaba su defensa y acrecienta su belleza. Completada la catedral principal antes del siglo X, es un ejemplo de la arquitectura armenia: una gran cúpula central con cuatro gruesos pilares soportándola. En el ábside destaca un fresco de Cristo Pantocrátor. Su promotor fue un príncipe armenio de la época, Khutulukhaga, que se garantizó su propia representación en el transepto sur. No es el único miembro real representado en Haghpat. Este templo principal apenas ha tenido añadidos, pero alrededor fueron creciendo otras construcciones en la época de bonanza: capillas, campanario, scriptorium, un refectorio fuera de los límites que marca la muralla y el muy valioso gavit, una especie de nártex típico de la arquitectura armenia.
Monasterio de Sanahin
Sanahin significa algo así como “este es más antiguo que ese”, seguramente haciendo referencia a Haghpat. Se puede justificar la anterioridad de Sanahin si tenemos en cuenta que su segunda iglesia, la de Astvatzatzin o Madre de Dios, antecede al propio monasterio. Sanahin está localizado un par de promontorios al oeste de Haghpat, dejando entre medias el pueblecito de Akner. Parece que fue menos relevante que Haghpat, pero su scriptorium, sin embargo, produjo importantes manuscritos ilustrados desde su construcción en 1061. La catedral del Cristo Redentor de Sanahin es muy parecida a la de Haghpat, con base cruciforme y cúpula circular armoniosamente enlazadas. El gavit es todavía más valioso, pues es el más antiguo, de 1181. Entre las dos iglesias principales está la academia de Gregorio Magistros, un centro de conocimiento en el que el profesor declamaba con los alumnos sentados en las paredes.
El norte de Armenia es muy popular entre los circuitos por este país, especialmente en verano, cuando es más conveniente ir a esta zona de habituales nieves. Hay balnearios, spas y mucho turismo de montaña. Vanadzor, capital de Lorri, es la ciudad de paso para llegar a esta zona a unas tres horas de Ereván, capital armenia. Lo ideal es alojarse en una localidad como Alaverdi, cerca del monasterio de Sanahin. Es un pueblo sin mucho encanto, pero cuenta con el puente de piedra más antiguo del país. Funciona bien como base para conocer una zona que tiene mucho que ofrecer. Haghpat y Sanahin son solo dos de los monasterios de una zona en la que abundan. Hay algunos a los que se llega tras bonitos y asequibles trekkings como los de Kobayr y Surp Grigori. También merece la pena la iglesia del pueblo de Odzun.
Fotos: Diego Delso / Steven C. Price
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