Primeras piedras en Rusia
Dentro del Kremlin de la ciudad de Novgorod, hoy renombrada como Veliky Novgorod, está el monumento del Milenio Ruso. Es una gran escultura que intenta ilustrar la historia completa de Rusia. Como ejercicio nacionalista está muy bien, pero lo cierto es que su situación en Novgorod es paradójica. El pasado de esta ciudad está marcado por su éxito y relevancia, pero antes de que Moscú la engullera en el año 1478. En la Edad Media, Novgorod llegó a tener 400.000 habitantes por los 200.000 con los que cuenta hoy. Es solo un ejemplo. En Novgorod, junto a Pskov, se considera que nació la arquitectura rusa de piedra. También aquí se escribieron los primeros manuscritos en eslavónico antiguo al norte de Macedonia y siglos después se tradujo por primera vez la Biblia, a finales del siglo XV. Esa Edad Media se respira hoy entre las calles de una de las ciudades con más historia a sus espaldas en la Rusia moderna.
También es una de las ciudades más antiguas, aunque no quede clara su fundación. Era una estación de paso de la ruta comercial de Escandinavia a Bizancio cuando se supone que fue fundada a mediados del siglo IX. Sin embargo, las evidencias arqueológicas datan el nacimiento de Novgorod en algún momento del siglo X. Si su nombre significa, como defienden algunos, “ciudad nueva”, la explicación sería que la ciudad actual es una expansión del asentamiento Rurikovo Gorodische, un poco más al sur. En todo caso, los siglos XI y XII fueron los más relevantes para Novgorod. Durante el XI fue la segunda ciudad más importante del Rus de Kiev. Los herederos eran enviados aquí a practicar sus dotes de gobierno y de esta época son recordados algunos dirigentes como Yaroslav el Sabio, que redactó las primeras leyes, o su hijo, que construyó la catedral. Además de políticamente, la ciudad creció económicamente por sus lazos comerciales con la isla de Gotland y los territorios germánicos.
En 1136 se produce un hecho decisivo: el príncipe Vsevolod es rechazado por la ciudad y esta comienza su aventura independiente: se proclama la república de Novgorod. Surge la figura del alcalde o posadnik en una forma de gobierno con ciertos tintes democráticos, aunque con una asamblea o veche dominada mayormente por los terratenientes. Novgorod tiene así una forma de gobierno similar a las de la liga hanseática. Aunque los arzobispos fueron ganando demasiado poder político, es en todo caso una época esplendorosa para la ciudad. Tanto era así que tuvo que lidiar con la amenaza de invasión de Alemania y Suecia. Los que al final lo consiguieron fueron los moscovitas. No todo dura para siempre: en 1478, Ivan III puso punto y final a la república de Novgorod. Para más inri, en 1570 un desquiciado Ivan el Terrible arrasó la ciudad creyendo que le habían traicionado. Novgorod no volvió a ser la misma.
En la II Guerra Mundial fue ocupada por los alemanes, que destruyeron multitud de edificios que al menos fueron restaurados luego por Alexey Shchusev. En todo caso, el centro de Novgorod se conserva relativamente bien. La Catedral de Santa Sofía, del siglo XI, es seguramente la estructura más antigua de Rusia y un ejemplo temprano de la arquitectura con cúpulas en forma de cebolla. También destacan sus puertas de bronce, cuyo verdadero origen es desconocido. El Kremlin, conocido como Deltinets, fue erigido por primera vez en el siglo XI, aunque el que vemos hoy es del XV y tiene restauraciones posteriores. Además del monumento del milenio destacan las nueve torres, entre las que se encuentra la de Kokui, con una cúpula de plata. Por toda la ciudad hay unas cincuenta iglesias históricas de la época medieval y moderna. Muchas están en el distrito comercial y unas cuantas han sido reconstruidas. Destacan la catedral de San Nicolás, el monasterio Yuriev, probablemente el más antiguo de Rusia, y su rival el monasterio de Antoniev. En todo caso, con la llegada de los moscovitas la arquitectura perdió originalidad.
Veliky Novgorod se encuentra en la autopista que conecta Moscú y San Petersburgo. No tiene aeropuerto activo, así que lo mejor es llegar en tren. Dentro de la ciudad hay tours y también es aconsejable ver la ciudad desde un barco. El verano es la mejor época para ir y coincide con el festival folklórico Sadko. Cerca del monasterio Yuriev, ya fuera del centro, hay un original museo de arquitectura de madera muy aconsejable. Contiene más de veinte edificios de madera de los siglos XIV a XIX que fueron reunidos aquí en los años 60.
Foto: Terry Feuerborn / JCPA
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