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Paisaje cultural de Maymand

Paisaje cultural de Maymand

Kermán (Irán)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 10 07, 2021
  • Category:

La casa a cuestas


La trashumancia es una forma de vida a caballo entre el sedentarismo y el nomadismo. Propia de pastores, los trashumantes viven en diferentes lugares según estación, aunque generalmente el movimiento de personas implica solo a una parte de la población y el resto permanece en la aldea base. Suele ser el patrón de la denominada trashumancia vertical, encuadrada en áreas montañosas en las que el verano transcurre arriba en viviendas más o menos improvisadas y el invierno en la aldea principal, en el fondo del valle. La trashumancia es en algunos lugares especialmente antigua. En el caso de la iraní Maymand son más de 2.000 años, aunque las fechas son muy discutibles. Las condiciones extremas de esta región del sureste iraní, particularmente árida en verano y fría en invierno, hacen de Maymand un caso de dificultad añadida. Una solución fue el uso de todo tipo de viviendas según la época, incluyendo varios cientos de icónicas viviendas troglodíticas en la aldea principal.

Viviendas troglodíticas de Maymand

Maymand se ubica en las cordilleras centrales de irán, en la falda sur de un macizo que sobrepasa los 2.000 metros de altitud. Las temperaturas oscilan entre los 35 de máxima en verano a estar bajo cero en invierno. Esto en la aldea principal, base durante el invierno. Cuando este empieza a pasar y llega la primavera, los pastores de Maymand agrupan sus rebaños de cabras y se mudan a las Sar-e-Āghol, casas construidas con piedra seca y techo cónico de madera o ramas, mientras su ganado se resguarda en construcciones más elaboradas y espaciosas. Hay otro tipo de vivienda primaveral en vías de desaparición, las Eshām, orientadas a la recolección de almendras. Mucho más temporales, están fabricadas con pelo de cabra o arbustos. Al llegar el verano, los pastores llegan a la parte alta y se instalan cerca de ríos estacionales en los Sar-e-Bāg, donde residen hasta mediados de otoño en estructuras de piedra seca y distintos tipos de techo. En ellas cuentan con pequeños campos de cultivo familiares para pistachos, trigo y cebada.

Esta trashumancia en tres fases se lleva practicando en Maymand siglos. Las primeras muestras arqueológicas cerámicas apuntan a una ocupación por pueblos arios en torno al siglo VII-V a.C. Datar cuevas troglodíticas como las de Maymand es complejo y se barajan varias hipótesis que relacionan su nacimiento con los persas medos o sasánidas. El cénit de Maymand no se alcanzaría, no obstante, hasta el siglo XVI bajo el gobierno local de Ganj Ali Khan. Alrededor de la aldea surgieron entonces otras poblaciones satélite como LaKhorrin y Pish Esta. También cuentan con viviendas troglodíticas, pero están desocupadas. En poco tiempo, la región ganó peso económico, lo que provocó varias invasiones y la construcción del castillo en Maymand. Este fue abandonado un siglo después, cuando la situación mejoró. Mala idea, porque en estado semirruinoso no sirvió cuando la inseguridad volvió al área a mediados del siglo XIX. Fue el inicio del declive local, que se recuperó parcialmente un siglo después. Sin embargo, por entonces las viviendas troglodíticas empezaron a dejar paso a viviendas construidas con materiales modernos.

Interior de una vivienda en Maymand

Hoy viven aquí apenas unos cientos de personas manteniendo la forma de vida tradicional. De los tipos de vivienda, la más visual es la invernal gracias a las casas troglodíticas del principal asentamiento. Son las denominadas kiches, de las que se cuentan unas 400. Todas tienen una única puerta de entrada adornada con distintos tipos de arcos. No hay ventanas salvo algún ejemplo de claraboya. Las hay de distintos tamaños, variando entre una y siete estancias con espacio para habitaciones, almacén, etc. Solo un 10% de las kiches están ocupadas, pues mucha gente se ha mudado. Estas se conservan a través de su uso, mientras que del resto hay un centenar intactas. En el centro de Maymand hay una zona común para el mercado y la mezquita. También hay restos de baños, escuela y un antiguo templo del fuego de cuando los habitantes profesaban el zoroastrismo. Otro aspecto relevante son los sistemas de captura y conservación de agua, hoy en desuso. Incluyen cisternas, pozos y los qanats persas.

Aunque el turismo está creciendo por momentos, Maymand no es una habitual de los circuitos por Irán, pero podemos visitarla haciendo solo un desvío entre lugares más visitados, pues está en el centro del triángulo formado por Kermán, Yazd y Persépolis. Desde cualquiera de las dos primeras podemos llegar también en transporte público. Merece la pena hacer noche en Maymand y dormir en una de las cuevas. Una vez tomada la mejor vista desde la colina frente al cementerio, en poco más de dos horas podremos completar la visita al pueblo. Podemos ir mas allá de la aldea y ascender a la parte alta, para lo que necesitaremos varias horas. Lo mejor es venir en primavera u otoño, con las temperaturas más agradables.

Fotos: Ninara / Ninara

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