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Parque nacional Alejandro de Humboldt

Parque nacional Alejandro de Humboldt

Holguín y Guantánamo (Cuba)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 11 05, 2021
  • Category:

Cuba resumida


Alexander von Humboldt, castellanizado como Alejandro de Humboldt, nació en Prusia en 1769 en una acomodada familia. Los planes familiares pasaban por convertirlo en servidor del gobierno prusiano, pero Alexander tenía otros intereses. Desde muy joven, cuando fue educado por profesores ilustrados, le llamaron la atención ciencias como la botánica y la geología. Tras varios viajes por Europa y publicaciones, su obsesión por las latitudes exóticas tomó forma en 1799, cuando consiguió el permiso de los Borbones españoles para viajar por sus posesiones americanas. Von Humboldt dedicó cinco años al viaje y muchos más a estudiar y publicar sus conclusiones con un método de trabajo que sentó las bases de la investigación científica, estando considerado uno de los padres de la biogeografía. Uno de sus destinos fue la isla de Cuba, donde se le considera segundo descubridor por sus investigaciones en geografía física y humana. Como en otros lugares americanos, Cuba rindió honor al científico bautizando un Parque Nacional con su nombre. No cualquiera, sino el que mejor representa la compleja historia geológica que dio lugar a la particular flora y fauna cubana.

Vista del Alejandro de Humboldt desde el Yunque

El parque Humboldt, a pesar de tener solo 70.000 hectáreas, es una representación a pequeña escala de la geología y biología isleñas. La isla más grande del Caribe es una rareza geológica regional. Aunque se considere parte de América, su origen al final del Cretácico la emparenta con otras regiones como los Alpes europeos. Las capas geológicas tienen la complejidad añadida de tener secciones superiores de roca pseudokárstica y kárstica, como los Farallones de Moa, y otras de alta toxicidad, lo que ha forzado a la flora a adaptaciones específicas para sobrevivir al sustrato cubano. Humboldt recoge los distintos ecosistemas cubanos al empezar con una pequeña zona marina y alcanzar los 1.175 metros del pico El Toldo, atravesando por el camino una accidentada topografía, el macizo Nipe-Sagua Baracoa, que además es la que más lluvias recibe en la isla. Una de las consecuencias es el río Toa, que pese a su corta longitud es el más caudaloso de la isla. Da nombre a la Reserva de la Biosfera de Cuchillas del Toa, donde está encuadrado el núcleo del Parque.

El particular origen de Cuba y su consideración de refugio ecológico durante la última Glaciación hacen del Parque Humboldt uno de los puntos calientes de biodiversidad en toda América. En parte es por su alto número de especies, pero sobre todo por su altísimo endemismo, con más de 340 especies de flora exclusivas del Parque y otras 600 que solo existen en otras zonas cubanas. La variedad de paisajes es alta, con manglares, zonas de matorral y varios tipos de bosque según altitud y clima. Sobre este contexto, la fauna tiene asimismo unos niveles de endemismo muy superiores al habitual. La inmensa mayoría de reptiles y anfibios lo son, pero también ocurre entre los mamíferos, entre los que uno de cada tres lo son. Algunos como el pequeño y esquivo almiquí están considerados fósiles vivientes por su antigüedad. También ocurre entre los invertebrados, especialmente en los caudalosos ríos que bajan de las montañas, y menos intensamente entre las aves, entre las que hay varias especies amenazadas. En la parte marina destaca la población de manatíes de la bahía de Taco.

Bahía de Taco en el Parque Alejandro de Humboldt

El parque Humboldt es especialmente valioso por sus características biogeográficas, pero también por su excelente estado de conservación natural gracias a la escasa ocupación del terreno. Apenas un sitio arqueológico precolonial en la costa y algún poblado de cimarrones hasta el siglo XX, cuando algunas zonas se adecuaron para agricultura y minería. No existe constancia y parece improbable que von Humboldt visitara el macizo Nipe-Sagua Baracoa que aloja el Parque, pues su viaje estuvo más orientado a asuntos sociales. No obstante, el nombre surgió cuando se planteó el Parque. Aunque su nombramiento es de 2001, lo cierto es que varias zonas habían sido protegidas desde los años 60. Ahora lo más relevante es completar las investigaciones, pues aun quedan muchas especies por catalogar. 

El Parque Humboldt se encuentra a unas tres horas por carretera al noreste de Santiago de Cuba, entre las ciudades de Moa y Baracoa. Esta segunda es la que más oferta de excursiones ofrece y además tiene aeropuerto si llegamos de otras zonas. Podemos acudir a una agencia o buscar guía y transporte, pero lo que no está permitido es visitarlo por libre. En todo caso, lo habitual es hacer una excursión de día completo con un paseo más o menos largo, según queramos, baño en el río, visitas a tiendas de alimentación y fin en la playa de Maguana, donde también podemos alojarnos. Seguramente tengamos oportunidades de ver avifauna, reptiles y anfibios. Una opción alternativa es hacer una excursión en bote por los ríos. Aquí llueve todo el año, pero algo menos intensamente de febrero a septiembre.

Fotos: Martin Cígler / Rene Leubert

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