Refugio del Gambia
Al norte de Guinea nace el río Gambia, que discurre durante 1.130 kilómetros conformando una de las principales cuencas del oeste de África. Este río da nombre y vertebra por completo a un pequeño país rodeado por territorio senegalés. Para Senegal, el río Gambia supone una de las dos cuencas de la gran ecorregión que suman los ríos Gambia y Senegal, una zona de transición donde el Sahel da paso a las sabanas. Antes de entrar en Gambia, el río discurre por una planicie en la que se le unen dos afluentes relevantes. Por la derecha se le une el Niokolo-Koba, corazón del Parque Nacional con el mismo nombre. Supone la zona de mayor protección del río, aunque en los últimos tiempos esta protección se ha reducido peligrosamente. Es una lástima, pues el Parque Niokolo-Koba protege multitud de especies de grandes mamíferos. Especialmente relevante aquí es la presencia de una de las dos subespecies del eland gigante o de derby. Este animal con cuernos en espiral es el antílope más grande que existe: puede llegar a pesar una tonelada.
Dos eland gigantes en Niokolo-Koba
Niokolo-Koba ocupa casi un millón de hectáreas situadas entre una zona bastante poblada de Senegal y el paisaje cultural del país Bassari, en la frontera con Guinea. El perfil del Parque está marcado por las llanuras, territorio siempre complicado para los depredadores. La de aquí tiene una base de arenisca y está a menos de 300 metros sobre el nivel del mar, que solo se alcanzan en algunos afloramientos rocosos aislados. El paisaje es el clásico de sabana boscosa con tres ríos como fuentes de agua principales. Al río Gambia se le une el Koulountou, afluente que le llega por el margen izquierdo unos kilómetros después de hacerlo el Niokolo-Kouba. La suma del caudal fluvial y lo llano del terreno hace que los ríos sean especialmente sinuosos en su curso y que la inundación sea una constante, especialmente en época de lluvias. Los humedales permanentes o estaciones suponen uno de los secretos de la biodiversidad del Parque.
En cuanto a flora, el bosque de Niokolo-Koba disfruta de buena salud: aquí se localizan 1.500 especies con foco especial en los frondosos bosques de galería a las orillas de los ríos, un gran porcentaje de los que hay en el país. Las estrellas del Parque son sus más de ochenta mamíferos. Es difícil estimar las poblaciones porque están variando demasiado en los últimos tiempos. Al eland gigante lo acompañan poblaciones más o menos sanas de búfalos, hipopótamos, algunas decenas de elefantes, jirafas, leones de gran tamaño, chimpancés, colobos rojos y otras especies de antílopes más comunes. No hay apenas especies endémicas, pero el Parque es un nicho ecológico de alto valor. Algunos de sus depredadores, como el leopardo africano y el perro salvaje occidental o licaón podrían estar a punto de desaparecer aquí. Los humedales atraen también a numerosas aves. Se han identificado más de 300 de muy distintos géneros, como la avutarda árabe, la grulla coronada cuellinegra, el cálao terrestre sureño, el águila marcial o el sirirí cariblanco.
Río Gambia a su paso por el Parque Niokolo-Koba
Este territorio fue designado reserva natural tan pronto como 1926. Es Parque Nacional desde 1953 y desde entonces su espacio se ha ampliado varias veces. Esta antigüedad y el trabajo de investigación que se realizó en su momento lo convirtieron en el Parque más importante y mejor gestionado de todo Senegal. Lamentablemente, la situación ha empeorado considerablemente en los últimos veinte años. La falta de apoyo local ha degradado el trabajo realizado en el pasado en Niokolo-Koba. La principal amenazada ha sido y sigue siendo la caza furtiva de grandes mamíferos. De ellos se busca simplemente su carne. Algunos grandes mamíferos han visto reducida su población hasta un 90%. Especialmente sensible es la situación de los ungulados y los elefantes. Se corre el riesgo de que, en unos años, Niokolo-Koba sea un bosque vacío de vida animal. Además de la caza, preocupan el aumento del pastoreo en territorio protegido y un proyecto de presa en el río Gambia, justo antes de llegar al Parque.
Hay varios puntos de entrada al Parque, porque Niokolo-Koba cuenta con varias pistas de aterrizaje sin asfaltar. Sin embargo, la mayor parte de turismo suele llegar por tierra desde la ciudad de Tambacounda y más allá, desde la capital Dakar, que está a unas diez horas. Es posible alojarse dentro del Parque, aunque la calidad de los alojamientos también se ha degradado. El lugar ideal es Simenti, donde hay un hotel a orillas del río Gambia. Las principales actividades son el safari en 4×4, el trekking a puntos como el monte Assirik donde hay poblaciones de elefantes y la navegación por los ríos. De junio a octubre es la temporada de lluvias. No es aconsejable ir en esta época, pues las carreteras pueden estar anegadas y es más complicado ver a la cada vez más escasa fauna.
Fotos: Tom Junek / United States government
Comentarios recientes