Navigation Menu
Parque Nacional de Tai

Parque Nacional de Tai

Bas-Sassandra y Montagnes (Costa de Marfil)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 19 06, 2022
  • Category:

Oasis pluvioso


De norte a sur, el continente africano va cambiando de ecorregión, dispuestas de lado a lado. Del desértico Sáhara pasamos al Sahel y las sabanas hasta llegar a una zona de mayor pluviosidad, la guineana-congoleña. La forma del continente conlleva que tenga mayor presencia en África oriental, lo que sumado a la destrucción de zonas naturales en el poblado golfo de Guinea ha provocado que en África occidental la selva esté parcheada. Una de las principales extensiones protegidas en llanura, más proclive a la destrucción humana, es el Parque Nacional de Tai. Situado en el suroeste de Costa de Marfil, sus más de 3.000 kilómetros cuadrados de protección continua dan cobijo no solo a virginales selvas, sino a valiosa fauna. Especies en peligro de extinción como hipopótamos pigmeo, colobos, chimpancés, leopardos y duikers tienen aquí uno de sus principales santuarios. Por su antigüedad y estabilidad, Tai es también uno de los principales laboratorios de investigación en las relaciones entre hombre y ecosistema natural.

Panorama del Parque Nacional de Tai desde el monte Niénokoué

Tai se encuentra entre los ríos Sassandra y Cavalla, siendo este la frontera con Liberia. Toda esta zona africana está compuesta por cuencas consecutivas de ríos relativamente cortos, pero caudalosos. De sur a norte, el Parque comienza a unos sesenta kilómetros de la costa y penetra otros 110 hacia el interior. En toda su extensión apenas se gana altitud, siendo el monte Niénokoué el techo con menos de 400 metros. Esto no quiere decir que el paisaje sea totalmente llano, pues se trata de una meseta granítica punteada por varias intrusiones volcánicas de tipo inselberg, cerros aislados como el propio Niénokoué. Según vamos al sur, el paisaje es más accidentado y lluvioso. Lo atraviesan multitud de afluentes del Cavalla que varían su caudal según la estación. En la húmeda, algunos se represan y en la zona noroeste se forman humedales. Un secreto de la conservación de Tai son sus sustratos, pobres en nutrientes y poco adecuados para la agricultura. 

Tai está cubierto de un bosque pluvioso que no es inmune a los excesos cometidos en otras regiones. La destrucción de selva ha conllevado un descenso de lluvias y aumento de vientos secos que han reducido la resiliencia de Tai. Aun así sigue siendo el principal remanente de bosque pluvial de África occidental, tanto por su conservación como por haber sido refugio de flora primitiva en las glaciaciones. Esto se traduce en más de 1.300 especies de flora, con más de la mitad propias de la región guineana. Destacan sus imponentes árboles de hasta sesenta metros con grandes troncos y raíces. Alrededor de los inselberg, por su sustrato, abunda la sabana. La fauna camina acorde al contexto, con más de 250 especies de aves, 40 de reptiles y 140 de mamíferos. Casi la totalidad de grandes mamíferos de los ecosistemas guineanos está presente. Pangolines, elefantes, leopardos y búfalos son algunos, pero Tai destaca especialmente por sus hipopótamos pigmeos y once especies de primates. Entre estas está el chimpancé de África occidental, cuya población ha fluctuado históricamente.

Chimpancé en el Parque Nacional de Tai

Una de las causas de mortalidad de los chimpancés es un famoso virus que tiene en Tai una de sus reservas naturales, el ébola. La caza furtiva para alimentación de esta y otras especies es el origen del salto del virus a humanos. Por otro lado, Tai es un magnífico proveedor de plantas medicinales, cuyo alcance mayor sigue pendiente de estudio. Pese a su condición de Reserva protegida desde 1926, el problema de Tai ha sido y son las poblaciones humanas. Distintos grupos étnicos fueron empujados hacia el sur con la apertura de la presa en el valle N’Zo, al norte de Tai, varias sequías y conflictos civiles en Liberia. Miles de personas se asentaron en los límites del Parque, que se volvió una fuente de recursos. Además, el bosque fue talado como cinturón de seguridad frente a la malaria. Estas interacciones entre hombre y ecosistema han sido objeto de varios de los muchos grupos de investigación que han estado y están presentes en Tai desde los años 80. 

La carretera paralela a la frontera a Liberia entre la costera Tabou y Guiglo es la entrada a Tai gracias a varias localidades como Tai y Niebe, con lodges y campamentos. La mejor manera de acometer el viaje es acordando transporte con un 4×4, pues esta carretera está sin asfaltar. Una vez en el Parque podremos contratar excursiones para recorrerlo. Son muy recomendables los paseos para avistar chimpancés con personal especializado. Otras actividades incluyen subir a algún inselberg para ver el paisaje y recorrer algún río en barca. Con todo y teniendo en cuenta los desplazamientos, visitar Tai no es una experiencia ni lujosa, ni barata. De noviembre a febrero es la temporada seca, especialmente en el norte, porque en el sur llueve prácticamente todo el año.

Fotos: Gregor Rom / Gregor Rom

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.